Como fan de la serie MGS desde… el primer Solid (admito que no jugué los primeros 2 en Nes ni en MSX) The Phantom Pain estaba en mi radar desde que se anunció; Ground Zeroes me pareció que tenía un muy buen sistema de juego por lo que era muy seguro que TPP sería genial. Lo compré Día 1 y estas son mis primeras impresiones.
Tras jugar algunas horas de este juego he completado dos misiones principales (más o menos forzadas para que se abran las secundarias), he completado algunos sidequests, he explorado la base (aún pequeña), encontrado a mi perro, vestido a mi caballo, explorado Afganistán y reclutado soldados para mejorar mi departamento de investigación para así tener nuevos ítems y armas.
The Phantom Pain tiene algunas cosas muy buenas y otras en que quizá le pudieron meter un poquito más de ganas. Los controles son iguales a los de Ground Zeroes, muy buenos, precisos, tienes muchas formas de moverte y todo se hace tan fácil que te vas a sorprender en cómo metieron tantas opciones con una configuración tan sencilla de usar, ningún movimiento está desperdiciado como en Guns of the Patriots. Te puedo asegurar que este es el Snake que mejor se controla, así de simple.
Los gráficos son espectaculares, en especial en los personajes, los modelos superan por mucho lo visto en las versiones de consolas de The Witcher 3, el cual sería, hasta ahora, el punto más alto de calidad gráfica en consolas. Por otro lado los ambientes no son tan buenos como en el juego de Geralt, el mundo es más pequeño, mucho menos variado y bastante más vacío.
El mundo es, hasta ahora, el principal punto flaco del juego. Está muy solo, es un desierto y se lo tomaron literal, casi no hay nada que ver. Al igual que en TW3 y que en los Far Cry debes recolectar plantas y algunos ítems pero son mucho menos que en los otros juegos, si bien eso hace que encontrarlos de más gusto, sí hace que avanzar algunos minutos en un terreno vacío se torne un poco aburrido.
El mundo no es muy grande, pese a eso las distancias entre cada punto importante son largas. Eso es porque no hay muchas zonas de interés en medio, no hay poblados habitados por civiles ni construcciones misteriosas que explorar, todo es tierra, pocos árboles y muchas montañas. Puedes usar tu caballo para movilizarte pero eso, siendo un juego de infiltración, te expone a ser visto fácilmente. Cada que decido usarlo casualmente pasa alguien cerca y me descubren, he preferido movilizarme a pie.
Las actuaciones de voz son, como siempre, extraordinarias, pero esta vez Snake habla muy poco por lo que se siente un poco desperdiciada la voz de Jack Bauer en él, este Snake (Big Boss) es muy serio, sombrío y callado. Es un buen cambio respecto a Solid pero es raro contratar a un actor profesional y darle tan poco trabajo.
El Códec está olvidado (para agrado de muchos), ahora puedes reproducir en tu Walkman algunos casetes donde te dan la información que normalmente te darían en Códec y seguirás jugando, pero extrañamente siento que el sonido reproducido se escucha en el ambiente por lo que si estás escuchándolos y tratas de escabullirte serás descubierto, además ese audio tapa las conversaciones de los soldados y es detenido por llamadas in game de radio por lo que a veces son incómodas.
El sistema de upgrades es muy bueno, debes reclutar soldados que harán trabajos en tu Mother Base y así podrás obtener nuevos implementos, eso es mucho mejor que Drebin en el juego anterior pues ahora sí se siente bien implementado en el sistema de juego. Tú estás construyendo un ejército y es lógico que tengas ciertos recursos. Me agrada que, una vez desarrollados, deban enviártelos por helicóptero por lo que no sólo es de hacerlos y ya sino que debes estar a salvo para recibirlos.
La dificultad la siento más baja que en Ground Zeroes, los enemigos están muy tapados, casi ciegos, tienen nula vista periférica y vista de corto alcance, aunque poseen buen oído pues acercarte agachado a sus espaldas tiene su riesgo.
En el poco tiempo de juego me ha parecido que tiene una excelente jugabilidad pero el mundo es repetitivo, las misiones secundarias se hacen en los mismos campamentos, los cuales acabas visitando una y otra vez para completar diferentes objetivos. El juego es muy diferente a los MGS anteriores, menos cinemático, los enemigos son menos extravagantes (sólo he visto a Skullface, a Psycho Mantis niño y a Volgin llameante aunque estoy muy seguro que es una ilusión). No he visto aún al clásico equipo de malosos extraños que suelen participar en esta serie por lo que quizá ni siquiera aparezcan.
Me falta mucho por jugar para darme una idea completa, fuera del prólogo no he estado en espacios interiores por lo que esos ambientes le darían la tan necesaria variedad. Se siente como las escenas abiertas de MGS3 (lo cual es bueno) y parece que este título es lo que Snake Eater siempre trató ser, sin embargo todavía le falta el alma que Kojima solía meterle a sus juegos, esos personajes memorables que mezclaban el realismo de una película de acción de Hollywood con la desfachatez japonesa, habrá que esperar si esos elementos permanecen o fueron removidos.
Por ahora sí, es, al menos en jugabilidad, el mejor juego de Metal Gear, pero en este 2015 tendrá que vencer a The Witcher 3 y a Fallout 4 para llevarse el GOTY y, hasta ahora, The Witcher 3 sigue siendo mejor.
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