El Geekdom es el reino de los geeks, ese mundo en que tú y yo vivimos y que se compone de nuestros pasatiempos favoritos, de las películas que esperamos, los juegos que jugamos, ánime, manga, comics, juegos de mesa, libros, series de tv, videos de YouTube; en fin todo ese mundo en que algunos estamos inmersos y que nos da una identidad.
A veces ese mundo es lindo, emocionante, divertido, pero otras se vuelve oscuro y salen a flote muchas emociones que revelan esa oscuridad interior que todos tenemos.

Así surgen los “haters”, los “trolls”, aquellas personas que se encargan de destruir aquello que dicen amar, que no tienen la capacidad de tomar una postura media o neutral, para ellos es todo o nada.
“Sólo un sith piensa en absolutos”
Obi Wan Kenobi
¿Qué ocurre que de pronto una persona se vuelve destructiva?
Simplemente volteemos a ver la reciente reacción por The Last of Us Parte 2, en que un fuerte grupo de personas, incluidas algunas personalidades del Geekdom como Angry Joe y Jeremy Jahns, tomaron una postura que pasó de crítica y, al menos en el caso de Joe, se convirtió en una más bien destructiva, agresiva, “enojada” (angry después de todo).
The Last of Us Parte 2 nos dio una muestra de lo agresiva que puede ser la comunidad a la que pertenecemos, sin embargo no es la única vez que ha ocurrido este fenómeno.

Todos recordamos el fuego que levantó la temporada final de Game of Thrones, o las críticas divisivas y destructivas hacia la trilogía de secuelas de Star Wars, o la manera en que finaliza How I Meet Your Mother; o lo que ocurre con John Connor en Terminator Rise of the Machines; o lo que ocurre con John Connor en Terminator Salvation, o lo que ocurre con John Connor en Terminator Genisys… O lo que ocurre con John Connor en Terminator Dark Fate… Tal parece que sólo una vez han atinado con John Connor. En todos los casos encontramos un común denominador.
Que el fan se siente traicionado por no recibir lo que quiere.
Que si Luke en The Last Jedi no es mi Luke porque está amargado. Que si Arya mata al Rey de la Noche de una manera anticlimática o que si Joel muere en los primeros minutos. Los fans más críticos aparentemente sienten que se les ha traicionado al no entregarles lo que “ellos esperan”.

Ante la situación de no recibir lo que se espera llega una ola de odio, de crítica destructiva que aparentemente borra del mapa todo lo que anteriormente se había logrado; como si una decisión invalidara años de disfrute.
Era 1997 y me encontraba en la preparatoria platicando con unos amigos sobre comics, fueron los años antes del internet masivo y el fenómeno del “troll” y del “hater” aún no tenían nombre, pero sí existían. Un amigo comentaba respecto a la ocasión en que resultó que Spiderman era un clon y cómo, derivado de esa elección, este amigo QUEMÓ toda su colección de comics de Spiderman.
Una reacción muy sobrevalorada por UN momento del comic. Como si ese hecho invalidara años de historias y emoción que el comic le hubiese dado.
¿Por qué mi comunidad reacciona de ese modo? Tengo una teoría pero NO creo que te vaya a gustar. ¿Quieres de verdad conocerla? Bueno pues adelante.
Mi comunidad, yo mismo, históricamente hemos sido los segregados, los inadaptados; si bien en la actualidad gozamos de aceptación de parte de la sociedad y vivimos en un mundo donde ser Nerd o ser Geek no es malo, muchos de nosotros crecimos en un mundo donde esas características inicialmente no eran deseadas. Muchos posiblemente fuimos relegados o sufrimos de bullying (al menos yo sí). Esa sensación de haber sido apartados, rechazados, deja una marca, un resentimiento. Y a veces ese resentimiento desea emerger.

Para muchos nerds y geeks de mi generación, nuestros pasatiempos fueron nuestro escape. Sí, no teníamos novia, o no nos elegían para el equipo de futbol, pero teníamos el videojuego, Gokú era nuestro amigo, Luke nos ayudaría a salir de esta galaxia y viajar muy muy lejos, a un lugar donde las cosas serían diferentes.
Así que depositamos una exorbitante cantidad de afecto hacia esos pasatiempos, hacia ese mundo, el Geekdom se convierte en nuestro mundo, nuestro sitio; y luego nos traiciona.
Ese sentimiento de traición de aquellos en quienes confiábamos trae al presente resentimientos de antaño, de cuando antes éramos segregados. Rompe una imagen de algo que era sagrado, místico, y despierta en nosotros toda serie de sentimientos agresivos que emergen libres gracias a los medios digitales y al anonimato.
Pero… ¿Tenemos derecho a reaccionar así?
Todos tenemos derecho a opinar, tenemos derecho a que algo nos guste o no nos guste. A mí tampoco me gustó la última temporada de Game of Thrones, a mí no me gusto Rise of Skywalker, pero a fin de cuentas yo no soy el dueño de la historia. Tanto Game of Thrones, Star Wars, Terminator y cualquier otra propiedad intelectual, son obra de alguien más, sean uno o varios, quienes tienen una idea de lo que quieren contar, de lo que quieren hacer.
El resultado no siempre nos va a gustar a los fans, eso es un hecho, pero la obra NO nos pertenece, y aún si el resultado no nos gusta, eso no borra lo bueno que antes tuvimos. ¡Por cada mal capítulo de Game of Thrones tuvimos al menos dos buenos!

Pero eso algunos no lo ven, los “haters” no lo ven. Se sienten frustrados, traicionados porque aquello que aman no fue en la dirección que ellos querían, y hacen patente su emoción, la expresan y buscan arrasar con todo.
Así llegan los insultos y las amenazas de muerte, los apodos, las burlas. Que si David Benioff y D. B. Weiss ahora son D&D (Dumb and Bumber), o las críticas racistas a Neil Druckman por The Last of Us Part 2; incluso amenazas de muerte a actores de voz que simplemente hicieron su trabajo.
Mi postura es que NO tenemos derecho a destruir la obra de alguien más. Tenemos derecho a que no nos guste, a no comprarla o incluso a literalmente destruir nuestra propiedad (el producto a criticar), pero no a destruir la idea de la persona que lo construyó, no a amenazar, no a insultar.
Esta postura de los “Haters” está totalmente descontextualizada, fuera de control, fuera de la realidad. No aparentan tener la capacidad de entender que hay más puntos de vista diferentes al suyo, que esa “traición” NO es tal puesto que no va hacia ellos.
Si un producto no le gusta a alguien eso está bien, a mí no me han gustado muchas cosas y he sido muy crítico de ello aquí en Nerdcast; la diferencia radica en la manera de expresar la crítica y algunos “haters” la han expresado de una manera sumamente destructiva, agrediendo no al producto sino a los productores.

Al final sólo queda una situación en la que pienso que todos podemos coincidir, y es que siempre habrá alguien a quien no le guste algo y otro alguien a quien ese algo sí le guste. Si no disfrutaste de algún producto estás en tu derecho, y si alguien sí lo disfrutó también está en su derecho. E igualmente importante quien crea dicho producto tiene el derecho de contar su historia del modo que lo desee.
Hola jurgen
Aprovecho el comentario para felicitarte por estar en televisión, poco a poco vas logrando tus sueños y te lo mereces.
Sobre el artículo no has entendido el porqué los jugadores están molestos, esto es por una agenda política que está siendo metida a la fuerza en toda la cultura actual, desde el cine a los videojuegos, esta agenda que tiene ideologías muy radicales no representa el gusto de los gamers, si bien the last of us fue un poco progresista, la segunda parte lo es demasiado, con una historia inverosímil, falta de respeto a el protagonista, entre otras cosas.
Cómo tu lo has mencionado estas franquicias no son nuestras pero es natural que estemos molestos ya que lo que quieren vender no es para este tipo de público, los videojuegos no son para vender ideologías políticas.
Saludos
Hola, gracias por tus comentarios y las felicitaciones, en especial por la manera tan respetuosa de responder a un punto pese a no estar de acuerdo con el punto que respondes; precisamente esa es la idea del diálogo y el argumento y es lo que los «haters» de los que por lo visto afortunadamente no formas parte, no hacen.
Ahora bien, hablando del artículo, comprendo varios de los puntos con los que algunos fans están molestos, comprendo que les moleste que se reten algunas ideas y convencionalismos, pero el problema que tengo con eso es que, de no hacerlo, caeríamos siempre en repetir las mismas fórmulas.
He leído comentarios principalmente respecto a la muerte de Joel, tan acostumbrados están algunos gamers a la ficción que parece que han olvidado como es la vida más allá del videojuego. La muerte no siempre es heroica, no siempre tiene significado, de hecho es más común que la muerte sea rápida, sin razón aparente, fortuita. Joel murió de la forma en que una persona que viviera dentro de ese mundo moriría. Así es la muerte, llega y nos deja con el sentimiento de injusticia, de tristeza, de rabia.
Por eso TLOU2 siento que lo hizo bien, la muerte de Joel causó lo que la muerte causa, angustia, rabia; me gustó porque no tuvieron miedo a atreverse a algo retador, a algo tan valiente: No es fácil matar a un protagonista, de hecho son poquísimos los artistas que se atreven a algo tan drástico, la mayoría los alejan para revivirlos después. TLOU2 es brillante por el valor al haber matado a un personaje y de una manera lógica.
Se quejan de que Joel cayó en la trampa, pues bien, realmente Joel no tenía motivos de duda, que él supiera nadie andaba tras él, no había indicios previos de una venganza. Él sabía que había hecho cosas malas pero no tenía por qué estarse ocultando de forma especial. Y tampoco tenía opciones, tuvo que huir de una orda (si bien una muy conveniente para Abby).
Veo TLOU2 como fan y como autor, y en ambos casos me agrada, pero es como autor como más lo respeto debido al valor que tuvieron para atreverse a intentar algo especial. En mis historias intento precisamente eso, busco retratar la muerte como algo que ocurre y, salvo algunos casos que por impacto busco mantener, la muerte es tratada instantánea y sin grandes caravanas.
¿Los videojuegos no son para vender ideologías? No sé tú pero a mí me encantaría que mi pasión, aquello que amo, fuera visto con ojos más maduros, no como algo para niños sino como verdadero arte; y el arte SÍ transmite ideologías, transmite un mensaje. Tanto hemos luchado los videojugadores para que nuestro medio reciba el respeto que merece como forma de expresión artística ¿y acabamos pidiendo sólo juegos? Yo quiero algo más.
Los videojuegos tienen la capacidad de contar historias más fuertes que cualquier otro medio gracias a la interacción, necesitamos que los creadores se atrevan como en TLOU2 a intentar cosas que nos hagan sentir emociones más allá de un «Wow, que genial». Por eso siento que TLOU2 no merecía esa crítica recibida, al contrario, merece más elogios por su atrevimiento que por su sistema de juego, el cual es francamente bueno pero NADA innovador.
Total, son puntos de vista y respeto el tuyo, igual que respeto el de Joe, Jeremy y tantos más, pero espero puedan también escuchar los argumentos de quienes sí nos gustó el mensaje propuesto y vean si realmente su percepción permanece inalterada.
Saludos.
Gracias por responder, he seguido nerdcast desde hace muchos años y aprovechando la oportunidad me gustaría tener un debate y entrevistarte de ser posible, ya que siempre he considerado tus ideas muy innovadoras y tus opiniones son lógicas, considero que hacerlo por este medio no es muy oportuno, podrías facilitarme algún correo?
Puedes escribirme a [email protected] o mandarme mensaje directo a través de la página oficial de Nerdcast en Facebook