Metro 2033 Redux fue un juego que me dejó bastante satisfecho, era una buena mezcla entre el ambiente de Fallout, la violencia de Doom y la oscuridad de Splinter Cell. La secuela, Metro Last Light, fue ampliamente apreciada por críticos y videojugadores, considerada como muy superior.
En su edición Redux, Last Light presenta pocos cambios respecto a lo que se modificó del juego anterior, esto principalmente a que fue el éxito de este juego lo que hizo cambiar al primero, lo que dejó virtualmente intacto a Last Light. Así el juego en Xbox One es simplemente un poco más nítido que la versión original.
Last Light se ubica un poco de tiempo después de los eventos de 2033, cuando te das cuenta que eliminar a los oscuros fue un error. Al más puro estilo de Ender Wiggin, ahora tratarás de enmendar el daño que causaste salvando al último de esa especie, un pequeño oscuro que, por alguna razón está vinculado a ti. Así comenzarás tu travesía, misma que te llevará a salir de la seguridad de tu base militar, la misma que fuera la escena final en 2033 y que ahora está totalmente restaurada, para adentrarte nuevamente a las profundidades del metro de Moscú y explorar algunas áreas de la superficie de dicha ciudad, encontrándote así nuevamente con más mutantes y algunos sobrevivientes, de los cuales habrá algunos buenos y otros… pues obviamente malos.
La historia es este juego no está basada en la secuela real del libro 2033, titulado muy originalmente Metro 2034, en vez de eso el autor preparó una secuela que fuese apta a lo que el videojuego necesitaba. Esto por desgracia no hizo que la historia fuera mejor por lo que estarás casi igual de perdido que en la primera parte, aunque sí se debe decir que hay mejora pues ahora el juego te ofrece más indicios de qué hacer y por qué debes hacerlo.
Gráficamente es como si vieras más escenas de 2033 por lo que jugarlo uno después de otro da una sensación más cercana a un juego único largo, de dos discos, que a dos juegos independientes. Esto es por el retoque gráfico del primero, el cual ya se ve idéntico a su secuela. Todo lo que antes se hacía bien, como la iluminación, sigue aquí, pero no verás nada que te haga sentir una nueva generación, principalmente porque no es de nueva generación.
La música es igual de campirana que en el anterior y los diálogos están tanto en inglés como en español ibérico. Estando ya cansado del doblaje ibérico decidí dejarlo en inglés con subtítulos, el cual no está mal aunque los tipos hablan tanto que a veces no sabes si quedarte quieto esperando a que acaben de hablar o continuar tu camino.
El sistema de juego es lo mismo que antes, las balas siguen siendo tu moneda de cambio, sigues alternando entre stealth y acción directa. Sin embargo en este juego la acción está más pareja, cuentas con más balas y una mayor velocidad de movimiento. Por alguna razón me dio la impresión de ser este un juego más fácil, con enemigos menos resistentes y menos agresivos, varias veces fui capaz de sorprender a mutantes distraídos y matarlos con un disparo a la cabeza.
Los escenarios son menos inspirados que antes, mientras que el anterior tenía esa gran escena de la biblioteca y momentos intensos, aquí casi todo se siente genérico, sacado del manual de clichés del postapocalipsis, con muchos túneles, una rudimentaria escena sobre rieles, que por alguna razón no pusieron antes, balaceras en pantanos y enemigos débiles a la luz, estilo Alan Wake.
Siendo muy realistas, este juego es bueno, pero el anterior me dejó una mejor impresión. La diferencia entre ambos en sus ediciones Redux es muy mínima lo que hace que no se sienta como un juego nuevo sino como más escenas del juego pasado.
En conjunto Metro Redux es una muy buena opción pues te brindará un largo first person shooter de calidad. Sin embargo por separado no son muy diferentes, siendo lo mismo que dije de positivo del anterior, aplicables a este. Es un buen juego.
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