El culto a la personalidad es un fenómeno que hace que, si escuchamos algo sobre alguien lo suficientemente fuerte y repetidas ocasiones, eso que escuchamos puede volverse realidad.
En el mundo del cine ocurre cada año que una película toma un auge muy grande y tiene a todos hablando de esa cita, pese a que quizá no sea tan buena como se dice. En 2016 pasó con The Revenant y su adulación a Leonardo Di Caprio, ahora en 2019 el culto a la personalidad se ha centrado en Joaquin Phoenix y Joker. ¿Y sabes qué? No es para tanto.
Joker es la película que esperábamos este año, la cinta dedicada al que, probablemente, sea el más grande villano de ficción en el mundo. Y es que has una lista de villanos, ya sea de comics, de tv, de cine, de anime, de videojuegos, de literatura; y el Joker probablemente encontrará su sitio en el Top 3, con altas posibilidades de ser el puesto número 1.

Ser el MEJOR villano de ficción no es poca cosa, el Joker está por encima de Darth Vader, Bowser, Moriarty, Darkside, Jason Vorhees y cualquier otro personaje maloso que se te pueda ocurrir; ese título llega con gran responsabilidad pues no basta con portar la indumentaria de payaso, cabello verde y risa macabra para ser el Joker. Precisamente por eso esta cinta se queda corta.
Joker de Joaquin Phoenix es una buena película, de eso no lo dudes, está bien filmada, bien realizada, con mucho estilo, buena historia y grandes actuaciones, sólo que ese personaje, Arthur Fleck, no es el Joker que está hasta arriba de las listas de la maldad.
¿Quién es el Joker? Es un criminal que disfruta del crimen, disfruta del caos, disfruta de su locura; el Joker es el símbolo de aquellos que están del otro lado de la sanidad, es la libertad del animal que está dentro de nosotros, por eso su imagen de payaso, por eso su diversión. El Joker es una bestia que anda libre disfrutando de la vida y es tildado como loco por aquellos que se encuentran atrapados por los confines de la moralidad.
Por eso Arthur Fleck no es el Joker.

La cinta Joker trata acerca de este individuo que vive una mala vida, padece de sus facultades mentales, batalla para conseguir un trabajo, debe cuidar a su madre enferma obteniendo para ello el salario mínimo, ello viviendo en una ciudad sumida en el caos de la desigualdad, donde los ricos se alimentan de los pobres.
Debajo de todos ellos se encuentra Arthur Fleck luchando por sobrevivir, enfrentando para ello problemas mentales importantes que lo llevan a ser víctima del mundo más cruel en el que se puede vivir. Eso hasta que la situación lo lleva a un límite y Fleck se rompe y “abraza la locura” para convertirse en el Joker.

Sólo que no abraza la locura.
Joaquin Phoenix es la estrella y luz de esta cinta, y es muy bueno en su papel. Da a Arthur Fleck un dolor especial, un sufrimiento muy real de quien padece una enfermedad mental (sé de eso, es mi trabajo). Al enfermo mental se le aliena, se le separa, se encuentra, como dice en la cinta, viviendo su enfermedad en un mundo que espera se comporte como si no la tuviera. Ello lo deja vulnerable, incapaz de enfrentar al mundo con todas sus complicaciones.
Arthur Fleck es como un niño, es emocionalmente inmaduro, frágil, físicamente delicado, a todas luces una víctima de un mundo que no lo quiere y en el cual no encaja. Debido a su enfermedad y condición de vulnerabilidad, sufre abusos de parte de prácticamente cada persona con la que se encuentra.
Y eso es 100% real en nuestro mundo.
Aun así Fleck es un hombre, con deseos de un hombre, ansia por encontrar el amor, ansia por ser querido y abrazado; sin embargo su condición lo convierte en alguien “que no merece ser amado”, y no por lo que ha hecho, que durante la película no ha hecho nada para estar en esa situación, sino porque no es una persona con la que otras quieran estar; Arthur es digno de lástima, de piedad, pero no de amor, nadie podría amar a alguien como él. O dime ¿quién voluntariamente querría estar cerca de una persona como el Arthur Fleck de Joker?

Un mundo que lo separa y que le impide alcanzar aquello que desea es un mundo de sufrimiento, Arthur Fleck sufre. Eso Joaquin Phoenix lo representa de manera genial, su rostro refleja un dolor, una angustia que es muy real; los ojos de Fleck son los ojos de alguien que sabe que no obtendrá nada de lo que desea, son los ojos que podemos ver los mexicanos en nuestro querido payasito (y lo digo con ironía, no sintiéndolo realmente) Sammy Pérez; alguien diferente del que otros se burlan, pero que nadie (y de hecho esto lo dice Fleck) acepta colocarse en sus zapatos para tratar de sentir qué será lo que está enfrentando, qué será aquello que ha de frustrarlo.
Por eso es que considero que Joker está sobrevaluada. Todo ello está en Joker, sólo que eso NO es EL JOKER.
El Joker es un hombre que vive en el otro lado, no necesariamente en la locura sino en el lado de la antimoral, ello como bien lo logró hacer Heath Ledger (aún, en mi opinión, el mejor) cuando claramente dice “No estoy loco”. El Joker no es un personaje que sea víctima, no es un personaje por el que haya que sentir lástima; quizá podamos sentir admiración, idealmente habríamos de sentir asco, repulsión; pero no lástima, NUNCA lástima.

Joker de Joaquin Phoenix es un Joker que causa lástima, que causa tristeza; es una reacción muy natural de quien ha sido llevado al límite y ha dejado de intentar, mas el personaje no “abraza” esa nueva identidad. Siempre, SIEMPRE, queda ese rastro de dolor en el rostro del Joker de Joaquin Phoenix, SIEMPRE da la sensación de que NO quiere hacer eso que hace, que no resulta estar convencido, que hay una lucha interna.

Este Joker no ama la destrucción, no ama el caos; quizá toma venganza, quizá desea la atención, pero no se “divierte” como lo haría el verdadero Joker.
Hay varias teorías, algunos dicen que éste no es el Joker de Batman sino que simplemente pudo ser quien inspiró a ese personaje. Otros dirán que Killing Joke tiene elementos parecidos y que son canónicos al personaje. En mi opinión es un muy buen drama oscuro, con toques muy realistas de lo que es una enfermedad mental, pero no es El Joker.
No sólo eso sino que no es original. Todos han hecho ya la comparación con King of Comedy (que jamás he visto), o con Taxi Driver (esa sí la vi); y la verdad es que sí. Saca mucha inspiración (demasiada) de esas dos obras. Y lo peor es que NO es nada original en su caracterización. El malo como alguien que sufre de una enfermedad mental, que ha vivido abusos y que es rechazado por la sociedad ya se ha visto antes; incluso el quiebre no difiere de Un Día de Furia, de Michael Douglas, donde un hombre normal un día no puede más e inicia una masacre. Nada de lo que vemos en Joker es algo nuevo, y eso es triste.
El final es otro punto complejo; no diré en qué consiste pero sí diré que trataron de dar una sensación similar a Taxi Driver o a Psicópata Americano, pero el problema es que este es EL JOKER, las otras películas no tenían que respetar a un personaje, ésta sí. Por eso el final, con eso que pretende, no funciona si es que esa es la respuesta canónica del director.

En fin, Joker no es para nada una mala película pero no es merecedora del alboroto que se ha creado. Las salas estaban ABARROTADAS, filas larguísimas, y NO era el día de estreno. Prácticamente fue como ir a ver Star Wars en Premier, y Joker NO se gana esa algarabía, no merece tanta atención. Es una buena película, tan buena como Taxi Driver, como Sin Lugar para los Débiles (y no es decir poco, realmente es buena), pero no para capturar la atención que ha capturado.
El responsable de esa atención es el personaje, no la película. El responsable es el Joker, y el Joker no se presentó en esta cinta. Esta es un buen drama psicológico de crimen que no necesitaba de la figura del payaso más famoso del mundo para ser buena, pero que se aprovechó de la fama que ya poseía ese personaje para convertirse en algo más grande de lo que realmente es.
Joker va en el mismo sentido que mi novela Belial, en el camino de un villano, de alguien que está en el otro lado, en el mundo de la decadencia; la diferencia es que Arthur Fleck es una víctima que no desea esa vida mientras que Gotnov Krvyeg, el protagonista de Belial, abraza la vida que le tocó, se envuelve en ella y disfruta del poder que la libertad le confiere. Son dos historias similares pero siento que la mía es mejor.
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Interesantísima tu opinión, maestro Jurgen, en mi caso tampoco he visto más que taxi driver pero siento que es más por el mame que por otra cosa qué hay tanta expectativa…en lo otro que coincido contigo es que esta no es una película de superheroes, yo de hecho la ubicó al lado de películas como Seven, Memento, Fight Club en cuanto que se trata de películas moralmente complejas…lo peor es que la comparan, en son de burla con películas como Endgame y pues, nada que ver desde mi punto de vista…