Vivimos una nueva época en los videojuegos, una en la que los viejos lobos de mar como yo no estamos tan preparados. Lejos han quedado los juegos complejos para consola, aquellos que tenían gran profundidad y gráficos espectaculares, y claro, que costaban varios dolarucos.
Hoy la vida del mundo de los videojuegos se ha movido de las pantallas HD y los muebles de tv hacia la palma de nuestras manos, ahora ya muchos juegan en sus smartphones, y lo más sorprendente, muchos de esos juegos son gratis.
No voy a negar que no estoy muy familiarizado con el mundo del Android Gaming, poero si hay un juego que sí me gustó es Head Ball 2.
Lo conocí dando swapping al Facebook hasta que salió un anuncio publicitario: Dos monitos cabezones brincaban para rebotar un balón con la cabeza, muy al estilo de esos juegos que haces cuando sólo tienes a una o dos personas con quienes jugar a la pelota. Esos monitos brincaban y pateaban para anotar gol al oponente. Se veía simple.
Pero me llamó la atención porque alguna vez jugué tenis, y alguna vez jugué al «que no caiga», y ese juego parecía una mezcla de ambos. Lo descargué (Gratis), de la Play Store y me puse a jugarlo.
Pese a su simpleza la verdad es que me gustó mucho, es un juego muy simple: Tienes 3 minutos de juego en línea contra otro oponente, un botón para saltar, otro para chutar bajo y otro para chutar bombeado; dependiendo de tu posición variará la potencia. Eso es todo, ahora sólo queda evitar que te anoten mientras tú tratas de anotar.
Claro que es algo más profundo que eso, como todo juego de Android cuentas con diferentes personajes, todos con habilidades diferentes como mejor salto, mayor velocidad o tiro más potente; además tienes equipo para desbloquear que te da bonus a esas habilidades. Por si fuera poco también cuentas con cartas de poderes consumibles que te permitirán diversos tiros al estilo Súper Campeones; usarlos inteligentemente es parte de la estrategia.
Juegas, ganas y subes de nivel, y es tan adictivo que seguía jugándolo. No miento, dejé mi Xbox One X apagado un tiempo mientras me quedaba sentado jugando este jueguito. Cuando salía a algún lado y me veía sin mucho qué hacer: Pues a jugar otros partidos. Iba a recoger a mi (entonces) novia y, en lo que salía, algunos partiditos. Me volví muy fan y, la verdad, muy bueno en el juego.
Es un título más de habilidad que de suerte, mientras más juegues más cartas desbloqueas y mejor te vuelves, pero puedes ganar con lo básico si eres bueno.
Es un juego gratuito que puedes obtener desde este enlace: Te lo recomiendo de veras.
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