Uno de los juegos más esperados del 2015 fue el último juego de la serie de Batman que Rocksteady iniciara exitosamente con Arkham Assylum para la generación pasada, tan grande era la expectativa como fue la decepción.
Arkham Knight es un juego sin inspiración que no hace nada mejor que los tres juegos anteriores de la serie, incluido el menospreciado Origins, el cual es incluso mejor que este. Arkham Knight te pone de nuevo bajo la máscara de Batman para enfrentar una vez más a los mismos villanos de siempre, recreando casi por completo la historia de Batman Begins en que Scarecrow planea soltar su gas en todo Gotham y añadiendo la sorpresa del Arkham Knight, quien seguro adivinarás quién es desde el primer instante.
El sistema de juego es el mismo de siempre, te mueves por todo Gotham cumpliendo diversas misiones secundarias y peleando rítmicamente contra enemigos cada vez más difíciles. Los enfrentamientos a puños nunca han sido un problema para Batman pero cuídate si tus enemigos usan armas pues tu resistencia a los disparos es mínima, lo que te obliga a jugar escondiéndote. Sin embargo aquí el stealth es torpe por lo que no te sentirás muy experto al eliminar a tus enemigos.
La novedad y principal fracaso de este juego es el uso del batimóvil. En un juego donde es más divertido volar entre edificios, ahora puedes usar el batimóvil para transportarte más lento por el suelo o para resolver aburridos acertijos; no sé quién pensó que jugar carreras vale como acertijo pero bueno, así lo hicieron.
Lo peor del uso del batimóvil es que éste reemplaza a los jefes. En vez de idear peleas interesantes y creativas contra los villanos de Batman, como antes lo tuvieras contra Bane, Killer Croc, Freeze, Poison Ivy y compañía, ahora los enfrentamientos contra jefes se componen de aburridísimos duelos de tanques, que son largos y tediosos; y para añadir variedad simplemente añaden tanques más grandes; alto totalmente terrible.
Los diálogos y la historia son una burla poco original. El maquiavélico plan del Scarecrow de contaminar la ciudad con un gas del miedo ya lo vimos en Batman Begins, los otros enemigos de Batman apenas y hacen acto de presencia y sus misiones secundarias se repiten igual cada que avanzas en ellas. Convenientemente para los flojos programadores, Gotham fue evacuada por lo que está totalmente vacía salvo por criminales contra los cuales pelear, lo que hace que salvar a la ciudad del gas sea… TONTO. El Scarecrow va a contaminar una ciudad donde sólo habitan él y otros criminales, creo que es el verdadero héroe aquí.
Los gráficos son buenos pero comparados con The Witcher 3 no tienen nada que hacer. El doblaje es mexicano, lo que es muy agradable, pero nuevamente la calidad de las actuaciones no estuvo a la altura de lo que sabemos se puede lograr en nuestro país.
Si The Phantom Pain fue decepcionante, Arkham Knight lo fue más, este juego no tiene cualidades redimibles ni intentó hacer algo lo bastante diferente para valer por sí mismo. La historia es absurda, no hay batallas contra jefes, el Arkham Knight es un niñato quejoso; sólo las constantes apariciones del Joker, al estilo del Club de la Pelea, dan un poco de luz a este pozo de tristeza.
Sí, te puede entretener porque al final sus mecánicas de juego son las mismas de antes, pero estamos hablando de un juego que debió ser excepcional y quedó por debajo de mediocre. Por lo general me gusta conservar los juegos que compro pero este lo vendí apenas lo terminé, así de malo es.
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