El tema de la segregación racial, la desigualdad social y la xenofobia ha vuelto a estar en boga gracias al reciente triunfo de Donald Trump, y es que pareciera que Estados Unidos no ha aprendido nada después de la Guerra Civil. En La cabaña del tío Tom la autora narra la vida de varias personas de color en el sur de Estados Unidos.
Harriet Beecher Stowe publicó en 1852 esta obra que trata de la vida de los esclavos negros al sur de Estados Unidos. La novela va más allá de simplemente mostrar las condiciones inhumanas predominantes en aquel tiempo pues también explora a la otra mitad, a la población blanca, la cual no es necesariamente carente de sentimientos por lo que podemos ver un abanico de emociones, desde los que repudian a la esclavitud hasta aquellos que ven a la raza negra como seres sin valor más allá del material por los ingresos que representan.
El protagonista de la novela es Tom, un hombre negro que ha vivido felizmente como esclavo de una familia que lo aprecia, tanto a él como al resto de sus «posesiones». Tom era un esclavo modelo, fuerte, fiel, devoto, dispuesto a sacrificarse por todos los demás, ya sean sus amos (que lo aprecian mucho) o por otros esclavos. Pese a las condiciones inhumanas que conllevan la esclavitud, Tom era feliz.
Diversas situaciones de índole económica obligan a sus cariñosos dueños a deshacerse de él para pagar unas deudas y es ahí donde comienza la dura travesía que Tom habrá de soportar; arrancado de su esposa e hijos, de una familia amorosa y vendido como producto sin saber a dónde llegaría a parar, lo que lo obligará a hacer uso de toda su fe para resistir las condiciones que habrá de enfrentar.
Además de Tom vemos diferentes historias que corren paralelas a la de este personaje. Junto con él fue vendida el hijo de otra de las esclavas de la primer familia por lo que, para salvarlo, decide huir junto con éste, convirtiéndose en fugitiva y viéndose forzada a atravesar diversas penurias en su camino hacia la libertad. En ese viaje tanto Tom como ella (Eliza), conocerán a diferentes personas, algunos serán aliados y bondadosos mientras que otros serán ruines y malvados.
La cabaña del tío Tom es una historia muy trágica que retrata las condiciones de vida de la raza africana en suelo americano durante el siglo XIX. Relata escenarios desgarradores de madres separadas de sus bebés al ser comprados por personas diferentes, a familias desgarradas por el lucro de la raza blanca, a buenas personas que sólo pueden ver cómo es el mundo a su alrededor, sin poder hacer algo para cambiarlo.
Es una historia con una fuerte connotación religiosa, todo el tiempo Tom y otros esclavos acuden a la religión para encontrar fuerza y esperanza que les permitan soportar una vida dura de la que sólo la muerte es la escapatoria; más de una ocasión sollocé un poco mientras pasaba las páginas cargadas de sentimiento y angustia; no es una historia muy emocionante en sí pero tiene la fuerza de sus personajes y es verdaderamente conmovedora.
Sin embargo a momentos se torna aburrida, tiene situaciones que, como la vida misma, muchas veces carecen de significado o no entregan un desenlace digno. El final también es bastante amargo y cae en lo improbable para dar un giro de historia que, aunque en su época de publicación quizá no se sintiera como trillado, en nuestros días se ve como algo sacado de la manga. Sin embargo tiene suficientes cosas buenas para ameritar su lectura (si bien me tomó muchísimo tiempo el terminarlo pues no es muy atrapante) y por su bajo precio y relativa facilidad de compra (lo he visto incluso en Soriana) resulta recomendable, en especial en estos días en que parece que Estados Unidos ha olvidado su pasado y el racismo vuelve a tomar fuerza en ese país. Propongo enviarle unas cuantas copias a Trump.
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