A lo largo de la vida, todos conocemos personas que nos llegan a atraer, y en el caso de los nerds, éstas suelen ser chicas inalcanzables para nosotros. Estas son seis mujercitas que me gustaron durante la escuela, y para hacerlo más interesante, sólo será una por institución, porque así es más rudo.
6- Margarita
La primera niña que me gustó fue Margarita, era compañera de la primaria y la conocí cuando ambos íbamos en tercero de primaria.
Margarita era una niña güerita, muy alta para su edad, de esas que se estiran antes que los hombres; blanquita y delgadita, era una niña con apariencia de muñequita, y claro que me gustaba aun y cuando no sabía para qué me gustaba en aquel tiempo.
Claro que jamás crucé palabra con ella (digo, soy un nerd), y después del tercer año no estuve con ella en el salón sino hasta sexto, y cuando la volví a ver vaya que había dado el estirón pues estaba aún más alta; lo que la hacía verse más delgada.
Y claro, tampoco le dirigí la palabra pero de aquel tiempo hay una historia curiosa y es que, una vez, recibí una llamada en casa, pero no contesté yo sino mi hermana menor, y va a avisarme que me hablaban, que me buscaba Margarita, yo me asusté y le pedí volviera a preguntar de parte de quien y me dejara escuchar, y claramente escuché la voz de Margarita, la de mi escuela, y me asusté así que le dije a mi hermana que dijera que no estaba; nunca volvió a marcar.
Después de eso no la volví a ver pues no supe en qué secundaria se metió, pero me la topé en la Prepa 15, no estábamos en el mismo grupo pero la vi fuera cuando ambos estábamos formados en una fila, ¡y me reconoció! Me dijo algo así como: ¿Jorge, es aquí donde xxxx? (oye, fue hace casi 20 años). Y eso fue todo; lo que sí es que esa última vez que la vi ella ya no era más alta que yo, la verdad seguía siendo bonita.
5- Claudia

Esta es Enid de The Walking Dead, no tengo fotos de la verdadera Claudia pero se parecía.
En la secu conocí a Claudia, bueno técnicamente se supone que la conocí antes pues era hija de un amigo de mi papá y supuestamente ella acudía al mismo Club Deportivo que mi familia, sin embargo no la recuerdo así que, para mí, recién la conocí en la secundaria.
Claudia era otra chica más alta que el resto de los niños; delgada, de cabello negro, lacio y piel entre aceitunada y blanca. No era realmente una belleza pero, por alguna razón, a mí me gustaba mucho; también era muy lista y solía ser la de mejores calificaciones.
Con ella fui compañero en primer año de secundaria pero en años posteriores estuvo en otro salón, claro que la veía en el descanso.
Igual que siempre, nunca le hablé, pero un dato curioso es que el primer día de clases me reconoció, se acercó a mí y me dijo: “¡Jorge, estoy muy emocionada!” Y yo ni idea tenía de quien era ni por qué me hablaba así… y yo de “%&$/ que no respondí.
4- Myriam

Esta NO es Myriam, pero no tengo fotos de ella y la verdad tiene cierto parecido a como la recuerdo.
En la prepa 15 había varias chicas bonitas pero una capturó mi atención desde el comienzo, se llamaba Myriam y era una chavita pelirroja (o castaña), delgada pero voluptuosa, con una cara que, según recuerdo, era parecida a los rasgos de Paty Cantú, o sea un rostro muy afilado y de nariz puntiaguda.
Myriam era sexy, se veía como una porrista, y se veía mamona, del tipo de mujer que desprecia a la mayoría. Claro, nunca le hablé, ni siquiera sé si ella conocía mi nombre, lo que sí es que estuvo presente el día que me dieron una paliza en clase así que quizá recordará al pobre nerd de lentes a quien golpearon sin alguna razón; y claro que después de ese evento, si tenía alguna intención de hablarle (que no la tenía), ésta se murió por la vergüenza.
Alguna vez la encontré en Facebook y no la añadí, en su foto se veía mucho más llenita, traía look de vaquera pero era reconocible que era ella; ahora ya no la puedo encontrar.
3- Nidia
Pero llegamos a una historia con final feliz… bueno casi. Sigue leyendo y sabrás por qué.
A Nidia la conocí cuando inicié mi primera etapa en la facultad de Psicología. Era una risueña chica, un poquito caderona pero delgada, de cabello rizado, pelirroja (pintada), grandes pómulos y una sonrisa que nunca desaparecía; estaba bonita pero, aún más importante, tenía una personalidad magnética, al pasar al frente se ponía a dar pequeños brinquitos, quizá por nervio, y sola se hacía bromas. Una de las primeras cosas que dijo fue que no tenía novio, y claro que tomé nota.
Tomé nota pero no acción, y es que, para variar, no le hablé… pero ella me hablaba, la verdad es que sólo me saludaba y a veces platicaba conmigo, casi siempre eran charlas muy pequeñas y yo me ponía sumamente nervioso pero también me ilusionaba, y es que, en mi mente, siempre recordaba que dijo que no tenía novio.
Pero eso lo dijo el primer día de clases y ya había pasado un año, y como siempre, alguien estaba ahí desde el comienzo. Sin yo enterarme ella ya tenía novio pero, bueno, no es como si yo fuese a declarármele de todos modos… ¿o sí?
Aunque no éramos amigos, sí había buena comunicación e incluso ella a veces me pedía que la dibujara, pues yo me la pasaba dibujando en clase. Y así pasaron los meses y sólo dos personas sabían que me gustaba, una era mi amigo Luis, que a veces llegaba de visita a la escuela, la otra era una compañera, amiga mía, quien fue la que me dijo que Nidia tenía novio…
Pasó más tiempo y yo me mudé de ciudad, dejando así la escuela, así que dije: “al demonio, le diré lo que siento” Y lo hice… por correo electrónico. Le comenté a mi amiga de la escuela que me dijo “¡Pero su novio lee sus correos!” Y yo me quedé frío, pero bueno, no es como si la fuera a volver a ver… ¿o sí?
Le mandé varios correos tratando de disculparme pero Nidia no contestó ni uno sólo (tampoco el inicial), y finalmente el novio me responde, sacando el pecho y haciendo gruñidos (imagino), que ya le pare a mis correos y ahí acabó todo… ¿o no?
Tiempo después Nidia termina con su relación y como yo acababa de terminar con mi ex ambos estábamos vulnerables y… pues… no pasó nada, pero sí comenzamos a platicar y nos hicimos buenos amigos; salimos como amigos un par de veces, lo cual fue como un sueño cumplido… 20 años después y hasta la fecha seguimos platicando, incluso le conté en tiempo real que escribía de ella y me hizo este comentario:
2- Mayra
Cuando entré a diseño gráfico conocí a Mayra, era una chica sumamente bajita de estatura, casi un Hobbit (de hecho le decían Frodo), apenas 1.50 mts, cabello inicialmente castaño claro, alborotado y muy chino, que le llegaba por encima de los hombros; delgada; de apariencia medio punk; y la cara muy muy bonita, rasgos muy finos.
El primer día de clases se me figuró una chava presumida, lo cual la verdad fue una impresión falsa pues resultó ser alguien muy noble y risueña. Aquel día se salió por una ventana para escapar de la novatada, por lo que era medio tomboy.
Con ella pasé cuatro años de carrera y muy pocas veces cruzamos palabra, ella apenas y reconocía mi existencia, sabía que estaba ahí pero realmente no le importaba; sí era risueña pero eso no significa que fuera así hacia mí, además tenía novio, siempre tuvo.
Con los años cambió el pelo de café a negro y finalmente a rojo, su look siempre fue estilo punky y, aunque llegaba bien peinada, al final de las clases se le levantaba tanto como a Robert Smith de The Cure. (Gracias Mayra por hacer la aclaración)
Pocas veces hablamos, finalmente llegó la graduación y no la volví a ver, pero no contento con eso, repetí el error de con Nidia y le mandé un email, y Mayra ¡SÍ ME CONTESTÓ! Muy amable, agradeciéndome mis lindas palabras, y pues ya, realmente no hizo más, ella tenía novio, siempre lo tuvo.
Con el tiempo Mayra se casó y así continúa; a veces (muy raras ocasiones), me saluda o me pregunta algo, e incluso leyó un artículo mío en este, tu sitio favorito, donde hablé de ella; y me agradeció por los recuerdos que le ocasioné.
1- Ana
Y llegamos a mis últimos estudios, cuando retomé psicología, en la misma escuela donde conocí a Nidia, aunque no en el mismo campus. Y esta ocasión, al ser yo ya mayor, más maduro, listo e interesante, seguro no volvería a sufrir igual… pero…
En esta nueva etapa yo era alumno irregular, por lo que estaba en varios salones y conocí así a muchas compañeras que bien podrían estar en este listado, tales como América (con quien salí tres veces pero en plan de estudios), Mayra (otra, no la anterior), Karen (a quien le dije que me gustaba… por Messenger, y me rechazó); pero debo escoger a una y, la verdad, la que más me gustaba era Ana.
Ana era una chava que estaba en uno de los salones avanzados en los que me tocó compartir clase; era una chica muy flaquita, de cuerpo cero grasa, blanca y cabello negro muy lacio, su cualidad más llamativa eran sus labios, similares a los de Chloe Moretz.
Estaba bien bonita la chava y, no miento, quería que llegara el día de clases sólo para verla, sin embargo ella era muy seria y yo muy serio, por lo que la posibilidad de hablar era mínima.
Ana sólo se sentaba en su pupitre y escuchaba, participaba poco y no socializaba mucho con nadie, sí convivía pero parecía limitarse a una amiga y ya. Yo siempre le ponía atención pero, la verdad, pocas veces decía palabra.
Y claro, la estalkié, y así supe que tenía novio, y, ni modo, se veía muy enamorada. Así pasaron los meses y eventualmente ella se graduó y nunca la volví a ver.
En todo mi ciclo escolar nunca hablé con ella, el único contacto que tuvimos fue un saludo de lejos, uno de sus últimos días de clase, pues la tengo en el Facebook y seguramente por eso se sintió inclinada a saludar. Algo agradable de ella, le gustan los animales y es defensora igual que yo, así que seguro no le caía mal.
Lo único curioso es que una vez hice un dibujito rápido de ella y lo publiqué en Facebook, claro que no se parecía pues era más tipo manga, pero ¡ella le dio like!
Y ahí acaba la historia, no hubo nada más que contar pero sí, estaba bien pero bien bonita esta regiomontana.
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