La historia del famoso mago alemán no la podrás creer, sin duda su infancia fue dura como puedes ver en su biografía escrita por Charles Dickens, más impresionante aún, ¡la escribió 100 años antes del nacimiento del mago!
Después de leer Oliver Twist (reseña aqui) me di cuenta de algo, la manera de redactar de Charles Dickens me gusta e incluso sentí que lo hacía de forma similar a como yo lo hago actualmente (sí, me comparo con Charles Dickens). Una vez que lo terminé me di a la tarea de buscar otra novela de él (además de Canción de Navidad que ya había leído) y me encontré con que la favorita del autor era esta, titulada David Copperfield. De inmediato la compré.
David Copperfield es una novela con cierta similitud a Oliver Twist, al menos al principio. Al igual que la primera, trata de un niño desdichado que se ve obligado a enfrentar multitud de problemas poco aptos para alguien de su edad. En David Copperfield conocemos a… pues a David Copperfield, desde su nacimiento cuando su joven madre atraviesa una dura labor de parto que termina con la llegada del pequeño David al mundo.
Conocemos así como fueron los primeros y felices años de vida de David (en esto es diferente a Oliver) y somos testigos de su subsecuente desgracia cuando, como nos puede pasar a todos, aparece el malvado padrastro que le hace la vida imposible al pequeño. Tras una serie de verdaderas desgracias que vivirá el pequeño David, éste se verá obligado a huir de casa y ahí es donde terminan las similitudes con Oliver pues David crece y conoceremos su vida de adulto, donde los eventos y personas que conoció durante su infancia seguirán teniendo influencia sobre su vida.
David Copperfield no es una novela de acción ni aventura, no hay alguna amenaza latente ni algún misterio que se necesite desentrañar. Vemos simplemente como la vida de un individuo (David) se va desarrollando a través de diferentes etapas de su vida, el efecto que determinadas personas ejercen sobre él y cómo sus relaciones con esas personas van madurando y cambiando poco a poco. No hay nada aquí que sea épico, es más bien una travesía de vida.
El humor de Dickens (único escritor que me hace sonreír) permanece con juegos de palabras, ejemplo de ello es cuando se refiere al personaje menor de Littimer, un criado de uno de los personajes de la novela a quien siempre describe como respetable, cuya expresión respetabilísima se mantiene respetablemente durante toda la novela, siempre respetuoso.
Si bien la redacción de Dickens es muy divertida y sus personajes son muy agradables, Dickens cae en el uso de coincidencias asombrosas (y poco probables), en que personajes separados por varios años y kilómetros de distancia terminan siempre por encontrarse casualmente en medio de la calle y por ver converger sus historias que, casualmente, terminan siempre por estar relacionadas de alguna u otra forma. Esto es un recurso que personalmente considero poco creativo actualmente aunque admito que lo veo con ojos modernos que ya han visto esas coincidencias tantas veces que las siento “quemadas” y que tal vez en 1849 no hayan sido tan ampliamente utilizadas por lo que no podría asegurar que sean una falta. Sin embargo para los años que vivimos, resulta un tanto raro ver que personajes que no tendrían por qué estar relacionados entre sí terminen por estarlo simplemente por necesidades argumentales.
Sin importar su falta de acción o de misterio, debo decir que me gustó David Copperfield. Es una historia muy simple de la vida de un individuo que no es excepcional (David no es particularmente listo, particularmente guapo, particularmente fuerte ni anda que se le parezca, es un sujeto más, como cualquier otro) pero cuyos personajes que lo rodean ayuda a que sea entretenido ver las situaciones (pues poco podrían llamársele aventuras o desventuras debido a lo cotidiano de sus experiencias) que David habrá de vivir durante las más de 800 páginas que conforman esta novela. No hay grandes sorpresas más allá de las ilógicas coincidencias, no hay grandes misterios, es simplemente la historia de una vida escrita por alguien cuya manera de redactar podría volver entretenido hasta el abecedario.
Recomendable si te gusta Charles Dickens o si quieres comparar su redacción con la mía para desmentir mi idea de que somos similares, aunque sin duda hay novelas mejores (Oliver Twist entre ellas). Mi edición íntegra la compre en Cafebreía El Péndulo a 300 pesos. Un precio un poco elevado pero justificable debido a la longitud del libro.
Nota: Antes de que escribas algún comentario respecto al párrafo de introducción, es obviamente una broma.
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