Quizá leíste mi artículo titulado: “Mi historia de Catfish: Un año en una falsa relación por internet” el cual puedes leer aquí, donde conté una historia de amor por internet en la que estuve involucrado y que se desarrolló entre abril de 2017 hasta diciembre de 2018 cuando se cortó toda comunicación.
Era la historia de Sonia Judith López Treviño, una supuesta chica de Puebla que vivía en Ramos Arizpe, Coahuila, quien decía dedicarse a la ingeniería y que supuestamente trabajaba en la empresa Magna.
Para resumir la historia, me salió en mi sección de personas que tal vez conozca de Facebook, le mandé solicitud y de inmediato mostró un extraño interés en mí, lo que derivó en una relación a distancia que se prolongó debido a que, aunque decía vivir en Ramos Arizpe, por trabajo se encontraba en Silao, Guanajuato. No obstante decía que pronto volvería al acabar el proyecto.
Si quieres conocer TODA la historia da clic en el enlace, pero para que no leas tanto, simplemente nunca se dio ese encuentro por causa de diversas situaciones extrañas que Sonia decía le pasaban y que le daban la excusa para no retornar. No obstante sus historias eran inverosímiles, trágicas y se conjugaban con incoherencias de su parte, como la no existencia de su CURP de acuerdo a los datos que me había dado, y a una entrega de un arreglo florar que le mandé y el cual el que ella dijo haber recibido no era el que envié. Durante todo el tiempo que “estuvimos juntos” no hubo videollamada pues “su cámara no funcionaba”, no obstante sí hablamos por teléfono (tengo incluso tres audios) y me mandó muchas fotos.
Las fotos eran la clave de todo y lo único que tenía de seguro es que existía una persona que era la de las fotos. ¿Quién era esa chica? Esa era quizá la principal duda pues todos mis sentimientos de aquellos años estaban volcados hacia esa figura de una chica que yo llegué a pensar se llamaba Sonia Judith López Treviño.

Los años posteriores al cese de la comunicación, ya en 2019, los dediqué a hacer esfuerzos para encontrar a la chica en cuestión. Buscaba entre los contactos que la supuesta Sonia tenía en su red social pero sin éxito. Hice diversas búsquedas reversas en Images Google, Yandex y otras más pero nunca encontraba resultados concluyentes.
Durante la investigación que realicé puse atención a las fotos que tenía de esa chica, analicé los fondos buscando algún indicio que me dijera en dónde podría encontrarse, las personas que la acompañaban. Previamente “Sonia” me había hablado de su “familia” y de “amigos” así que busqué por diversos medios pero nada.
No había imágenes de ella en ningún otro sitio, tampoco había otra red social. No estaba en Instagram ni en LinkedIn, literalmente no había nada de ella fuera de su perfil de Facebook el cual borró a inicios de 2020 y, junto a ella, se eliminaron todas las cuentas de su “familia y amigos”: La de su hermano César Iván López Treviño, la de su gran amiga Lily Sotelo, la de su primo Óscar Lira López, quedando únicamente una sospechosa cuenta de un amigo llamado Luis Fer Xicoténcatl, la cual sigue activa al momento de este texto.

Así Sonia Judith López Treviño se desvaneció de la tierra física y digital. Seguí haciendo búsquedas en diferentes sitios, inicié un thread en Reddit sobre el tema del catfishing, mismo que puedes leer aquí, e incluso publiqué el artículo mencionado de la historia. Sin embargo nada llegó a arrojar una luz al misterio, nadie la conocía, nadie podía identificar algo de ella.
Lo único claro es que la chica era bonita, no concordaba la timidez y baja autoestima expresada por Sonia con la extroversión de sus fotos. Asimismo era evidente que sus fotos eran muy buenas, bien trabajadas, profesionales. Quien las tomara debía tener talento en esa área.

Los comentarios de familia, amigos y en Reddit eran del típico: “Ya déjala ir”, pero en una personalidad obsesiva como la mía, que recuerdo el nombre del niño de kínder que hizo que la maestra me quitara un juguete de Star Wars en 1987, dejar ir no era posible. (Por cierto, Toñito Tamez del kínder Rebsamen de Monterrey, eres el siguiente).
No te confundas, mi obsesión nada tenía que ver con amor pues emocionalmente yo ya estaba “en otro lado”. Era más una cuestión de duda, de misterio, de desentrañar aquello que se oculta. Mi curiosidad me impulsaba a seguir buscando de cuando en cuando.
Ya antes había usado el sitio Pim Eyes, el cual igual que Yandex e Images Google, no había resultado de utilidad para identificar a la chica. Las búsquedas sólo me arrojaban datos genéricos de personas con leve similitud a la chica que yo buscaba. Eso fue hasta que, ya en junio de 2021, salió una imagen que puedes ver a continuación.
Pim Eyes no era un servicio gratuito y el formato gratis no te decía dónde estaba la foto ni la podías ver completa, sólo era visible la cara de la persona pero era evidente que ¡era ella!

Finalmente una búsqueda había encontrado la cara que pretendía localizar. La cara de quien yo pensé era Sonia estaba ante mí, a un clic de distancia.
Así que pagué el servicio de Pim Eyes a fin de liberar esa información y de ese modo pude llegar a la fotografía, la cual se encontraba en una página donde se hablaba de la Tercera Muestra Internacional de Cine Documental, y ahí, sosteniendo un folleto, se encontraba la chica que se suponía se llamaba Sonia Judith López Treviño.
https://filmfreeway.com/CENTRAL-DOCMuestraInternacionaldeCineDocumental/photos
Pero no había nombre. Tenía la foto, tenía a la chica y tenía un evento, eso era más de lo que tenía anteriormente.

La foto decía el nombre del evento y de una ciudad, Tlaxcala. Así que me puse a buscar el evento y di con el sitio Central Doc, así como con algunas notas periodísticas del evento donde pude ubicar el nombre de la otra chica.
https://www.centraldoc.com.mx/
“Si ubico a la otra chica quizá podré ubicar a la que busco”. Pensé. Así que me puse a investigar en las diferentes redes y notas en las que salía, pues la otra chica era la organizadora del evento por lo que era muy activa socialmente.
Llegué a Facebook y no encontraba nada por lo que me puse a buscar en los likes, amigos, comentarios, hasta encontrar algo que me diera un indicio. Así di con «Lily Sotelo», la supuesta gran amiga, así como con la supuesta hermana fallecida de Sonia en 2017, vivita y coleando en fotos de 2021.
El sentimiento fue mágico, di con personas relevantes en la historia de Sonia, y por supuesto que no se llamaban como se me había hecho creer, no era Lily sino Mónica (de la hermana no recuerdo el nombre falso). Buscando más profundamente encontré al supuesto Luis Fer Xicotencatl y, un poco después, me topé con el rostro que buscaba, el rostro de la persona quien pensé era Sonia Judith López Treviño. La chica estaba ahí, sonriente, al lado de Mónica y del otro sujeto de quien aún desconozco su identidad. Así di con ella, Figarola Kirei.
Tras investigar un poco encontré su Twitter, su LinkedIn y su Instagram, así como una página web de diseño gráfico y fotografía. La chica en cuestión era una diseñadora gráfica que trabajó para Central Doc en el evento mencionado. Finalmente el misterio se estaba resolviendo, ¿o no?
Faltaba contactar a la chica, saber si ella estaba enterada de todo, quizá ella conocería a la persona detrás de la cuenta de Sonia Judith López Treviño.
Pero no me respondía, tras un poco insistir pudimos establecer contacto por Instagram donde me dijo que no sabía quién era yo y le conté la historia. Se mostró amable e interesada en saber del tema y aseguró no saber de alguien que pudiera estar haciendo eso con sus fotos. Le hablé de las otras tres relaciones de Sonia, las cuales también desconoció y finalmente le envié los audios que tenía de la chica.
Lamentablemente dijo no reconocer la voz por lo que, al momento, la identidad de la persona detrás del teclado (que noventero me veo), sigue siendo un misterio. Sin embargo el haber ubicado a la chica verdadera y a varias personas de su red social que fueron usadas para hacer esa historia descabellada de Sonia Judith López Treviño fue un enorme avance. Sentí una gran satisfacción tras haber descubierto la mitad de ese misterio, una especie de cierre verdadero que no se puede alcanzar con simplemente dejar ir.
¿Quién estaba detrás del teclado realmente? Todavía no he descubierto a esa persona pero quizá algún día lo sabré. Por el momento estoy tranquilo por haber desentrañado ese misterio que me acompañaba desde 2017. Pero la investigación seguirá y encontraré alguna vez las respuestas.
Por otro lado si “Sonia” está leyendo esto, te doy la oportunidad de decirme la verdad directamente. No te guardo rencor ni deseo causarte algún daño, sólo quiero saber la verdad de todo lo que me involucró. Desde que “finalizó” nuestra “relación” varias personas me han enviado solicitud de amistad, supongo que alguna puede ser “Sonia”. Si me lees contáctame y tratemos de finalizar esta historia de un modo bueno para ambos y llegar así a una tercera parte de esta investigación, una en que encontremos el cierre definitivo.
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