Los escritores somos seres omniscientes, omnipresentes y omnívoros, tenemos la capacidad de crear luz y sombra, de dar vida y quitarla a nuestro antojo, de regresarle el impulso vital a cualquiera que lo haya perdido si es económicamente viable; somos creadores de mundos, nuestro poder es infinito.
Al menos lo es en los mundos que creamos, en ellos el escritor tiene el control absoluto de lo que ha sucedido, lo que sucede y lo que sucederá, el azar no existe en la mente creativa, no puede existir, todo está planeado, todo obedece un fin último, las muertes de los personajes más amadas han sido previstas e intencionadas, hay un tirano cuyo poder excede al del villano principal, el poder de decidir lo que habrá de pasar.
Todos los personajes que son creados y desarrollados, han de vivir en algún lugar, no importa su trascendencia o manera de utilizarles, habitan un espacio geográfico que existe en la mente del creador, ese espacio geográfico, ese mundo, es lo que sustenta todo lo que sucede.
El mundo lo engloba todo, héroes y villanos, conflictos, ambientes, por ello es necesario que esté bien asentado, que sea interesante y creíble dentro de un contexto de ficción. Es un mundo falso, todo puede pasar, pero eso que puede pasar debe obedecer algunas reglas que el propio autor ha decidido crear.
Francia de la época victoriana era el mundo de Los Tres Mosqueteros, un reino de honor, lucha, corte, fiesta. Los personajes habían de obedecer al ambiente en que se encontraban, hablar y actuar de modo coherente con sus antecedentes. El conflicto también debía atenerse a esas reglas, en un mundo de monarquía el conflicto era de corte político/amoroso, problemas del Rey y la Reina, deseo de poder del Cardenal.
Crimen y Castigo transcurre en San Petersburgo, en un ambiente frío, neblinoso, de pobreza y dificultades; los personajes deben trabajar muy duro para mantenerse y los esfuerzos laborales, pese a ser arduos, no alcanzan para brindar una vida digna. El mundo en San Petersburgo es desigual, hay quienes tienen mucho y no lo merecen, otros merecen más pero no tienen, una mente piensa que puede remediarlo, al menos para él, que un crimen puede estar justificado si obedece a un fin mayor para todos, Raskolnikov planea un golpe que le dé las armas para una vida mejor.
La Cabaña del Tío Tom transcurre al sur de los Estados Unidos, en una época de odio racial, segregación y esclavitud. Lo habitan sujetos que, por un lado, se ven beneficiados de las diferencias raciales, mientras que otros están afectados por ello. Varios personajes enfrentarán diferentes aventuras en ese ambiente, algunos buscando su libertad, otros tratando de salvar a quienes lo necesitan, los hay quienes tratan de enriquecerse, de los que creen que no obran mal, que tienen el derecho. Un mundo creado que define lo que habrá de suceder.
Star Wars trata de unos sucesos a gran escala, ocurridos en otra galaxia (y en el pasado); una enorme guerra en contra de un Imperio opresivo, un grupo de rebeldes que buscan derrocarlo, una antigua orden que protegía a los inocentes y que se ha visto perseguida a causa del riesgo que representa para quienes están en el poder. Granjeros que sueñan con ir más allá, con dejar la arena, contrabandistas buscando hacer dinero brindando ayuda a alguno de los bandos. Una gran historia detrás, una profecía de un salvador y redentor, una maldad que se ha venido gestando por años, planetas azotados por la amenaza que se rebelan o son destruidos. El mundo de Star Wars compete una larga serie de películas y sigue creciendo, con cada personaje, con cada ambiente, una nueva oportunidad de historia, aún y cuando acaben por rehacer las tres originales en su argumento.
El mundo creado por el autor es el que define lo que habrá de ocurrir, es lo que otorga el tono e indicará a los personajes cómo habrán de comportarse; genera reglas e impone límites y es la manera de tergiversar esas reglas, de superar esos límites, lo que causa una buena historia, una digna de ser contada. Es el cambio coherente, inesperado pero probable, lo que causa el impacto último, es la propia imposición de reglas y la búsqueda de modificarlas lo que hace una historia que merezca ser leída, que uno desee contar.
Creador y destructor de mundos
En mi libro, El Programa GAMER, los eventos ocurren en un mundo habitado por seres humanos, en una región sin especificar. Existen varias pistas de en dónde se encuentran, de la zona geográfica en que ocurre cada hecho, desde la manera de comportarse, las referencias históricas que los personajes dan en sus diálogos, sus recuerdos o las explicaciones ambientales, las distancias entre un lugar y otro, son los indicadores de en dónde están parados, eso comienza a imponer reglas.

Conocer qué montaña es esta te ayudará a saber en dónde están colocados los personajes.
Es un mundo muy normal, apegado a las leyes y costumbres que a todos nos rigen, pero sumido en una situación anormal pero predicha, el fin del mundo, el apocalipsis bíblico; es un momento en que el infierno deja salir a sus habitantes, permitiéndoles vagar la tierra y hacer en ella lo que quieran.

Esta es una ciudad real
Y la humanidad se defiende, trata de sobrevivir, se apega a viejas tradiciones. Se esconden y rehacen lo mejor que pueden su normalidad, pero ya no se puede tener esa normalidad, hay cosas afuera, monstruos voraces que atacan a todo lo que tiene vida; monstruos desconocidos para los que la humanidad no estaba preparada y contra los que no tiene armas eficaces.
¿Y cómo tergiversar esas reglas? ¿Cómo cambiar al apocalipsis bíblico? El mundo es muy parecido al nuestro, aplican las mismas reglas; la situación se ha descrito antes, en profecías, en sueños, en textos de diversas religiones; ¿cómo hacer que eso cambie pero que, al mismo tiempo, sea coherente?
Eso es algo que tendrás que leer para comprobarlo. El Programa GAMER está disponible en formato físico y digital desde Amazon; el costo del físico es de 450 pesos más envío mientras que el digital sólo cuesta 106 pesitos. Otra alternativa es directamente conmigo, en la sección de Tienda, donde el precio te será un poco menor a cambio de una espera más prolongada por obtenerlo.
Espero te animes a comprar alguna versión de El Programa GAMER, le darías una gran ayuda a este colega soñador, que siempre ha deseado contar una historia, que preparó a sus personajes desde hace casi veinte años, madurándolos, adaptándolos, hasta que finalmente pueden estar en tus manos, pueden contarte eso que te quiero contar. No es por el dinero, la ganancia en cada formato es ínfima, si es que la hay, sólo deseo ser leído por ti, que me digas qué te pareció y me ayudes a hacerlo mejor la próxima ves.
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