Las historias de Sherlock Holmes son famosas por la capacidad del personaje de ver lo que otros no pueden ver, de notar ciertos detalles tan minúsculos, e indirectamente tan relevantes, que hacen que cualquier otro en la historia aparente una edad mental de cinco años. Extrañamente es El Valle del Terror su mejor libro y se trata de uno en el que Holmes casi ni sale.
En general los cuentos de Holmes son cortos y están agrupados en diferentes colecciones como son Las Aventuras de Sherlock Holmes, Las Memorias de Sherlock Holmes y demás. Son una serie de libros compuestos por varios relatos cortos que no guardan mucha relación entre sí pero que fueron los que llevaron al personaje a la fama. Además de estos relatos Holmes cuenta con cuatro libros completos: Estudio en Escarlata, El Signo de los Cuatro, El Sabueso de los Baskersville y El Valle del Terror, siendo este el último y el mejor.
Similar al concepto de Estudio en Escarlata, El Valle del Terror es un libro dividido en dos mitades muy diferentes pero, a diferencia del primer libro, la segunda mitad aquí sí es buena. La historia trata acerca de un misterioso asesinato ocurrido en una localidad tranquila y apartada; como es normal, Scotland Yard no sabe qué hacer y acude a Holmes para obtener alguna guía. Entonces este personaje, junto a su amigo Watson y a un par de oficiales sin importancia, irán desenmarañando una historia que involucra una sociedad secreta, un club de homicidas y un asesinato muy extraño, y todo esto sólo en la primera mitad.
Es esta primera parte la que involucra a Holmes pero, a diferencia de lo que leerás en otras reseñas de este libro, yo noté a un Holmes disminuido, con menor capacidad deductiva y mucho más lento y torpe que el personaje casi invencible al que estaba acostumbrado, tampoco mostró casi nada de su elocuencia verbal ni su cinismo habitual. El Holmes del Valle del Terror es un personaje al que se le siente alguna fatiga argumental de parte de su autor, Arthur Connan Doyle.
Pero es la segunda mitad, la cual ocurre cuando se resuelve el extraño caso del asesinato del señor Douglas, la que hace que este libro sea algo especial y debo decir que me vi muy sorprendido por ello. Yo compré esta edición (de Alianza Editorial por cierto, con un hermoso encuadernado) esperando leer a Holmes y preocupado por tener medio libro desperdiciado en una historia aburrida y con personajes que a nadie interesan (justo lo que sucedió en Estudio en Escarlata) más me vi gratamente sorprendido con una emocionante historia de crimen y con personajes tan interesantes como el propio Holmes.
La parte dos del libro narra sucesos que ocurrieron aproximadamente veinte años antes del asesinato con que este libro comienza y ocurre muy lejos de los parajes de la Inglaterra victoriana que tanto me gustan, específicamente sucede al oeste de Estados Unidos, durante la época de la fiebre del oro, en que un personaje misterioso y con mirada feroz decide probar suerte en un lugar apartado donde se decía que cualquiera podría hacer mucho dinero y donde la ley no alcanzaba a sus pobladores. Dicho lugar era un pequeño pueblo que era controlado por una organización criminal que, cual México actual, se encargaba de mantener asustados a los pobladores, enriqueciéndose al mismo tiempo mediante chantaje, asesinatos, sobornos y más linduras propias del mundo del crimen.
Nunca imaginarás que una historia de Sherlock Holmes brille más cuando el personaje no aparece pero ese es el caso. La historia del pueblo estadounidense y el grupo criminal que lo mantiene sumido en el terror (de ahí el nombre Valle del Terror) es la parte más fuerte de este libro, con villanos interesantes, un ambiente que hasta es descrito como apocalíptico y un protagonista con tanta o más calidad que el propio Holmes, que se ve inmiscuido en la organización criminal, en donde rápidamente asciende gracias a su valentía, rudeza y violencia interna.
La única queja que puedo decir de este libro es la mención a Moriarty, el cual, como mencioné en mi artículo Los seis villanos más geniales… de la literatura, sigue sin impresionarme. Según leerás en fuentes como la Wikipedia y en muchos otros análisis de este libro, y cito textual: «Si bien la maléfica sombra del profesor Moriarty planea sobre toda la novela, es en esta primera parte donde su presencia es más real. Holmes se refiere a él como «el más grande maquinador de todos los tiempos, el que organiza todas las maldades, el cerebro que rige los bajos fondos». Realmente la presencia de ese personaje es bastante timorata y se siente más un Deus Ex Machina para hilar esta historia con El problema Final. Yo, que también hago personajes, puedo notar cuando alguna parte de la historia es hecha al aire, tratando de tapar cabos sueltos y la mención a Moriarty es una de esas, añadido simplemente para vender más.
Afortunadamente Moriarty es realmente una parte pequeñísima de este libro el cual brilla por sí mismo, convirtiéndose en el mejor de los cuatro que componen la historia fuerte de Holmes. Si eres aficionado a este personaje realmente te recomiendo te hagas de esta historia, si bien no es la mejor de Holmes per sé, sí es el mejor libro en donde Holmes participa, como dije, irónicamente gracias a otro personaje.
¿Y los otros tres libros? Los leí hace tiempo pero los volveré a leer para decirte qué tal están.
Estoy en desacuerdo contigo pero coincido en ciertos puntos:
* Se nota que Conan Doyle ya estaba muy cansado del personaje, por eso vemos un Holmes tan lento, torpe y parco, que sería la burla del que conocimos en Estudio en Escarlata (vaya que demorarse aproximadamente 60 páginas en resolver un misterio que se podía resolver en 5 minutos con solo examinar la mano del cadáver…)
* Sin duda la segunda historia es mucho mejor que la primera.
Ahora mi desacuerdos son:
– No concuerdo en la comparación que haces de la historia de The Scrowers con la Jefferson Hope, dando a entender que la segunda es basura; ambas tienen mucho puntos en común, los suficientes para considerar a la primera una versión revisada de la segunda. La diferencia principal es el género; en The Scrowers estamos ante un noir prematuro con algunos de esos toques depresivos del neo-realismo que tanto había en la literatura hispanoamericana de principios del siglo XX, la otra es una historia de terror/misterio bastante digna. Yo aún me pregunto cómo hacían los de esa secta para dejar los mensajes en la casa.
– Estas en un error (en mi opinión) al decir que este es «La mejor novela de Sherlock holmes», precisamente porque Holmes es un personaje secundario en todo el cuerpo del libro, esta es a mi juicio la peor «novela de Sherlock Holmes», pero una de las mejores de Doyle.
– Moriarty no me parece un McGuffin para vender más; claro que su presencia no es indispensable para que la historia funcione, pero tampoco esta metido con calzador. Como Holmes explica, Moriarty es un asesor criminal, por lo que su rol en el asunto esta muy claro al ser quién ayudo a cometerse el crimen principal, además de que la muerte al final es enteramente un venganza personal del buen profesor. Es cierto que es una mentira decir que el es el villano central de la historia, cuando solo es un personaje terciario, pero no me parece que este de sobra o forzado.
Gracias por el comentario. Admito que tuve que googlear a qué te referías con The Scrowers y Jefferson Hope. Las historias de ambos libros (Estudio y Valle) son similares en el entendido de que ambas están divididas en dos partes muy desconectadas entre sí. Respeto que pueda gustarte la segunda mitad de Estudio, a mí simplemente no me gustó en absoluto.
Entiendo a qué te refieres al comentar sobre lo que dije de que «Esta es la mejor novela de Sherlock Holmes» pues apenas y aparece, sin embargo a fin de cuentas es una novela de Holmes aun y cuando no lo fuera la segunda historia en su origen (estrategia de mercadeo).
También admito que no conocía el término McGuffin y te agradezco enormemente el hacérmelo saber. Debo decir que exactamente es así como considero a Moriarty, no sólo en este libro sino en todas sus menciones en el universo de Holmes. Es un personaje intrascendente que no necesitaba existir, apareció por el simple deseo del autor de matar a Holmes, para lo que necesitaba un enemigo formidable que no tenía previamente y que no había ideado. Como Holmes es su historia, insertó una línea diciendo algo así «Siempre sospeché que había alguien que manejaba los crímenes tras bambalinas» (no recuerdo la cita real). Así insertó, a mi parecer de último minuto, a un personaje mágico que, de la nada y sin demostrar mediante letras las causas que lo coloquen al nivel de Holmes, estaba capacitado para ocasionar su muerte (y una bastante tonta pues Holmes, un tipo en relativamente buena condición física, hubo de forcejear y caer junto al anciano Moriarty)
Al leer la definición de McGuffin dice que:
«Es un elemento de suspenso que hace que los personajes avancen en la trama, pero que no tiene mayor relevancia en la trama en si, designa a una excusa argumental que motiva a los personajes y al desarrollo de una historia, y que en realidad carece de relevancia por sí misma».
Y citando lo que dices de Moriarty:
«Moriarty no me parece un McGuffin para vender más; claro que su presencia no es indispensable para que la historia funcione. Su rol en el asunto esta muy claro al ser quién ayudo a cometerse el crimen principal».
El crimen bien pudo suceder sin la necesidad de un asesor criminal, pudo ser por cualquier causa y la muerte final era totalmente innecesaria pues la historia había terminado y la muerte de ese personaje no afecta al desarrollo de futuras historias de Holmes. Es así que Moriarty es un auténtico McGuffin.
La manera en cómo tratan a Moriarty en las historias de Holmes (o sea la descripción que Doyle hace de él… las pocas veces que lo hace) me recuerda a cuando Homero Simpson ayudó a Mel Gibson a hacer una película y propuso que toda la historia hubiera sido obra de un perro, del cual cuando Mel le increpa Homero responde «Sólo hagan un acercamiento a sus ojos haciendo esto, y la gente asumirá que es malvado».
Muchas gracias por tu comentario, disfruté mucho leyéndote y aprendí cosas nuevas.
Ñop lo siento no creo que lo sea, también estoy familiarizado con el termino McGuffin, entiendo que no te guste el personaje (a mi me agrada, aunque más con lo que han hecho otros autores de él). Si te ciñes a la definición que tu mismo has citado, notaras de hecho Moriarty ni siquiera es necesario para el avance de la trama; un McGuffin si es necesario para detonar la trama pero es un elemento perfectamente intercambiable. Ej: el maletín de Pulp Fiction, que hace que todo lo demás suceda aunque podrías cambiarlo por cualquier otra cosa, uno microfilm, una joya, etc. Moriarty aquí aunque sobrado es lo que se llama un Cliffhanger, un recurso para unir o generar interés entre dos obras o capítulos de una misma historia. El personaje, ciertamente fue ideado para ser la excusa de la muerte de Holmes, pero tiene un peso en su universo igual que Irene Adler que bien solo existió para «humanizar» a Holmes.
Gracias y ti por leer mi comentario.