Estamos en el Mes del Halloween y estaba pensando en cosas terroríficas para escribir durante octubre, finalmente pensé en algo que me aterra y que se relaciona con la infancia de todos nosotros: Hacer equipos en la escuela.
Recientemente decidí concluir mis estudios en psicología por lo que volví a clases, ahí reviví viejos temores que creía olvidados o superados, el más intenso de todos era la hora temida en que el maestro decía las fatales palabras: «Chicos, hagan equipos para este trabajo”.
Y es que el nerd normal no tiene muchos amigos y hacer equipos es una prueba más que reafirma lo sólo que se puede estar en la escuela. Cuando llega la hora de armar equipos los compañeros no piensan en con quién van a trabajar mejor sino quiénes son sus amigos, así los grupos se van formando, casualmente, en el orden en que están sentados. Sí, todos se sientan al lado de sus amigos y es con ellos con los que, «de pura coincidencia», arman sus equipos.
Así puedes ver las hileras de pupitres en donde poco a poco se arman los equipos para el futuro trabajo, siempre conformados por los que mejor se llevan (y que puedes notar se sientan en bloques, separados por pupitres vacíos) ¿Qué hace tu héroe mientras? Esperar a ver cuál grupo no se completó o en dónde el amable maestro lo va a asignar, probablemente junto al resto de los inadaptados a los que nadie escoge.
Y eso es un evento horrible, más aún en la infancia. La hora de armar equipos te revela que perteneces al grupo de los que huelen mal, los torpes, los feos o los… nerds, es el momento de nuestras vidas en que nos damos cuenta que somos nerds (o que olemos mal). Ves a las chicas lindas del salón asociándose entre ellas o con algún patán y tú… ahí, esperando a ver dónde estarás para pasar la materia.
En tiempos recientes soy mucho más social que antes, por desgracia para mi causa me tocó ser alumno irregular por lo que debo estar en muchos salones diferentes, eso me ha permitido conocer a casi todos mis compañeros pero… me ha dificultado hacer amistad con ellos pues no estoy en sus salones el tiempo suficiente como para platicar, tan rápido se va el maestro como me voy yo a mi siguiente clase.
Y así se van las materias de “Hacer equipos”, siempre esperando a que te metan en algún lado (a veces con gente que ni va a la clase), dejando como resultado un momento terrorífico que debemos vivir en cada clase.
era aún más terrorífica la clase de educación física
No es por Presumir, Pero yo era el SEREVRITO del equipo.