
Es de sabios rectificar, muchas veces la primera impresión no es algo que necesariamente deba quedarse en nuestras mentes. Estas seis series de anime tuvieron un inicio en que simplemente se me hicieron… meh, pero después lograron revertir dicha primer impresión y convertirse en series que terminaron por gustarme.
6-Gundam Wing
Nunca he sido fan de la serie Gundam, sé del éxito que tiene en Japón pero los mechs, aunque no los odio, tampoco son tan de mi agrado. Cuando Gundam Wing se estrenó en Cartoon Network mi primer impresión fue que los dibujos no estaban muy buenos y que el doblaje, pese a ser mexicano, era bastante deficiente (es el mismo equipo que hacía Buffy). Todo su estilo militar con aires de Robotech no hacía nada por mí y sólo la continué viendo porque me gustaba la canción de la introducción.
Sin embargo por alguna razón seguí dándole seguimiento, me costaba trabajo identificar a los personajes y a los Gundams pues todos eran extrañamente parecidos y la historia no era fácil de seguir, pero seguí viéndola y poco a poco me empezó a enganchar.
No eran los robots, no era la historia, eran los personajes y su evolución lo que me hizo interesarme, el ver villanos que no eran tan malvados y héroes que no eran tan heroicos fue el estímulo suficiente que me motivó a seguir viendo. Ninguno de los primeros enemigos terminó siendo realmente el malo pues Zechs, quien finalmente sería el principal enemigo, tenía un lado noble, Lady Une, quien parecía ser desalmada, acabó como una de las principales aliadas e incluso Treize Khushrenada, el teórico villano principal, acaba luchando del lado de los héroes contra el mismo enemigo y muriendo valerosamente en una pelea bastante épica.
Gundam Wing fue una de las series que me hicieron pensar que no debía dejarme llevar por las primeras impresiones.
5- Guerreras Mágicas
La historia de tres niñas en uniforme de colegiala que luchaban en un mundo mágico y de colores pastel podría hacer que a Hulk se le cayeran los testiculos, ¿qué más podrías pensar de un anime ambientado en un mundo llamado Céphiro, donde las niñas debían rescatar a la princesa Esmeralda y seguían a una criaturita redonda y peluda llamada Mokona?
Pese a su estilo visual tan afeminado y una dirección artística que se acercaba más a Mi Little Pony que a una serie de acción, y peor aún, pese al nombre tan de niña que le pusieron en español (Guerreras Mágicas… eso es prácticamente una invitación a que te floreen el…) muchos por alguna razón tratamos de verla, especialmente por la promesa de que las niñas se quitarían la ropa de vez en cuando al transformarse (similar a nuestra razón para ver Sailor Moon).
Sin embargo todos nos dimos la sorpresa que… la serie estaba realmente buena, y no, no era porque de vez en cuando se quitaran la ropa, la historia, los personajes y la acción estaban realmente muy bien. Tras una primera impresión difícil de asimilar se encontraba una serie de anime bien escrita, con giros de historia inesperados e inolvidables (tú sabes, eso de Zagato).
4- Patlabor
Una de las series de anime más grises que se han transmitido en México es esta llamada Patlabor, tan gris era que no se transmitió por ningún canal importante sino que la pasaban en uno de esos canales culturales que nada más yo veo (Canal 22 o Canal Once).
Se trataba de un mundo medio futurista (pues visualmente se veía como el mundo de 1990 pero con robots) en que los trabajos de construcción se hacían con mechs, y como éstos podían de pronto usarse para hacer destrozos, la policía se hizo de mechs diseñados para proteger y servir llamados Ingram… y ya.
En apariencia se trataba de una serie sumamente aburrida con una trama de escritorio, los personajes eran policías comunes que debían realizar su rutina diaria de patrullar las calles; es como ver el trabajo diario de Robocop después de matar a Clarence Bodicker y antes de los sucesos de la secuela y del nuke… en otras palabras, trabajo de rutina.
Y sí, era oficialmente aburrido pero por alguna razón la serie me gustó y no me la perdía. Todos los personajes eran difíciles de reconocer (casi idénticos entre sí), todos usaban un horrendo uniforme azul con un chaleco naranja que parecía salvavidas y enfrentaban a criminales de poca monta. No recuerdo la trama, no recuerdo quién era el villano pero recuerdo que me gustaba y sólo por eso merece mención.
3- Dragon Ball
Sí, seguro estás sorprendido por tener a la serie de anime más amada por los nerds de todo el mundo (no uso la palabra otaku, nerd es más apropiado para nosotros), pero la realidad es que cuando Dragon Ball inició sus transmisiones en 1996 por Canal 5, la serie era un mugrero.
No me malentiendas, sé que a alguien seguramente le gustaba y respeto eso, pero el inicio de Dragon Ball era un soporífero, una serie que no se trataba de nada, sumamente infantil, sumamente tonta en que el protagonista (no recuerdo su nombre) enfrentaba a un pequeño marcianito lelo e incluso a un señor conejo…
Claro, hubo momentos en esa primera etapa de Dragon Ball que todos recordamos (admítelo, todos en los que Bulma enseñaba algo) pero a nivel argumental o a nivel acción era bastante lamentable.
Todos sabemos en qué se convirtió después, una vez llegado el primer torneo de artes marciales las cosas mejoraron mucho, la etapa de la patrulla roja tuvo algunos momentos interesantes (Tao Pai Pai) y cuando hace su aparición Piccoro Dai Maku nadie se atrevía a estar fuera de su casa por temor a perderse un capítulo. Sí, Dragon Ball mejoró y se convirtió en un histórico del anime, ni qué decir cuando llegó la versión Z, pero eso no cambia que, en su inicio, fue una serie que realmente detesté.
2- Slam Dunk
Otra serie que seguramente te dejará sorprendido (o sorprendida si es que tengo por ahí alguna lectora). Slam Dunk fue una serie que, una vez que vi los comerciales, simplemente me dije: JAMÁS!!!!
La serie se transmitió alrededor de 1998 y había algo que no me gustaba: el dibujo. El estilo de dibujo que usaban en Slam Dunk me era muy desagradable, muy… urbano, muy sucio. Los personajes tenían labios (algo que los hacía ver bastante mal) además que el tema del basket no era tan de mi interés.
Un día llegué a la prepa y vi a unos amigos que estaban platicando de Slam Dunk de forma muy animada, uno de ellos era aficionado al basquetball e hizo un comentario de crítica, dijo que esperaba algo más serio, como en la intro y que la serie en realidad era muy de broma. Ese comentario llamó mi atención y pregunté, creí que el protagonista iba a ser un Oliver Atom pero no, el tipo era un tonto, violento y que no sabía jugar. Total ese concepto me hizo darle una oportunidad.
La serie ya tenía un rato de haber empezado y cuando vi mi primer capítulo todos los personajes estaban encerrados en un gimnasio, siendo atacados por un montón de bullys. No hubo basquetball, no hubo deporte, sólo pelearon y muy violentamente. Hubo sangre, hubo dientes rotos y hubo personajes que llamaron mi atención, en especial el “villano” del momento, Hisashi Mitsui, quien tenía un diseño muy similar a uno de mis personajes de mi “serie de manga” por lo que me sirvió de referencia.
Al final Slam Dunk fue una serie que me gustó bastante, me hacía reír, me emocionaba en los partidos e incluso logró que me interesara un poco en el basquetball.
1- Rurouni Kenshin
A diferencia del resto de las series aquí mencionadas, mi primer impresión de Samurai X al ver los comerciales no fue mala, el estilo de dibujo no me desagradaba, era de samurais por lo que debía haber mucha acción de espadazos y en sí debía haber sido una buena serie.
Pero no fue así, la serie tuvo un inicio terrible, incluso peor que Dragon Ball. No había combate, no había nada. Se trataba de un vagabundo afeminado que no quería pelear y las historias tenían lugar en situaciones que profundizaban en no pelear… una serie de peleas donde la historia era negarse a ellas.
Tras varios capítulos en que el protagonista lidiaba los conflictos en base al diálogo, la negociación y muy, muy poca pelea, Samurai X comenzó a levantar un poco con la llegada de algunos enemigos un poco más relevantes como Jinei quien finalmente le dio alguna batalla y especialmente Aoshi que más o menos lo puso a sudar, sin embargo los lapsos entre las peleas buenas se sentían interminables y casi decidí dejar de ver la serie.
Estaba ya en su última oportunidad cuando un flaco sujeto de aburrido diseño llegó a vender medicinas y fue recibido por el Yamcha de la serie, a quien derrotó fácilmente. Después enfrentó a Kenshin y… OMFG!!!! La pelea fue intensa, la primera en que vimos a Kenshin pelear en serio y perder. A partir de ese momento fue que Samurai X tomó un arco argumental que fue consistentemente hacia arriba y llegó a convertirse en una de mis favoritas.
Una serie que originalmente me era aburrida se convirtió en una que no podía dejar de ver, aunque una vez terminada la saga de Shishio volvió a su mala rutina habitual de enemigos poco interesantes que no exigían al máximo a Kenshin.
Guerreras Mágicas, en aquellos años, era una serie excelente, pero hace poco vi unos capítulos y ya no me gustó nada, seguro que a muchos les pasa, la nostalgia nos hace creer en cosas que tal vez no son lo que pensamos. Pero bueno, eso es de cada quién.
Patlabor salía en Fox Kids, y si, era mas aburrido que el México vs Bolivia de la Copa América.