Los FPS no nacieron en consola, si creciste con un Atari 2600 o un Nes entonces te asombraste con Doom pero sabías que estarías limitado a jugar tú solito. Los consoleros sabíamos que el FPS sería una aventura individual.
Con la llegada del Nintendo 64 accedimos a algunos FPS nuevos pero… seguían siendo juegos solitarios, eso cambió con Goldeneye, juego que aprovechó los cuatro puertos de control de la consola para ofrecer una experiencia multijugador que no conocíamos hasta entonces.
Pero había un detalle malo, sólo jugaban 4 personas, eso hacía que las partidas fueran muy… solitarias, pasabas bastante tiempo sin dispararle a alguien, a mí no me gustaba jugar Goldeneye en multijugador.
Por eso me quedé fuera del ambiente competitivo por años, sin probar los modos online de ningún juego, pero todo el mundo hablaba de eso; era la onda, así que dije, tratemos.
Probé con Counter Strike Source en PC
¿Alguna vez has sentido cómo te penetran en repetidas ocasiones para después arrojarte una sustancia viscosa sobre el rostro? Afortunadamente yo tampoco pero no creo que sea muy diferente a la primera vez que participas en el modo online de un FPS; me destazaron, caminaba unos pocos pasos y moría sin haber hecho un solo disparo.

Sin olvidar que siempre salía el mismo mapa
Y esa es la primera impresión que se lleva todo aquel novato en los FPS competitivos, la impresión de una violación tumultuaria con bukkakke, bondage y cualquier otro término del mundo del pr0n, no me extraña que muchos no regresen, a nadie le gusta esa sensación.
Nunca mejoré en Counter Strike y como no me gusta jugar en PC lo dejé por la paz hasta que me atreví de nuevo a enfrentar a mis demonios.
Compré Battlefield Bad Company 2 para Xbox 360, pensé “pues es consola, es mi ambiente”; estaba listo para patear traseros. En la campaña conectaba cada headshot a los terroristas, no debía ser diferente hacer eso con otra persona, ¿no?
Como te imaginarás, nuevamente fui víctima de un gangbang, quedaba en los últimos lugares, apenas y disparaba alguna vez; si acaso mataba era a pocos por lo que me acostumbré a verme en la parte baja de la tabla. Cuando me topaba de frente con un rival me asustaba y fallaba cada tiro, moría tanto.
Pero esta vez el juego no fue gratis en la compra de otro como Counter Strike lo fue con Half Life 2, esta vez pagué mil pesos, no podía simplemente guardarlo y tirar mi dinero. Continué jugando y poco a poco fui mejorando.
El proceso ha sido gradual, seguí jugando Battlefield y continuo haciéndolo hoy en día con Battlefield 1, y ahora las cosas son muy diferentes; sin ser un súper jugador, suelo quedar entre los primeros 10 lugares, muchas veces entre los primeros tres. Sigo muriendo mucho pues soy descuidado, pero mato bastante y consigo muchos puntos por jugar el objetivo y apoyar a mis compañeros; me he convertido en un buen jugador de FPS competitivo.
La primera experiencia en un FPS competitivo es difícil y puede asustar a cualquiera, te topas con sujetos que juegan horas y que parecen hacer más daño que tú a ellos, sólo el no dejar el control, el seguir jugando, te permitirá mejorar tus números y será cuando te comenzarás a divertir.
Jugar FPS competitivo requiere que te comprometas, que prestes atención, que estudies tu ambiente, conozcas tu arma, sepas cómo moverte y anticipes lo que decenas de oponentes harán. Suena mucho pero se vuelve muy divertido y mejora cuanto más mejores tú.
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