
Es la temporada de brujas, temporada de la hechicería, el momento en que las barreras que separan la dimensión nuestra de la de las fuerzas oscuras se debilitan y permiten pasar a toda clase de entidades sobrenaturales. Y no dudo que fue durante algún octubre, de hace muchos años, que alguien me maldijo.
Me han dicho muchas cosas (algunas ustedes mismos) pero alguien ha de haberme maldecido porque esto no puede ser coincidencia:
¡Cada que algo me gusta desaparece! Así de simple, algún producto, alguna tienda, lo que sea que descubro y resulta que me gusta, al poco tiempo deja de existir y me deja con las ganas.
¿No me crees? Aquí hay seis ejemplos de “cosas” que me gustaron y que ahora desaparecieron sin razón:
6- Coca Cola Vainilla

Ya he hablado antes de ciertos productos que me han gustado mucho y que, al poco tiempo, salen del mercado. La Coca Vainilla es uno de esos productos que alguna vez tocaron suelo mexicano y que ahora es muy difícil de encontrar.
Si bien seguramente aún se vende en alguna tienda del país (sin duda se vende en EU), cuando fue introducida en México, por ahí de 2004, la Coca Vainilla la encontrabas en cualquier Oxxo de la esquina. Era tan asequible que no batallaba en obtenerla cuando se me antojaba.
Cierto que no fue muy exitosa, la mayoría de la gente decía que le sabía a medicina; pero a mí me encantó, buscaba esa lata con tonos ámbar y sabía que era para mí.
De la nada la Coca Vainilla siguió el camino del Sensao (otra bebida que me gustó y desapareció), y salió del mercado. Sí, sé que la puedes encontrar en algunos sitios (vi Sensao en Tamaulipas), pero en mi localidad ninguna de las dos está disponible ya. ¿Coincidencia o maldición? Pues veamos lo siguiente.
5- Comida tipo Louisiana Gumbos

Seguro habrás notado que ahora hay muchísimos restaurantes de comida china (así como muchos chinos), en todo México. Entre tanto local ubicado en centros comerciales es lógico que otros, que se vean similares, pasen desapercibidos y se confundan como “otra comida china más”. Eso me pasó cuando encontré un pequeño expendio, aislado en una esquina de un conocido centro comercial saltillense llamado Plaza Real.
En el área de comida, entre los dos stands de comida china, el de pizza, el Carls Jr y varios más, estaba un pequeño restaurantito que no tenía nada especial. En el mostrador una variedad de comida que se parecía muchísimo a la que tiene la comida china, esto es pollos empanizados bañados en salsas, tiras de carne, arroz; nada especial, nada que atraiga la atención.
Cansado de la comida china de siempre me acerqué a ese puesto y ordené para llevar un pollo en salsa oscura y arroz, cuya apariencia era café y se le veían trozos de almendras. Aunque se parecía a la comida china algo había diferente. Además me dieron un caldito, también muy oscuro.
¡WOW! ¡Qué sabrosa estaba esa comida! La salsa del pollo tenía un sabor dulce pero muy picante, bastante diría yo; con un toque de chile de árbol (que podías encontrar en trozos en el guiso).
El arroz también delicioso, esas almendras daban un toque extra, un sabor diferente. Y el caldo, aparentemente compuesto de sobras de las bandejas, era picante, condimentado; acababa sudando pero feliz.
Nunca le puse mucha atención al expendio, creo que se llamaba Gumbos. Fue mi comida favorita hasta que… Bueno… Desapareció.
Un día llegue a Plaza Real y no estaban, no hubo aviso, sólo se fueron, y no han regresado.
Es tiempo que, cada que voy, volteo a ver a esa esquina, esperanzado que vuelvan a colocarse, pero pasan los años y nada, no regresarán.
¿Coincidencia o maldición? Pues…
4- Crunch Tators

Ésta es otra que siguió la ruta del dodo y de tu ex, que se fue sin decir agua va. Una ¿marca? ¿Versión? De papas fritas de bolsa que se distinguían bastante de las Sabritas o Barcel de siempre por su tamaño, más grande (ahora ya usual), y porque tenían una línea de diseño diferente, como si fueran de otra compañía.
Los Crunch Tators tenían de mascota a un cocodrilo y se encontraba en tres versiones: La normal salada, la versión jalapeño y mis favoritas, A las Brasas.
Los Crunch Tators a las brasas tenían de logo al cocodrilo asando las papas en una fogata, ¿en qué consistían? ¿Qué eran? No sé, ese misticismo hizo que las comprara sólo para saber de qué se trataban.
El sabor era una mezcla dulce con picante (muy parecido al sabor que más adelante encontré en Gumbos, mencionado en el número anterior), un sabor diferente que no era adobado, no era jalapeño, no era nada que conociera previamente, y eran deliciosas.
Mi mamá compraba la bolsa familiar y yo me la acababa viendo Peter Pan y los Piratas por la antena satélite en el canal ZAZ (sí, era un niño gordo).
Un día simplemente dejaron de estar a la venta; en la época previa al internet, previa a los celulares con cámara, el misterio de las Crunch Tators jamás podría ser resuelto, simplemente se fueron para no volver.
¿Qué eran estas papas? Al parecer eran barbecue. En aquel tiempo de traducciones hechas con las patas (Home = Mi Pobre, Alone = Angelito) a las brasas bien podría haber sido traducido como barbecue porque en EU barbecue es una carne asada (brasas = carbón). El sabor barbecue es dulzón con algo de chilito (hoy en día hay papás con ese sabor). Por ello pienso que las Crunch Tators a las Brasas eran papas barbecue en una época donde ese sabor no se conocía.
Se fueron, ¿coincidencia o maldición? Pues.
3- Tienda Gigante

En los 90s, antes de los Walmart y los HEB, o comprabas en Soriana o lo hacías en Gigante, y era Gigante la tienda que quedaba cerca de mi casa en Monterrey.
Gigante era una tienda a la que le guardo profunda nostalgia pues era el lugar en que yo conocía los juguetes, donde compraba mis golosinas, donde jugaba a esconderme entre los estantes de ropa mientras mi mamá veía vestidos que no iba a comprar.
Pasaba las tardes admirando los juguetes en la sección de jugueterpia (que era bastante grande), ahí vi los Dino Riders, los Caballerosdel Zodíaco, los juguetes de Batman Returns, de Terminator 2; era donde se creaban los sueños.
Cada que llegaba la temporada de Halloween decoraban la tienda, ponían un castillito del terror con máscaras, logos y decoración tenebrosa que, sin duda, ayudó a fomentar ese gusto que tengo por todo lo terrorífico.
Pasear en Gigante era mi tradición, en especial en esas fechas festivas. Era donde comprábamos la cena de Navidad, era donde veía los juguetes que iba a pedir a Santa (y que no me comprarían). Era donde compraba mis Crunch Tators, era en su panadería que probé el mejor pan del mundo (una rosca parecida a una dona, pero hueca, deliciosa).
Pero se fue, HEB y Walmart la mataron y Soriana la absorbió, jamás han vuelto a hacer de la tienda lo que alguna vez fue, peor aún, Soriana cada vez es más chica, más vacía.
¿Coindicencia o maldición? Pues…
2- Blockbuster

En esta era digital las tiendas retail están en un grave peligro, de ellas Blockbuster es el mejor ejemplo de lo que la tecnología puede causar pues todo su giro fue absorbido por el mercado en línea, no obstante igualmente se extraña un sitio dedicado a estos pasatiempos que amamos.
Aunque esta tienda duró muchísimos años, yo no accedí a ella sino hasta mi adultez, específicamente a alrededor de 2006, que fue cuando empecé a trabajar y a tener mi propio dinero para gastar. Blockbuster fue la tienda a la que iba prácticamente para todo porque era ahí donde podía obtener todo lo que me gustaba, y al mejor precio (sonó a Trivago).
En Blockbuster podía comprar películas en DVD y BluRay, a precios mucho mejores y con un amplísimo catálogo que no he vuelto a encontrar en ningún otro lado (el triste espacio que Walmart y HEB dedican a las películas es de risa). Durante las promociones de compra dos y llévate gratis el tercero armaba paquetes con los que formé mi colección de películas, esas que me gustan tanto, y llegaba a casa con bolsas repletas de DVD con series completas en ellas.
Ir a la sección de “seminuevos” (útil eufemismo para usado), era genial a la hora de buscar videojuegos a buen precio. Lo usual era encontrar títulos a apenas 250 pesos o menos. Incluso era posible comprar el estreno del mes a un precio considerablemente reducido si es que era copia de renta (aunque tenía una fea etiqueta encima).
Alguna vez incluso tuvieron juegos retro y el precio era de locura, por 300 pesos compré un Game Cube COMPLETO (sin caja), además de ver muchísimos juegos de Nes, Snes y N64 a precios que no superaban los 50 pesos, muchas veces a apenas 10 pesos.
En 2015 las tiendas Blockbuster desaparecieron en México, fueron renombradas como The B Store, con un cambio de imagen, pero no duró mucho y en 2016 todas cerraron. Hoy en día aún quedan algunas de esas tiendas abandonadas, vagos recuerdos de la emoción que alguna vez nos hicieron sentir, extrañando aquellos tiempos en que la gente paseaba por los pasillos y formaba largas filas únicamente para rentar un estreno, aprovechando una preventa o comprando, al mejor precio que había, las consolas de nueva generación.
¿Maldición o coincidencia? Pues…
1- El momento de tener un sitio web exitoso

Ok, no es por quejarme pero me mintieron, creía que tener un sitio web sería sólo gloria, la gloria de tener un sitio web. Pero la realidad es que es un trabajo muy duro, pero cuando veo que hay un comentario nuevo en mi artículo más reciente, sé que están por mentarme la madre los desgraciados.
Alguna vez se pensó que el www era el futuro, y lo es, no creas que soy retrógrada, pero también es cierto que las modas pasan y, lo que alguna vez fuera redituable, a veces deja de serlo.
La llamada burbuja puntocom se originó por el crecimiento que tuvieron los sitios web entre 1997 y 2001 que brindaban servicios con costes de producción bajísimos, pues el simple hecho de estar en la web resultaba una herramienta en que no había un obligado control de calidad.
“Todos hacen dinero con esto del internet” Dijo Homero Simpson al crear compumundohipermegared, y es que, la verdad, siempre llegaban noticias de nuevos ricos que, con una página de internet, se hacían millonarios, algunos simplemente vendiendo el nombre que agandallaron antes.
Así que, por ese deseo de vivir lo que veía en las revistas de videojuegos (otras víctimas de mi maldición) y al no encontrar oportunidades de hacerlo en el mundo editorial (y vaya que lo traté en los 7 años que trabajé en periodismo), 8 años después de reventada la burbuja cree Nerdcast, pensando que llegaría a ser el nuevo Meristation, el nuevo IGN, el nuevo Atomix.
Y aquí estoy 10 años después, no estoy cubriendo el E3 ni los GOTY, no fui a ComiCon, no se me invita a estrenos de las películas más relevantes a fin de emitir una crítica; no, aquí estoy escribiendo sobre cómo ya no puedo encontrar Coca Vainilla en el Oxxo y quejándome porque HEB tiene poca variedad de películas en su sección de entretenimiento.
Creo que es una maldición, ¿no lo crees? Mira algunos ejemplos más:
Mi Chica Favorita, Kristen Stewart, salió lesbiana.
EGM en español desaparece en diciembre de 2008.
Corren a Kojima de Konami, Metal Gear Solid V sale incompleto, P.T. es cancelado y Suikoden queda sin tener una resolución.
Contrato Hostgator por 3 años para Nerdcast, se bloquea por el consumo de CPU a los 3 meses.
Compro un micrófono Shure y una capturadora de video HD para hacer reseñas de videojuegos,se pierde la moda del reseñista de videojuegos.
Vendo mi capturadora de video HD y el micrófono Shure, la moda regresa.
Viajo a Toluca para presentar El Programa GAMER al público que más le podría interesar… Me dan la presentación en medio del torneo que organizan.
Hago un buen amigo que tiene un programa de radio (Sumando Voluntades)… Le quitan el programa.
¿Quién me maldijo? Quien sea ya es suficiente…
Me da la impresión de que tú, como yo, tienes una gran nostalgia por el pasado “físico de las cosas”; y es que, justo ayer recordaba la época en la que uno interactuaba con las cosas (nací en el 93 y me tocó vivir y ver el final del mundo “físico”). Siendo de El Salvador, acá bluckbuster era un punto de reunión obligado en las ciudades; las revistas de videojuegos desataron un “satanic panic” que fue increíble de ver y las volvió ar´ticulos de colecciones (EGM, sobretodo); pero el “mundo virtual”, que nos llegó tan tarde (finalizando la década pasada – ya pronto antepasada, ¡qué horror!), lo desfalcó todo tan rápido, que en menos de tres años todo había desaparecido.
Y ojo, no odio el internet (dentro de poco me titulo de ingeniero informático), sólo digo que nos ha quitado ese “algo” especial que, específicamente en ésta época del año, nos alegraba tanto, quizá por que es la época en que más visitamos familiares, parques y centros comerciales.
Menuda porquería de foro, no hy forma de saber donde estás y yo estoy maldito. Necesito ayuda para matr a 3 hijas de puta que son lo más malo que podáis conocer en la vida