La vida está llena de historias de monstruos y entidades malévolas que nos buscan durante la noche para llevarse nuestra alma. Siendo nosotros originarios de un país joven, nuestras leyendas se remontan a períodos más recientes y menos comerciales, de todos modos aquí están algunas de las historias terroríficas que se cuentan en mi ciudad.
La leyenda del hombre pájaro
Se contaba en el patio de mi escuela acerca de un extraño ser alado que habitaba en el cerro de la silla. Algunos niños afirmaban haberlo visto volando al anochecer, mientras la tarde moría y la noche se levantaba sobre el cielo ya pardo de la ciudad. Se decía que un hombre mitad pájaro habitaba la cima del famoso cerro. ¿Amigo o enemigo? Nadie se detenía a pensar en eso.
Algunos decían que se trataba de un ptedoráctilo que había sobrevivido la extinción masiva refugiándose en el famoso cerro, otros que se trataba de una mutación, los más “científicos” decían que podría ser un cóndor que por alguna razón había llegado a Monterrey (quizá buscando trabajo). Pero como era típico en las leyendas, nadie podía dar una respuesta ni sobre la identidad del ser, ni de su origen y de a quién demonios se le ocurrió que un ptedoráctilo pudiera sobrevivir en el cerro más desgajado del planeta.
Al vivir yo a las faldas del cerro de la silla, esta leyenda fue la que tuvo más relevancia en mí. Los niños de la primaria (la cual tenía al cerro de frente) nos quedábamos mirando el cerro en nuestros minutos del recreo, esperando ver volar al mítico hombre pájaro.
La casa de Aramberri
La leyenda más famosa de Monterrey es la historia de las apariciones en una casona abandonada en el centro de la ciudad.
Se trata de una casa antigua y abandonada ubicada en la calle Aramberri en la que en el 5 de abril de 1933 asesinaron a dos mujeres que ahí vivían (madre e hija). La historia dice que unas personas tocaron una noche a la puerta de la casa, aprovechando que el padre de familia llamado Delfino Montemayor, había salido a trabajar. La madre de familia abrió la puerta y fue entonces golpeada por un tubo que la noqueó. Después los hombres ataron y violaron a madre e hija para después asesinarlas. Delfino volvió a casa y encontró la escena del crimen, mismo que causó un enorme alboroto en mi aún joven ciudad.
El asesinato fue perpetrado por dos hombres que eran familiares del padre y un tercero desconocido que probablemente era el mismísimo Satanás. Al homicidio siguió una ola de xenofobia que atacaba a todo aquel que no fuera originario de Monterrey y con el tiempo la cosa se calmó y el crimen pasó al olvido. Sin embargo la casa quedó abandonada al escucharse relatos de apariciones y sonidos de ultratumba dentro de ella.
Hoy la casa apenas se mantiene en pie, a punto de caerse, cercada debido al ingreso continuo de vagabundos y pandilleros. Dentro de la casa los techos se han caído y lo visto en la película Soy Leyenda realmente tuvo lugar al la naturaleza retomar posesión del terreno. Así enormes árboles atraviesan los huecos donde antes estaba el techo y cientos de escombros reposan sobre maleza y tierra. Algunas veces paso por ahí pues queda cerca de otra casa de leyenda que verás más adelante.
De vez en cuando alguien hace un documental al respecto, puedes encontrar varios en YouTube, te adelanto que, salvo el de TV Azteca, nadie ve ni oye nada.
La casa de los tubos
Todos aquellos que vivimos o pasamos por el sur de Monterrey hemos visto a las faldas del cerro de la silla una extraña casa incompleta, abandonada y de color gris, con una apariencia muy extraña, hecha en forma de tubos.
Un arquitecto adinerado mandó construir esa casa con el objetivo de que su hija, que estaba en silla de ruedas, pudiera moverse libremente mediante rampas, por desgracia los padres se descuidaron y la hija cayó de una gran altura y murió al instante. Los padres se fueron y dejaron la casa incompleta. Nadie jamás se ha atrevido a comprarla.
Algunos curiosos que se han introducido a la casa de los tubos aseguran haber visto a la niña rondando por las ventanas de la casa.
Algunas personas relatan que también un albañil murió durante su construcción, a estas alturas ya resulta imposible saber exactamente qué ocurrió.
Al igual que en la casa de Aramberri, hay varios documentales al respecto donde algunos valientes se aventuran a la casa. Te recomiendo veas la de Belduque en YouTube porque en ella participa la bella Briana Garza (o Chávez), una conductora de Monterrey de quien ya escribí un Nerdgasmo que puedes leer aquí. Eso sí quedas advertido, escucharás un marcadísimo acento regio en los videos.
La bruja de Monterrey
Una historia que sucedió hace poco tiempo, en el año de 2004, cuando un policía del municipio de Guadalupe, Leonardo Samaniego, levantó la vista al cielo y lo que vio lo dejo aterrado pues vio una bruja volando con su escoba y todo.
«Era como un bulto grande que me llamó la atención, y como me pareció inusual y extraño detuve la patrulla y lo afoqué con las luces altas. En unos segundos se dejó ver la cara, era de tez morena y tenía unos ojos muy grandes totalmente negros y una expresión amenazante”.
«Sus manos o garras arañaban el parabrisas tratando de agarrarme. Vestía totalmente de negro y era como una capucha que traía en la cabeza y una capa con una bola detrás. Yo pedía refuerzos desesperado por radio”. Dijo el oficial.
Días antes un caso similar le había sucedido al oficial Manuel Sifuentes, quien aseguró haber sido atacado por una bruja.
“Pues bueno, yo estaba saliendo de la base, era un 5 de enero, lo recuerdo bien porque era la víspera del cumpleaños de mi hija… De pronto vi que una persona volando en un palo como una escoba, así como las clásicas brujas, de pronto bajó bastante como si fuera sobre mí. Yo por instinto cerré mis ojos y sentí mucho frío, como si me hubiera metido en una nevera llena de hielo… no me agredió propiamente sino que sentí como si atravesara mi cuerpo, cuando abrí los ojos se estaba alejando, fue casi traumático”, recordó.
La historia, fotos y video dieron la vuelta a la nación, los periódicos dedicaron bastante tiempo a la investigación del extraño suceso e incluso Jaime Maussan aseguró que era un ser del espacio exterior que visitaba la ciudad. Los expertos entrevistados apenas y podían hablar al tratar de contener la risa. Sea lo que sea dejó el nombre de Monterrey por los suelos. Los investigadores más famosos de todo el mundo aseguraron que ni ellos podrían dar credibilidad a los hechos.
El verdadero Hannibal Lecter
Lo creas o no el enigmático doctor Lecter de El Silencio de los Inocentes no tiene un origen estadounidense ni inglés, la persona que dio origen a la creación de Hannibal el canibal es un tamaulipeco que vivía en aquel tiempo en Monterrey, el doctor Alfredo Balli Treviño.
El doctor Balli fue el último mexicano en recibir la condena de pena de muerte en México (aunque jamás se cumplió dicha condena). Fue acusado en 1961 de asesinar y destazar a un «amigo suyo» y está entrecomillado pues se dice que en realidad eran pareja. El doctor Balli cortó el cuerpo de Jesús Castillo Rangel, de 20 años, a quien drogó y después destazó vivo. El jefe del Escuadrón de Homicidios del Servicio Secreto, Eusebio Lara, relató que el doctor Balli narró los hechos con una tranquilidad espeluznante.
Thomas Harris, autor del libro que dio origen al personaje, había viajado a Monterrey para entrevistar a un criminal estadounidense llamado Dyke Simmons que se encontraba en el penal del Topo Chico purgando una pena por un triple homicidio. Al llegar al penal se topó con que Simmons se encontraba herido debido a un intento de fuga y fue enviado a platicar con la persona que lo había salvado.
“Señor Harris, ¿cómo se sintió cuando miró a Simmons?”
Fue la pregunta hecha por quién Harris pensó se trataba del médico del penal, un hombre menudo, ágil y elegante. El doctor entonces comenzó a entrevistar al entrevistador, haqciéndole preguntas como:
“¿Llevaba gafas de sol en la celda?”, “¿Diría usted que llevar gafas de sol añadía un elemento de simetría a su rostro, que mejoraba su apariencia?”, “¿Giraba su cabeza mientras le hablaba, unos diez grados a la izquierda?”, “¿Cree que Simmons es feo? No le han dejado muy bien el labio, ¿verdad?”, “¿Verdad que eran guapas las víctimas de Simmons?” “Usted es un periodista, señor Harris”, inquirió Ballí al escritor. “¿Cómo va a reflejar eso en su periódico? ¿Cómo trata el miedo del tormento en lenguaje periodístico? Quizá podría decir algo ingenioso sobre el tormento, en plan, ‘pone el hell (infierno) en hello?”
Tales preguntas le fueron extrañas a Harris pero simplemente pensó que el médico era un tanto curioso o extravagante, no fue sino hasta que conversó con uno de los carceleros que supo que el doctor era un preso, un asesino condenado a muerte. La elegancia y frialdad del médico tuvo el impacto necesario para la creación del psicópata por excelencia.
El doctor Balli murió en Monterrey en el año de 2009, pasó sus últimos años tratando de reivindicarse por su crimen, brindando atención médica a los que menos tienen y nunca quiso hablar de nuevo de aquel crimen que lo inmortalizó. A nivel personal dicho doctor fue el médico de cabecera de un tío.
La Leyenda de la casa de Tapia
Mis primeros años de vida se dieron en una vieja casa ubicada en el centro de Monterrey, no muy lejos de la casa de Aramberri. Era una casita en la esquina de Tapia y Álvaro Obregón en donde mi abuela vivió muchos años. Cuando mis papás se casaron estuvieron ahí por seis fabulosos años que mi madre disfrutó ampliamente (sarcasmo) y fue el primer lugar al que me llevaron después de nacer.
Dicha casa, que aún conserva mi familia, fue usada en tiempos de la Revolución como clínica y tiene una historia de muerte y desolación. Nunca vi nada, nunca escuché nada, pero aquí puedes leer una leyenda de ficción que mezcla aspectos de esta casa y otra donde una tía vivió en la que mi madre asegura que la historia del cuarto subterráneo sí sucedió.
¿Quieres saber lo más aterrador de esto? Juraría que ya había escrito este artículo pero por más que busqué no lo pude encontrar.
Balli no era de mty. era de tamaulipas
Nacido en Méndez, Tamaulipas, el 2 de octubre de 1931, Ballí Treviño fue
el segundo de cinco hijos que tuvo una pareja que emigró cuando los
pleitos por los predios en la Cuenca de Burgos pasaron a los balazos.
Los padres, que murieron centenarios, encauzaron a los hijos a carreras
profesionales, por lo que tres de ellos estudiaron medicina.
Ballí y su padre eran hombres de armas tomar y de carácter duro. El padre, ya
centenario, solía cargar una 9 mm, lo que también fue costumbre de
Alfredo al salir de prisión. Así lo recuerdan fuentes cercanas a la
familia, que piden no citar sus nombres
Fue sometido a interrogatorio por el entonces Fiscal Alejandro Garza Delgado. «Ballí confesó con aire de jactancia que jamás tocó hueso en sus cortes»
Lo que sí es un hecho es que el pasante tenía mal carácter y que
enfurecía por cualquier razón, por lo que quizá un arranque de ira fue
el que lo llevó a cometer el asesinato. Incluso, en los primeros días de
su encierro, varias veces fue internado en la bartolina.
«Él se arrepintió», dice un amigo. «Dijo que lo hecho, hecho estaba, y que si
pudiera volver el tiempo atrás, no lo haría… Ya afuera, él obtuvo su
título y atendió a muchísima gente».
Ballí murió a los 77 años de cáncer de próstata, en febrero del 2009, dos meses antes que Garza Delgado.
«Alguien está haciendo una novela», afirma una amistad que pide omitir
su nombre, aunque hay una casualidad: cuando Harris dio a conocer esto,
la fuente recordó las bromas que la familia le hacía a Ballí al
estrenarse El Silencio de los Inocentes.
«Le decían Hannibal… doctor Lecter», cuenta. «A Ballí le hacía gracia».
Muchas gracias por el dato, ya hice la correción.
Leer tus artículos sobre estas fechas me transporta de inmediato a esos ayeres (estoy en tu rango de edad) casi puedo percibir esos olores otoñales producto de la ilusión y los viejos mitos y cuentos. Muy buen trabajo.