Cuando terminé Metro 2033 acabé con un agradable sabor de boca así que quería seguir en el interesante mundo del metro de Moscú. Metro 2034 es la secuela que ocurre un año después.
Las cosas han cambiado, la amenaza de los oscuros ha sido eliminada y aunque los habitantes del metro viven en constante asedio por las criaturas mutantes de la superficie, así como por el poder de ultratumba que existe en la red del metro, eso son cosas de todos los días. Ahora nos enfocamos en un pequeño asentamiento al extremo de la red del metro, uno que sufre ataques constantes de monstruos, y aún así su mayor preocupación es que tres tipos que salieron de paseo no han regresado.
La historia en Metro 2034 no es muy buena, trata de una plaga que amenaza a los habitantes… y ya. Y como siempre ante una plaga hay dos opciones cliché, o matas a los infectados o encuentras una cura milagrosa y… de eso se trata el libro. Es un cuento clásico de infección cuyo final es predecible y que no es realmente muy entretenido.
El misterio y lo paranormal que existía en Metro 2033 y que aderezaba la historia principal ya no está presente. El poder que los túneles ejercen sobre los habitantes ya no es explorado como tampoco lo es la lucha de clases o las diferencias de ideologías. Simplemente se trata de tres personas que salen a la búsqueda de solucionar el asunto de la plaga.
Es interesante el regreso de Hunter, el badass del primer libro que le encargó la misión a Artyom y quien pensábamos que estaba muero. Pues no lo está aunque sí quedó traumado por su experiencia y se ha convertido en un monstruo sediento de sangre. Hunter toma el rol protagónico y es un personaje interesante, el más agradable del libro, que se desliza entre ser un maniático asesino y ser un asesino menos maniático… pero al menos es un soldado muy competente.
Lo acompaña Homero, un viejo que quiere escribir un libro y que claramente representa al autor. Finalmente una chica va con ellos, Sasha, quien hace retroceder unos 50 años los avances del feminismo por tan mal que está escrito.
Además de ellos tenemos un breve y poco inspirado regreso de Artyom, en un papel muy menor, y de Melnik, quien tampoco hace mucho por la trama. También está Leonid, un músico que a decir verdad es más o menos interesante debido a la malicia que puedes sentir que tiene.
De Homero hay poco qué decir, simplemente está ahí y se obsesiona con escribir un libro inútil, Sasha por su parte es un personaje tristísimo. Una mujer a la que le ha pasado todo, débil de carácter, crédula, inocente, desvalida, que se enamora de Hunter porque… pues porque es el primer hombre que no es su papá con quien se topa y que no la quiere violar. Su relación con Hunter es forzada y el personaje es bastante olvidable.
Aunque no se trata de un libro 100% aburrido, sí es inferior al anterior y eso es una lástima. Si te gustan las historias postapocalípticas te puedes entretener un rato con este. No es muy largo, no es muy caro y, a diferencia de su antecesor, a este sí lo puedes encontrar en librerías y a un precio adecuado de cerca de 150 pesos. Para lo que cuesta es recomendable, pero recomiendo que mejor inviertas los 500 pesos que cuesta Metro 2033, tendrás una mejor experiencia con él.
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