Dejé a Nintendo tras la decepción que me fue el terrible Nintendo 64 y su política de juegos que dejó de lado todo lo que el Super Nintendo llegó a ser (si quieres saber más de eso puedes leer en estos enlaces aquí y aquí). A destiempo me he hecho de consolas de Nintendo pero sólo para coleccionar. Sin embargo la salida de Metroid Dread me motivó a comprar un Switch para poderlo jugar y así aquí tienes mi primera reseña de un juego de Switch.
Metroid Dread es un juego que se nota se encuentra ligado a la línea temporal de la serie Metroid que comenzó con el primer juego de NES. En mi caso yo comencé a jugarlo con Super Metroid en 1994 y se convirtió en mi juego favorito de ese tiempo.

Sin embargo Nintendo, fiel a su costumbre de decepcionarme, dejó aislado a Metroid durante años posteriores a Super Metroid pues se brincó totalmente al Nintendo 64 y se fue por otra dirección con la serie Prime. No obstante la historia original siguió con Metroid Fusion del año 2002, solo que ese juego fue para una consola portátil, el Gameboy Advance. Años después lo jugué, lo acabé y realmente no era lo mismo que Super Metroid.
En 2021 Nintendo finalmente decide lanzar una continuación a esa cronología con Metroid Dread, siguiendo a los eventos en que Samus se infectó con el parásito SA-X que le quita sus habilidades y modifica su atuendo. A esas alturas Mother Brain está muerta y los Metroids están aparentemente extintos. Sin embargo Samus es encargada de investigar la existencia de nuevos parásitos SA-X y se encuentra con un guerrero chozo que le patea el trasero. Ahí necesita iniciar una nueva aventura para salir del planeta, erradicar a los SA-X y salvarse de algunos guerreros chozo y del parásito SA-X, así como de unos súper poderosos robots que han sido tomados por su enemigo.

Metroid Dread es el Metroid de siempre en cuanto a jugabilidad. Es un juego 2D donde Samus investiga un mundo interconectado que se abre gradualmente conforme consigue habilidades, las cuales son prácticamente las mismas que usa en cada juego y que posteriormente pierde para justificar volver a jugar. La movilidad es buena pero lamentablemente cae en el uso del joystick debido a un sistema de apuntado que vuelve al juego impreciso ya que requiere constantemente que el jugador se mantenga quieto para apuntar en 360° mientras recibe ataques enemigos. Es francamente posible adaptarse pero hubiera preferido el sistema de Super Metroid con el pad.

Las habilidades son casi todas las mismas de antes: morph ball, screw attack, space jump, misiles, súper misiles, power bombs y más. Salvo un par de agregados es básicamente el mismo personaje de 1994. Igual que antes Samus debe conseguir incrementar su capacidad de misiles y sus tanques de energía, así como obtener el Varia Suit y Gravity Suit de siempre. La parte del desarrollo de habilidades es un retroceso pues no manifiesta una evolución del personaje. Samus se mantiene anclada a repetir la misma historia de volver a ser quien era una y otra vez.

Metroid Dread da a Samus algunas nuevas habilidades como un counter, visto en Return of Samus de Nintendo 3DS, así como una barrida. Las habilidades le dan más dinamismo pero no son muy útiles y el juego parece sólo necesitarlas durante ciertos momentos.
El planeta que Samus investiga, ZDR, cuenta con diferentes áreas temáticas como Artaria, Ferenia y más. Igual que antes cada zona tiene un tema y un estilo que nos remiten a Súper Metroid, aunque en esta ocasión no se me quedó grabado ni el nombre ni la temática.
Cada zona cuenta con algunos jefes y minijefes que usualmente te proporcionan más habilidades. Extrañamente Kraid retorna aunque Ridley sí que quedó bien muerto pues no es siquiera mencionado. Las batallas contra los jefes son entretenidas y retadoras, y usualmente no tienes posibilidad de postergarlas.

La característica más relevante de Metroid Dread son los EMMI, unos robots que resguardan diferentes zonas de cada una de las áreas. Los EMMI son indestructibles y perseguirán a Samus durante sus áreas respectivas, obligándote a correr y escapar. Si bien esa mecánica se trata de la adición del juego, la realidad es que fue mi parte menos favorita ya que modifica totalmente la manera en que se juega un Metroid y lo vuelve un festival de huir. Eventualmente podrás matar a todos los EMMI y así las zonas son como un Metroid de siempre, sin embargo en lo que eso ocurre se siente que las áreas explorables de Metroid Dread pierden en tamaño.

Gráficamente me gustó, no es un juego sumamente visual pero me pareció agradable la parte visual. Jugué en un Switch Oled en modo tv y no tengo quejas. El nuevo diseño de Samus me gustó bastante e incluso pienso que su traje básico es el mejor a la fecha. Lamentablemente su traje cambia con el Varia y luego con el Gravity Suit, éste último se ve bien pero los tonos del Varia no me gustaron nada.



Nuevamente Samus no habla, todas sus expresiones se hacen mediante su movimiento corporal. No lo voy a negar, Samus es sexy y se mueve de una manera realmente cool en ese traje y con esas poses. Manifiesta un comportamiento valiente y resuelto, pero sí pienso quedarle personalidad y voz hubiera sido un acierto.
En cuanto a historia Metroid nunca ha sido destacado, es interesante enfrentar guerreros chozo pero realmente no hay mucho más. Simplemente estás ahí acabando con la fauna y flora de ZDR y enfrentando de vez en cuando a enemigos conscientes.
La música tiene esos toques clásicos de Metroid que elevan el pulso, aunque es en su mayoría ambiental. Me gustó aunque no recuerdo ninguna tonada de este juego.

En general Metroid Dread me gustó, me tomó casi 17 horas acabarlo con el 100% de los objetos a descubrir. Es un juego retador, morí muchas veces en varios puntos y los EMMI eran frustrantes. Me parece un buen juego pero queda corto al llevar ese nombre. Los juegos del tipo Metroid han crecido mucho desde los tiempos de su creador y en Metroid Dread no se ve esa evolución. Es sumamente inferior a Ori y a Hollow Knight e incluso es inferior a otros menos populares como Strider. El juego es bueno pero es más su nombre y su pedigrí que lo que realmente hace como videojuego. Es por ello que considero es un título bueno pero no legendario.

Una buena secuela de la serie que tanto amamos pero a la que ya le falta renovarse en todos sus aspectos.
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