La temporada de Navidad es el momento predilecto de todo infante pero aunque la verdadera Navidad es el 25 de diciembre el momento de la celebración se da antes, la noche del 24, la víspera de la Navidad, también llamada Nochebuena.
La Nochebuena es la verdadera celebración y es experimentada de forma distinta dependiendo la edad que tengas: cuando eres niño es el día interminable que antecede a la mañana de Navidad que es lo que realmente estás esperando, cuando eres mayor se trata del verdadero momento de diversión o trabajo (si eres ama de casa) pues se trata del momento de la reunión, la plática, los juegos y la comida.
La preparación de la Nochebuena comienza desde temprano el 24 de diciembre, realmente desde que te levantas. Ya sea que tu familia la celebre en tu casa o que vayan a otro lugar para estar con la familia, algo hay que hacer.
En el primer lugar (que fue generalmente el que viví), la casa debe estar limpia, arreglada y la comida debe comenzarse a preparar si es que quieres que todos cenen a tiempo (para aquellos de otros países, en México la cena de Nochebuena se hace entre 9 y 11 pm). Si aún eres un niño se trata de un momento odioso que parece no tener fin, para ayudarnos a soportar tal tormento tenemos a la televisión que ese día transmitirá lo mejor de su programación navideña:
¿Quieres ver Mi Pobre Angelito? Algún canal lo va a transmitir. ¿Caricaturas de Navidad? Servido jovenazo. Los niños soportábamos ese día pegados frente a la tv viendo programación navideña que se convirtió en una memoria imborrable en nuestras impresionables mentes (lo cual es la causa de ver los especiales de Navidad de James Rolfe o Doug Walker).
Cuando la familia comenzaba a llegar y tu presencia se volvía necesaria participabas a regañadientes en el convivio familiar, llenándote de frituras y refresco al punto que no tenías espacio para más cuando el plato principal estaba finalmente listo.
Cuando la celebración se realiza en una casa que no es la tuya las cosas no son mucho mejores, dependiendo de la distancia que haya que recorrer puede que salgas de casa desde temprano o poco antes de anochecer (en mi caso las pocas veces que pasamos la Navidad en otra casa, en casa de mi tía Chela, era a sólo unos minutos de mi casa pues vivía en una colonia pegada a la mía).
El proceso de prepararse cuando la celebración es en otra casa es más tedioso pues involucra que estés en un lugar diferente, lejos de tus juguetes o videojuegos. Al llegar a tu destino te será difícil soportar el tiempo antes de la cena pues no hay mucho que hacer que te sea divertido, las televisiones estarán previamente tomadas por los que hayan llegado más temprano y si tienes la desgracia de que, como yo, era de los primos más chichos, no tendrás ni con quién platicar ni qué hacer.
Si cuando celebras en tu casa te llenas de refresco y frituras, cuando estás viviendo la Nochebuena en casa ajena eso se multiplica, sin más cosas que hacer ni dónde estar a solas, tomarte un refresco y comer es lo único que te permitirá parecer «ocupado» y evitará que tus primos bullys hagan de las suyas.
Sea cual sea el tipo de Nochebuena que experimentaras durante tu infancia, la cena es el momento cumbre de la noche, llega cuando tus tíos ya han bebido bastante y la casa se impregna de diversos olores, específicamente de cigarro. Hoy en día cuando una casa huele a cigarro, si hace frío, de inmediato me remonta a la cena de Nochebuena, los olores son algo que nunca olvido.
Siendo mayor las cosas cambian un poco, sin tener ya el ansia por la mañana de Navidad en que conocerás tus futuros juguetes, es la cena de Nochebuena el momento importante en tu vida. Dependiendo si tienes edad para tomar alcohol o no (y especialmente si es algo que te interese pues yo no bebo), esta celebración se trata de una fiesta en que se te permite participar activamente, a veces alguna de tus primas podría llevar a alguna amiga lo cual hará más interesante el evento (y mucho menos navideño en tu cabeza).
¿Yo? bueno, yo sigo llenándome de refrescos y frituras y no me queda mucho espacio cuando la cena ya está lista.
Es la Nochebuena el momento importante de la Navidad, se trata de una celebración que dura todo el día, 24 horas casi ininterrumpidas, desde que te levantas y comienzas a prepararte, el momento real de la reunión y su consecuente desvelada (pueden terminar a las 2 o 3 am) es el momento de convivencia con el resto de tu familia.
Recuerdo muchas cenas de Nochebuena, la mayoría realizadas en mi casa (alguna ocasión el pavo que compraron estaba echado a perder… jocoso) y yo deseando con todas mis fuerzas que todos se fueran para poder dormir y buscar mis regalos temprano en la mañana. Una ocasión muy especial en mi memoria es aquella vez en casa de mi tía Chela (una casa hermosa y muy grande) con la mayoría de mis parientes, y aunque en aquel momento me aburrí una eternidad, hoy a mis 33 años se ha convertido en una de las que más atesoro en mis recuerdos.
Con el pasar del tiempo las familias se dispersan, algunos miembros dejan de existir, otros se integran y en general ganas edad, la magia disminuye hasta un punco en que la sensación de la Navidad parece un recuerdo lejano y la emoción por la anticipación de lo que está por suceder es menor al de un simple partido de futbol, sin embargo algunos siempre seguiremos buscando revivir esas experiencias de nuestra infancia, no por nada una canción dice así:
White Christmass – The Drifters
I’m dreaming of a white christmas,
Just like the ones I used to know
Where the treetops glisten and children listen
To hear sleigh bells in the snow
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