
En el 2008, la generación anterior vio el que fue, a mi consideración, el mejor juego de esa guerra de consolas. Fallout 3, el cual me pareció fantástico, sublime, adictivo. Tras irse de paseo a Las Vegas en un juego lateral como fuera New Vegas de Obsidian, Bethesda finalmente vuelve al wasteland y nos entrega un nuevo Fallout.
Fallout 4 es a grandes rasgos un juego superior a los dos de la generación anterior aunque se ve disminuido en algunos factores que tristemente sí afectan en gran medida la experiencia total. En el lado positivo, Fallout 4 es un título que se juega mucho mejor que los anteriores ya que posees un control más fluido y preciso sobre tus movimientos, armas y disparos. Los anteriores Fallout, en especial el tercero, hacían sentirte torpe durante los tiroteos por lo que habías de acudir frecuentemente al VATS para salir victorioso, si bien aquello era aceptable pues daba más ese toque clásico de RPG. New Vegas añadió las Iron Sights, con lo que facilitó los encuentros y el cuarto juego mejoró la movilidad y la delicadeza de los disparos.
Sí, puedes jugar Fallout 4 casi como un FPS tradicional, las armas son mucho más eficaces esta vez y se comportan más como en Battlefield o Call of Duty que como lo hacían en Fallout 3. No necesitas darles mantenimiento, no necesitas mejorar tus atributos en el uso de una u otra arma, aquí un rifle de asalto se comportará siempre como un rifle de asalto por lo que puedes apagar tu cerebro al jugar.
A diferencia de juegos anteriores donde subías niveles, elevabas diferentes atributos y obtenían algún perk que te daba una habilidad especial y emocionante, Fallout 4 simplifica ese sistema y se enfoca más en los perks. Al subir de nivel realmente no obtienes más que un pequeño boost a tu salud y un punto para tus perks, y es la selección de diferentes perks, asociados a diferentes atributos, lo que realmente eleva tu personaje. Este sistema de juego simplifica mucho la construcción del protagonista pues sólo debes enfocarte en seleccionar una nueva habilidad o una mejora a una habilidad anterior y listo. Sí, es simple y sencillo, pero ello impide una personalización más profunda.
Los gráficos son mejores que en juegos anteriores pero, al ser Fallout 4 un juego de actual generación, realmente se esperaba una mejora más sustancial. El mundo sólo se ve más nítido que antes y tiene más color, algunos modelos de los enemigos se ven bien pero en general no es una mejora muy notoria e incluso me atrevo a decir que no se ve tan bonito como Gears of War 3 o The Last of Us, que, aunque no tengan la escala de un Fallout, son de generación anterior y corren en hardware inferior.
El mundo en Fallout 4, el Commonwealth, aunque supuestamente más vivo que antes, no difiere mucho del Capital Wasteland del 3 o del desierto de Mojave en New Vegas. Aún verás largas cantidades de tierra desierta, color café y el mismo tipo de edificios y casas de madera. La novedad realmente radica en el clima dinámico pues ahora te puedes topar, además del ciclo día y noche, con lluvia, tolvaneras y tormentas radiactivas.
Los personajes no tienen modelados a la altura de la generación actual y se ven más o menos tipo Xbox 360, los enemigos son los mismos de siempre pero al menos en las pantallas de carga puedes ver el modelo y se ven bastante bien si les das tiempo para observar.
Un aspecto que considero muy acertado fue el dotar al protagonista de una voz, lo que le da personalidad. A diferencia de los juegos anteriores, tú ahora sí hablas e interactúas con el mundo, lo que hace que las conversaciones no se sientan tan unidireccionales. Este sistema se parece mucho al usado en Mass Effect en donde tienes diferentes opciones ubicadas en polos de ánimo, la selección no te indicará realmente lo que dirás sino el tono con que lo harás. Aunque a mucha gente le pareció molesto a mí sí me gustó.
La historia es, como suele ser en este género de mundo abierto, sumamente dispersa. Cuentas con varias historias secundarias de más o menos interés, una historia principal que, a mi gusto, es más corta que en juegos anteriores, e incluso tienes un giro interesante en la trama, el cual cambia por completo tu motivación. Pero no es nada especial ni que te haga seguir jugando. La música… es exactamente la misma de los juegos anteriores, con los mismos tracks y las mismas licencias, lo que hace que se vuelva tedioso.
La dificultad no es tan elevada como lo fuera en New Vegas y la mayor parte de las muertes se dan más por descuido que por enfrentar enemigos muy poderosos. Los Deathclaws, si bien siguen siendo duros, no son tan mortales como en el juego anterior. Usaron un sistema similar al de The Witcher 3 en que un ícono rojo te indica si enfrentas a un enemigo por encima de tu nivel por lo que siempre podrás huir y evitar una pelea desventajosa; sin embargo muchas veces fui capaz de eliminar a esos enemigos con calavera y sólo una vez tuve que escapar por lo que la diferencia de niveles no es tan notoria.
Añadieron enemigos legendarios que portan equipo especial, lo que hace que la exploración sea más interesante pues es divertido toparse con uno, aunque la mayoría no son tan poderosos si tienes buen equipo pero es interesante verlos y más retador aún encontrar sus cuerpos una vez que acaba el combate y tuviste que moverte mucho, pero no vas a dejar ese ítem legendario desaparecer, o sí?
Al igual que antes, aún tendrás compañeros que te acompañen en tu viaje. Algo muy adictivo es que puedes mantener una buena relación con ellos, incluso sentimental, y al maximizar la relación obtienes un perk extra relacionado al personaje, lo que es adictivo y te motiva a cambiar constantemente de acompañante, aunque a veces resulta ser trabajoso aumentar la afinidad pues hay cosas que debes hacer que a equis acompañante no le gusta.
Aunque tiene varias cosas buenas, Fallout 4 no me emocionó tanto como los dos anteriores lo hicieran antes. Es largo, me tomó casi 70 horas en terminarlo sin explorar todo el Commonwealth ni llevar a mi personaje al máximo, pero se va haciendo cada vez menos divertido, las misiones secundarias a veces se convierten en una carga y las principales no son tampoco tan especiales. Tiene algunos momentos moralmente interesantes, como los relacionados al Paladin Danse, pero nada que recuerdes después de jugar. Tiene también muchos elementos inútiles o desperdiciados, como lo son la construcción de tus bases, las cuales son difíciles de entender y muy laboriosas de manejar. Hay menos poblados que visitar lo que hace que se sienta más chico y en general a ratos la escala se siente menor. Eso sí, durante todo el juego en Xbox One, casi no experimenté bugs ni tampoco tuve problemas de freezeo, crasheo ni nada por el estilo salvo una o dos veces, lo que en un juego de Bethesda es impresionante. Los tiempos de carga tampoco son tan largos. En general el rendimiento es muy bueno.
Aunque se trata de un muy buen juego, no tiene nada que hacer ante The Witcher 3, el cual es superior en todos los aspectos. Aún así dale una oportunidad a Fallout 4 si te gustaron los juegos anteriores. Aunque es más simple de jugar que sus predecesores, a nivel técnico es mejor, se ve más bonito, se juega más fluido y es más estable. Queda en el limbo el deseo de mejores gráficos y, quizá, un nuevo sistema de juego pues sentí que estaba simplemente ante una versión más pulida de un juego para Xbox 360. Aún así es bueno y recomiendo su compra a todo aficionado a los RPG o juegos profundos.