Nos hemos divertido mucho usando el Internet, viendo memes, chateando con amigos por Facebook y viendo nopor de monitas japonesas que son enrolladas por tentáculos enormes, pero algo que quizá también haces de forma continua es buscar conocer a alguien especial por medio del Internet. Yo lo he hecho y de todas las aventuras y desventuras de mis años conectado al ciber-espacio hay una en especial que me marcó, esta es la historia, MI HISTORIA DE CATFISH.
Antes de comenzar he de aclarar que todo lo relatado aquí es cierto, al menos desde mi lado del monitor, sin embargo la trama se torna tan compleja e inverosímil que no sé, no creo, que sea de verdad en el otro extremo; sin embargo por respecto trataré de omitir, tanto como sea posible, datos o nombres comprometedores.
Pero empecemos por una cosa, ¿qué diantes es el Catfish?
El Catfish es un fenómeno nacido de la popularización del internet y que, como todas las cosas de nuestra generación, fue bautizado por MTV gracias a un programa llamado: “Catfish, mentiras en la red”, el cual trata precisamente acerca de relaciones interpersonales entre personas que únicamente mantienen comunicación a través de internet, donde algo no es lo que parece ser.
El fenómeno del Catfish realmente no cuenta con un nombre científico ni ha sido un problema ampliamente estudiado, por lo mismo se trata de una serie de situaciones relativamente nuevas pero con consecuencias muy reales a la salud mental y las relaciones sociales de quienes lo hemos sufrido. A falta de un mejor nombre para definir la problemática, el término de Catfish es el más adecuado y mayormente difundido gracias al canal que lo bautizó.
Primero un poco de historia acerca del término:
Catfish es un documental estadounidense lanzado en el año 2010 que trata de un joven, Yaniv “Nev” Schulman, que se ve envuelto en una relación amorosa con una persona vía redes sociales, específicamente Facebook, una chica llamada Megan.
Por medio de redes sociales y del teléfono ambos jóvenes inician una relación sentimental a distancia, en la que se intercambiaban fotografías, canciones y, sobre todo, afecto y sexualidad; situación que desarrolló en Nev un vínculo con Megan, mismo que puede ser descrito como un enamoramiento, igual que el que cualquier persona experimenta al lado de ese ser amado.
Durante esas conversaciones hubo algunas situaciones que hicieron que Nev pensara que algo no era totalmente cierto en la relación; Megan le enviaba unas canciones que decía que ella había compuesto, sin embargo, en esta época de la información a un clic, Nev fue capaz de encontrar en YouTube, e interpretadas por otras personas, las canciones que Megan aseguraba eran obra suya. Ello le lleva a realizar una investigación en la que descubre que aquella no era la única mentira que Megan le había contado.

Con la finalidad de llevar a cabo el documental que da nombre al fenómeno, Nev continua la relación a distancia con tal de obtener mayor información que le permita saber más acerca de lo que realmente estaba ocurriendo; ello le lleva a viajar a Michigan, donde aparentemente vivía Megan, y visitar la casa que ella le había indicado era la suya.
La casa, la cual era supuestamente una granja, estaba desierta, y las postales que Nev le había enviado estaban acumuladas en el buzón. Tras esa visita Nev acude con Angella, la supuesta madre de Megan. Al verla se da cuenta que la apariencia de la persona no era la que Megan le había mostrado en fotografías y pinturas, lo mismo para el resto de su familia, quienes no tenían idea de quién era realmente Nev.
Tras la sorpresiva visita, y después de intentar sostener el relato por más tiempo, utilizando para ello más mentiras, como el decir que tenía cáncer y realizar falsas llamadas telefónicas, Angella reconoce que ella era la persona con quien Nev mantenía conversaciones, admite haber inventado al personaje de Megan y a todos los participantes de la red social de la susodicha, y usado fotografías de otras personas para la creación de múltiples perfiles falsos.

Angella le dice a Nev que los personajes que interactuaban con el perfil de Megan representaban diferentes fragmentos de su personalidad, posibilidades de vida que pudo ser la suya si hubiera tomado decisiones diferentes.
La vida de Angella no era una buena vida, estaba diagnosticada con esquizofrenia, era una mujer casada de cuya hija mayor, quien realmente se llama Megan, se mantiene separada desde hacía tiempo. Asimismo era la encargada de cuidar a dos hijastros fuertemente discapacitados, mismos que, en palabras de la propia Angella, “al conocer a los gemelos supe que iba a despedirme de todas mis otras metas”.
Angella se mantenía todo el día en casa al cuidado de los dos gemelos, razón por la que la vida en redes sociales era lo más cercano a la vida que ella hubiera deseado tener.
Tras el documental, Nev realizó un programa de televisión para la cadena MTV en el año 2012, Catfish, mentiras en la red, el cual toca las situaciones relativas a las relaciones vía medios electrónicos que resultan ser falsas, donde se pueden encontrar las similitudes entre los modus operandi de quienes realizan tal actividad, así como el perfil de la persona que más probablemente podría caer presa de dicho fenómeno.

El programa Catfish, mentiras en la red, duró 8 temporadas al aire, siendo la última transmitida en el año 2018. Tiene a su vez versiones en Latinoamérica, específicamente en Chile, Brasil, México y Colombia, donde se mantiene el mismo formato de dos investigadores que salen a campo para desenmascarar a la persona que está mintiendo en la relación. En 2014 la editorial Merriam-Webster introdujo el término Catfish como la definición del perfil falso en internet.
La historia de Sonia

-13 Abril de 2017-
Salió en mi lista de “personas que tal vez conozcas”, era una chica bonita y sonriente, ataviada con una gruesa chamarra. Ella sonreía mientras, al fondo, se veía una ciudad gris, nublada; que más tarde comentó era la Ciudad de México. Su nombre en el perfil era Sonia López.
Yo tenía ya algún tiempo sin tener novia, tampoco tenía prospectos en aquel tiempo.
Me gustó su cara, me gustó su sonrisa. Revisé cuidadosamente su perfil y decía que vivía en Ramos Arizpe. Yo nunca he estado interesado en una relación a distancia, buscaba conocer a la persona físicamente. Al estar tan cerca de donde yo vivía le envié solicitud de amistad, como tantas enviaba diariamente a otras chicas; ello era común en mí, si veía una chica bonita y vivía en mi ciudad o muy cercana a ella, le mandaba la solicitud, lo demás era cuestión de esperar y ver si había química, aunque ésta sea virtual.
Sonia aceptó mi solicitud, no sé cuánto tiempo habrá tomado desde que la envié hasta que fue aceptada. Fue ella quien inició el primer contacto:

-¿Lo conozco? -Fue lo que me dijo.
Sonia
Con timidez le respondí que no y empezamos a platicar. Inicialmente me hablaba de usted, tuve que decirle que podía hablarme de tú.
Era de noche la primera vez que platicamos, yo ya me iba a acostar, por estar hablando con ella tardé un poco más en irme a la cama, se sentía química en la plática, parecía que podía darse algo, parecía que yo le agradaba.
No todo fue tan perfecto, sí, en efecto Sonia decía vivir en Ramos Arizpe, sin embargo no vivía ahí de momento. Me dijo que por cuestiones de trabajo ella se encontraba en ese momento en Silao, Guanajuato, su trabajo tenía que ver con maquinaria, ella decía trabajar en Magna, que tienen planta en Ramos Arizpe.
El que estuviera lejos me decepcionó pero ella aseguraba que en junio habría de volver a Ramos Arizpe y de inmediato comenzamos a hacer planes para el día que pudiéramos conocernos, íbamos a ir a cenar tacos, yo le iba a comprar un “taco extra”, esa era nuestra muletilla, nuestro chiste privado.
Nuestras pláticas eran diarias, cargadas de un componente afectivo importante; no eran eróticas propiamente dichas, no había en esa plática ningún acercamiento coital o genital; era únicamente una amistad que cada día se fortalecía, que se sentía que podría llegar a convertirse en algo más.
Me contó acerca de ella, su nombre era Sonia Judith López Treviño, nació en Puebla, el 1 de diciembre de 1991 por lo que, al momento de nuestras conversaciones, contaba con 25 años. Vivía en Ramos Arizpe junto a sus amigas, Lily y Margarita, quienes también trabajaban con ella en Magna y la acompañaban en Silao. Pese a haber nacido en Puebla creció en Monterrey, donde aún vivían su papá, su mamá, su hermana mayor y su hermano menor.
Aparentemente su familia era de posición económica elevada, ella nunca lo confirmó pero se daba entender puesto que decía que su papá era dueño de una empresa de materiales y vivían en San Pedro Garza García, la zona más cara de Nuevo León.
Por problemas de su temperamento y en la relación con su papá, ella había decidido irse de su casa y así fue que llegó a Magna, a Ramos Arizpe.
No era un novato en redes sociales e internet, conocía las historias de robo de identidad y fraude. Revisé su Facebook a fondo, viendo comentarios y posts anteriores a nuestro primer contacto. La mayoría de las fotos eran de internet: fotos de Puebla, niños indígenas, tatuajes; habían algunas fotos de ella (pocas y todas similares en cuanto a la pose) y comentarios acerca de cuánto extrañaba Ramos, su clima y su comida; también había algunas interacciones con diversas personas, en especial una señora de quien Sonia se expresaba con mucho cariño bajo la frase “señora bonita”.
Jamás olvidé que había sido yo quien le mandara solicitud de amistad, con todo eso consideré que la persona con la que estaba hablando realmente existía; así continué hablando con ella y desarrollando un sentimiento de afecto.
Tiempo después tenía que tomarme mis fotos para el título que estaba en trámite, como yo llevo años usando barba, el hecho de rasurarme para las fotos me fue importante y se lo comenté a Sonia; ella me pidió ser la primera en ver mi cara sin barba… En retrospectiva esa fue la primera de muchas veces que me vio la cara.
Justo después de rasurarme me tomé la foto y se la envié, ella no respondió, eso se me hizo raro. Al poco tiempo me responde diciéndome: “Muy guapo”, le agradecí y ahí fue cuando comenzó el tenor de esta historia:
-26 abril 2017-
-“Falleció mi madre”. –Me dijo.
Sonia
En ese momento me pareció una situación muy creíble así que de inmediato le dije lo mucho que lo sentía, Sonia me agradeció y dijo que iba camino a Monterrey al funeral, que estaría ahí tres días y después tendría que volver a Silao a continuar trabajando.
Esos días seguimos hablando, le preguntaba cómo estaba y trataba de estar ahí para ella. Con el paso de los días ella comenzó a escribirme que yo le era muy importante, que me quería mucho:
“No sabes cuánto”. –Me decía.
Sonia
Por supuesto que yo intuía que esa frase escondía un “te amo”, pero pues seguimos hablando como era usual. Diariamente nos enviábamos fotografías, supuestamente recién tomadas en ese momento; también ocasionalmente hablábamos por internet, ella no “tenía” chip celular, por lo que la comunicación por mensaje y audio fue siempre a través de Facebook Messenger; durábamos horas, su voz… era de mujer, eso sí, pero no era una voz particularmente bonita. Conservo tres clips que con gusto te comparto para que llegues a tus conclusiones.
¿Videollamada preguntas? En ese año de 2017, con los smartphones por todos lados… Su cámara no funcionaba.
Las fotos seguían tanto como las pláticas, en todas era ella aunque algunas podía verse un poco diferente, quizá debido a filtros o a la luz. Aún se podían vislumbrar características suficientemente particulares como para saber que era “ella”. Eran fotos de una mujer bonita pero no hermosa, lo cual dotaba a esta historia de una mayor credibilidad. Sonia de ningún modo era una modelo ni una mujer “bellísima”, sólo era bonita.

Eso sí, las fotos estaban muy bien tomadas, muy profesionales para ser selfies, eso me llamó la atención; de acuerdo con ella, era aficionada a la fotografía, incluso en algunas de sus fotos sostenía una vieja cámara. Había cierto sustento en el discurso y por eso me lo guardé, pero no dejaba de parecerme sumamente extraño.
-8 de mayo 2017-
Fue ella quien inició con la plática más afectiva, con mayor “interés” respecto a mi bienestar. En Mayo de 2017 llegó mi cumpleaños, yo me encontraba en el trabajo y una compañera llega y me dice que me traían un paquete, una señora me esperaba afuera con una caja, dijo que me la enviaba alguien, me tomó una foto con la caja, supuestamente la que lo enviaba le pidió una prueba de entrega.
Abrí el paquete y venían unos hot cakes, frutas y una nota que decía algo así como:

“No importa el tiempo ni la distancia, te quiero mucho. Sonia”.
Sonia
No lo voy a negar, el detalle me hizo sentir muy bien, ni siquiera importó la vergüenza que fue el recibir un paquete así en el trabajo, me sentí muy emocionado, se lo agradecí y lo publiqué en mi Facebook.
Ese evento me hizo interesarme más en ella y lo que inicialmente fue una atracción física comenzó a convertirse en una relación afectiva. Gracias a ese regalo de su parte, la existencia de Sonia salió del ámbito virtual y llegó a mi plano real, mi familia sabía de ella, mis amigos sabían de ella. En aquel momento ella era “ella”, era una persona, no fui completamente mal visto y mi grupo social aceptaba esta posibilidad, aunque claro, ¿cuándo viene? Me preguntaban; ¿la has visto en video? No de momento.
Sonia se convirtió en tema de conversación con mi familia y amigos, inicialmente sólo era curiosidad, más adelante sería el tema de una investigación casi policíaca.
Algo no cuadraba en todo esto
Entre la muerte de su madre, su gran apego hacia mí y la falta de videollamadas, comencé a sentirme raro, sospechaba que algo no estaba bien con ella; esa ausencia de un teléfono que pudiera hacer videollamadas (pese a, supuestamente, tener un muy buen sueldo) me hacía tener dudas.
Previamente ella me había dicho que su fecha de nacimiento era el 1 de diciembre de 1991, que había nacido en Puebla. Con esos datos más su nombre completo decidí buscar su CURP en línea…

No había CURP, la persona bajo el nombre Sonia Judith López Treviño, de nacimiento 1 de diciembre de 1991, en Puebla, no aparecía en los registros. Realicé otras pruebas con datos de personas que sí conocía y en todas obtuve CURP, Sonia fue la única ausente de la lista.
Pero junio se acercaba, muy pronto todas mis dudas desaparecerían, sólo debía esperar un poco más y estaríamos juntos. Guardé un poco mis sospechas mas no terminé mis investigaciones.
-22 mayo 2017-
Decidí usar su propia técnica, enviarle un paquete a su lugar de trabajo, no olvidar que su trabajo era la empresa Magna, de Silao. No la advertí de ello, debía ser una sorpresa, por eso obtuve la dirección de la planta a través de internet. Ingresé al sitio web Flordeco y realicé la compra de un arreglo floral con la clave FLOR-142, consistente en 6 rosas rojas y alstromerias blancas (ni idea de qué sea eso), con una tarjeta a mi nombre; mi número de compra fue el 67873. Les di la dirección de entrega y el nombre de la persona a quien iba dirigido, sólo restaba esperar.

Y esperé durante la mañana, supuestamente ese día Sonia estaba en junta; esperé saliera de la junta y, como era usual, platicaba con ella durante la mañana. Nada, ni un comentario. Ya en la tarde decidí decirle que había algo en la entrada para ella, respondió suplicando le dijera de qué se trataba, le dije que era una sorpresa. Ella pareció molestarse un poco y negarse a ir a la entrada hasta que le dijera de qué se trataba; finalmente le dije que había un arreglo floral que le había enviado.
Sonia dijo que fue hasta la entrada y que no había nada para ella (previamente me habían confirmado la entrega. Posteriormente me dijo que había dos entradas, que quizá lo habían dejado en otra. Supuestamente fue y, nuevamente, no había nada.
Claro que sospeché y dije que me comunicaría con Flordeco para que me dijeran que había pasado, Sonia me suplicaba que no lo hiciera, que estaba bien y que me agradecía el gesto. Yo insistí y fue ahí que, mágicamente, la vocearon diciéndole que había algo en la entrada para ella.
Minutos después me responde que estaba bien emocionada por sus flores, le pedí que leyera la nota pero me dijo que no había nota, me pidió le dijera lo que había mandado escribir; inicialmente me negué pero ella insistió, así que le dije lo que le había puesto (y que ya no recuerdo).
Así como ella había solicitado una foto mía recibiendo mi regalo, le pedí una foto de ella con las flores que le había enviado; esa era la táctica, verla con las flores me disiparía todas las dudas y podía estar tranquilo. Sonia se negaba a tomar la foto, decía que estaba en el trabajo; entendí ese razonamiento y le pedí una foto llegando a su casa, ella a regañadientes accedió y me mandó esto que publicó en su perfil de Facebook…

Por supuesto que me brincó que ese no era, ni por accidente, el arreglo que yo le había enviado; asimismo me hizo mucho ruido la bajísima calidad de la fotografía, en especial para una “aficionada a las fotos” y con muy buenas selfies previamente. La foto estaba borrosa, mal encuadrada y, claro, ella no salía.
Mis sospechas alcanzaron el cielo, no CURP, se niega a salir en la foto y, encima, no era el arreglo que yo envié. Me comuniqué a Flordeco donde me confirmaron la entrega con la guardia, María Alcabala, e incluso me mandaron una foto de recepción con la guardia sosteniendo el arreglo (foto que creo he perdido).
Hola, el día de hoy 22 de mayo de 2017 realicé una compra con ustedes con el número de compra 67873, la cual llegó incorrecta. No sólo no se adjuntó la nota sino que, al ver la foto que la persona me envió, el arreglo no se parece en nada al que compré. Adjunto capturas del arreglo que compré y el que se recibió. Por el asunto de la tarjeta ya me comuniqué y me dicen que mañana la envían, pero el arreglo que se recibió sí no es el que yo solicité, me gustaría revisaran por favor qué ocurrió. Gracias
Yo
Pero se acercaba la fecha, no tenía caso confrontarla aún.
Decidí guardarme las sospechas una vez más, dejarlo pasar y seguir platicando como si nada, siempre detectando el discurso, las inconsistencias. Así se fue acercando la fecha de su regreso.
Justo cuando restaban bien días para eso, Sonia me comentó que su amiga Margarita estaba embarazada, que a ella le tocaba ir a San Luis Potosí a otro trabajo y que, debido a la incapacidad de Margarita, era Sonia quien tenía que ir.
Y ahí vamos…
Por supuesto que con las dudas que ya tenía eso disparó mis sospechas, sin embargo había muy poco que yo pudiera hacer al respecto. Ella dijo que habló con su jefe y que era necesario, sin embargo le dio a elegir:
-Te doy un día para que vuelvas a Ramos y te vas al día siguiente a San Luis, pero vuelves a Ramos hasta octubre; o te vas de una vez pero regresas en septiembre a Ramos. –Comentó que le dijo. Y además me dijo que yo decidía.
No voy a negar que dicha “opción” fue sospechosa y carente de lógica, sin embargo decidí continuar y, quizá torpemente, permitir que la lógica imperara. Le dije que no quería ganar un día a cambio de 30 y que mejor se fuera directo a San Luis, que en septiembre podríamos estar juntos finalmente. Ella accedió contenta y, así, se fue a San Luis.
En San Luis la “relación” continuó de la misma forma que antes: Muchos mensajes vía Messenger, unas ocasionales llamadas de voz donde se sentía esa tensión mía de no saber con quién realmente estaba hablando. La “relación” atravesó varios problemas, yo no le creía y ella era muy celosa, me daba problemas si me veía con una amiga (pese a que ella sí decía verse con sus amigos). Discutíamos frecuentemente por mensaje, ella era muy dramática en cuanto a sus palabras y comentarios, hacía problemas por prácticamente cualquier cosa.
Durante su estancia en San Luis las tragedias no cesaron de ocurrirle, Sonia aseguraba enfermarse seguido, padecer fuertes dolores de cabeza que, ocasionalmente, la llevaban al hospital. Casi no comía por las largas jornadas de trabajo, se iba a la fábrica temprano salía casi de madrugada; esas jornadas varias veces dijo que la hicieron sentir muy mal.
Un día me dijo preocupada que su padre no aparecía, que no había llegado a casa, ella estaba lejos y no había nada qué hacer al respecto. Días después me comentó que su padre había vuelto en malas condiciones, comentó que no le dijo a su familia nada de lo que había pasado, que se encerraba en su cuarto sin decir nada.
Tiempo después, derivado de ese evento, me dice que a su padre le habían encontrado irregularidades, motivo por el cual ya te imaginarás. Sonia decía estar muy mal anímicamente, su madre había muerto y su padre fuera, dejando así abandonados a su hermana mayor y su hermana menor.
Los días siguientes ese fue el tenor de la conversación, acerca de lo que pasaba en su familia, con su padre, de cómo sus hermanos enfrentaban esa problemática y cómo ella se sentía al estar tan lejos.
A veces se sentía mal e iba al hospital, incluso alguna vez me dijo que sus hermanos habían ido hasta San Luis a verla y que eso la hacía sentir mucho mejor. Entre la muerte de su madre, sus problemas de salud y su papá imposibilitado, claramente había mucho drama que me llamaba mucho la atención.
Sonia se convirtió en el tema de conversación con mi familia, deseaban saber si realmente existía o no, y claro que yo también ansiaba una resolución. Todo aquel a quien le platicaba lo que ocurría quería saber más.
Una mañana me dijo que unos policías habían tocado a la puerta de su casa, ella estaba sola porque se había sentido mal y había faltado al trabajo. Le dijeron que habían reportado un robo y que el ladrón estaba cerca. Platicamos unos minutos y luego desapareció toda la mañana, cuando volvió a responder me dijo que había escuchado ruidos en su patio y que, al ir a ver, había un muchacho ahí; Sonia corrió a cerrar la puerta y luego salió despavorida a buscar a los policías, por eso se desconectó toda la mañana…
Claro que no creí esa historia, igual que ya no le creía a las historias anteriores, entre ellas algunas que la llevaron al hospital, pero seguí el juego, septiembre se acercaba y esa era la fecha en que, una vez más, ella iba a regresar, no podía volver a fallar.
Alrededor de agosto de 2017 Sonia me dice que su hermana se había sentido mal y que se fue a hacer unos exámenes, días después me dice que tenía cáncer en fase 4, que estaba muy grave… Su madre, su padre, un robo en su casa, problemas de salud de internamiento y ahora una hermana enferma… Todo era tan increíble…
Realmente era increíble, difícil de creer…
No voy a negarlo, tras varias discusiones y “rompimientos” en la “relación” hubo un momento en que la confronté, solté todo lo que, hasta ese momento, había investigado. La inexistencia del CURP, el hecho de que la foto de las flores no era la del arreglo que yo había enviado.
-“Sí hay CURP”- Me dijo. –“Esas fueron las flores que me dieron”. –Añadió.
Sonia
Sonia se mantuvo firme en sus dichos, sin embargo en ningún momento ofreció más pruebas que el silencio o una negativa; no me otorgó su número de CURP ni una foto de su credencial de elector ni alguna imagen que probara su identidad. De las flores le comenté que, tras enviárselas, en ningún momento Sonia hizo mención de ellas hasta el momento en que la confronté.
Pero ella se excusó, sólo pidió que le tuviera confianza, y aunque le dije que iba a confiar en ella, era una mentira, ya no confiaba en su palabra, sólo deseaba conocer la verdad, y esa verdad debía llegar pronto, una vez se cumpliera su regreso a Ramos Arizpe en septiembre y pudiéramos vernos.
-29 agosto 2017-
Con el paso de los días y en poquísimo tiempo (cabe mencionar que, meses atrás, me hablaba de ver a su hermana y no mencionaba ningún problema de salud), su hermana entró en coma, ella pidió permiso para ir a verla a Puebla, donde por motivos del encierro de su papá, los hermanos se habían ido con unos tíos. El 29 de agosto de 2017 su hermana fallece, lo cual se convierte en una situación extremosa que le impide volver a su trabajo en la fecha que se le había indicado, razón por la que decide “quedarse” en Puebla, ya sin razón laboral para volver a Ramos Arizpe, donde había sido “despedida” de Magna; evidentemente la “cita” de septiembre estaba en riesgo una vez más.
-Septiembre 2017-
En septiembre mi hermana iba a hacer una fiesta de presentación del sexo de su bebé, platicaba de eso con Sonia, aquella sería nuestra “primera cita”, yo pensaba que iba a ser niña (nota, sí lo fue), y por ello acordamos ir de rosa, Sonia incluso me mandó fotos de un vestido “parecido” que tenía y que era el que iba a usar.
Yo no confiaba realmente en ella pero esa era la fecha en que por fin (de nuevo), mis dudas se disiparían, no obstante idee un plan para mantenerme a salvo: No conocía a esta persona e iría a su casa, en Ramos Arizpe, claro que temía por mí y por mis riñones. Tenía listo el plan: Mi papá me iba a acompañar en otro carro y a colocarse a una distancia prudente, yo iría por Sonia a donde ella me indicara, posiblemente me invitaría a pasar, si no salía después de unos minutos mi papá entraría en acción. Todo estaba listo para el momento cumbre pero…
-“No voy a volver en septiembre”. –Me dijo Sonia, no tenía trabajo en Ramos Arizpe, no tenía “razones” para volver.
Sonia
A esas alturas esa era la segunda vez que “iba a volver” sin poderse cumplir, y sin embargo Sonia me pedía “seguir esperándola”, continuaba con la promesa de un retorno, esta vez en diciembre.
Evidentemente aquello fue un duro golpe, pues si mis sospechas eran elevadas, tras la cantidad de tragedias que ocurrían en la vida de esta persona y el hecho de que “siempre no iba a regresar” eso me hizo decidir alejarme, sin embargo Sonia no lo permitiría tan fácilmente.
A esas alturas yo ya había “cortado” con Sonia, sin embargo aún seguía la comunicación, una comunicación sumamente dramática en la que ella se colocaba en un papel de víctima intensa. Llegué a salir con una chica y me sentí tan culpable que pensé era yo un monstruo (nota, no funcionó).
Era septiembre de 2017 y ella estaba en Puebla…
-19 de septiembre de 2019-
Un temblor que sacudió nuestro país de forma muy importante, temblor cuyo epicentro fue Puebla. Mientras que México estaba preocupado por Frida Sofía; Sonia, quien estaba en Puebla, me decía que la casa de sus papás se había caído y que iba a ir a ayudar a los damnificados, ello junto a un amigo suyo, con quien llegó a subir una fotografía en Facebook donde ambos salían a cuadro.
-¿O también lo estoy inventando? –Me dijo.
Sonia
Por supuesto que el temblor no fue invención suya y ese evento trágico le dio algo de veracidad a sus dichos. Me platicaba que iba a centros de damnificados a ayudar, que estaba muy cansada, que le preocupaba que la casa donde se crio algunos años se fuera a caer.
Previamente me había platicado de tíos que tenía en Atlanta y con los que a veces se iba de viaje en el pasado. En un momento y tras algún tiempo sin tener “trabajo”, Sonia me comentó que sus tíos le había conseguido trabajo ahí en Atlanta, un trabajo muy bien pagado y que se iría para allá.
Claro que eso puso incluso más “distancia” a la probabilidad de volver, probabilidad que Sonia seguía argumentando que existía. Juraba que iba a Atlanta con el objetivo de juntar dinero para comprar una casa e incluso daba a entender que esa casa era “para nosotros”. En sus palabras, se iría sólo hasta diciembre y en ese momento ella volvería, ya con dinero ahorrado, suficiente para aguantar un poco. Me pidió seguir esperándola.
Desde mayo de 2017 yo ya había iniciado alguna conversación con su “amiga” Lily, quien hacía todo a “su” alcance para mantener la relación, comentaba cosas que Sonia le decía, lo mucho que me quería, lo importante que era para ella el conseguir ese dinero para sus “proyectos en mayo”.
-19 octubre 2017-
Su amiga Lily se comunica conmigo para informarme que Sonia se encontraba en urgencias debido a un fuerte dolor. Cabe destacar que ésta no fue su primer ingreso en el hospital pero sí uno del que tengo documentos de fecha.
A estas alturas era evidente el patrón de comportamiento que Sonia tenía, el cual consistía en promesas, juramentos, súplicas y drama, para después alguna tragedia evitar cumplir aquello que antes había prometido.
-Diciembre 2017-
Pasamos diciembre en “relación”, aunque dicho sea de paso, era una relación sumamente frágil y repleta de momentos incómodos, silencios y “desconexiones”. Yo platicaba del asunto con mis amigos, con mi familia, y ante la mirada de todos yo era un “pendejo” un “crédulo”; para todos era evidente que era falso, que me estaban viendo la cara. Yo pensaba igual pero ansiaba la verdad y buscaba que llegara el momento en que Sonia admitiera todo y así pudiera yo cerrar esa duda que me carcomía desde inicios del año.
Supuestamente, en Atlanta, Sonia vivía con unos tíos y ganaba cerca de 4 mil dólares mensuales en su trabajo, mantenía alguna comunicación con su hermano, quien se había quedado en Puebla, y con su padre, quien ya estaba de vuelta y era un drama adicional en esa historia, repleta de lágrimas y decepciones.
Sonia juraba que sólo iba a trabajar durante diciembre y que volvería, pero había una condición:
La condición…
-“Quiero que te vayas a vivir conmigo”. –Me dijo.
Sonia
Me decía que sólo se regresaría si yo aceptaba irme con ella. Entendiendo que ella me había engañado tantas veces, pensé en hacerle lo mismo así que accedí. Una vez llegara me iría a vivir con ella.
No voy a negar que una parte de mí deseaba que todo fuera cierto, si de verdad Sonia regresaba y era ella, posiblemente sí me hubiera ido con ella pues todo lo dicho habría resultado ser cierto, pero también existía el dato de que yo deseaba conocer la verdad y buscaba hacer tanto como fuera posible para lograr que se expusiera. Acepté e hicimos “planes”.
Un día de diciembre me dice Sonia que sus jefes querían hablar con ella, horas después me comenta que le estaban ofreciendo la plaza formal, con un gran aumento de sueldo que llegaba hasta los 8 mil dólares mensuales, que sería una excelente oportunidad para ahorrar más dinero. Yo tenía la posibilidad de decidir, si yo le decía que no la tomara entonces Sonia rechazaría la oferta,
Le dije que no la tomara, que regresara en enero de 2018. Sonia se negó y comentó que había decidido tomar la oferta.
Por supuesto que vino drama y lágrimas: -“Otra vez te decepcioné”. –Sonia decía. Suplicaba mi comprensión y decía que, esta vez, sólo sería hasta mayo de 2018, ese era el tiempo que necesitaba para juntar la cantidad de dinero que ella quería.
No accedí, en ese momento dejamos el ir y venir de la relación. Sin embargo no se cortó la comunicación.
Sonia y yo manteníamos comunicación “amistosa” aunque cargada de “malos entendidos” y mucho drama. Ella trabajaba y “sufría” daba a entender acerca de “planes a futuro”.
-10 enero 2018-
El 10 de enero de 2018 su amiga Lily me contacta para decirme que Sonia había tenido un accidente automovilístico, ello debido a las condiciones climáticas de Atlanta. Tras varios intentos por contactarla Sonia finalmente se comunica conmigo y me dice que se había roto la pierna, incluso me manda una foto de una pierna enyesada, sin embargo en ningún momento me envió una foto donde se viera “ella” el rostro de la persona de quien se suponía se trataba, con una pierna enyesada.

Durante el año 2018 continuamos una comunicación constante, plagada de drama y de “regresos” que no se cumplieron. Dichos de volver en mayo, en diciembre, de comprar una casa, de tener proyectos de negocio, de volver ya sea a Puebla o a Monterrey.
-15 febrero 2018-
Pese a que ya no éramos “amigos” en Facebook, yo mantenía vigilancia en su perfil, deseaba en algún momento conocer la verdad. Así me enteré que, en algún momento, inició una “relación” con un joven llamado Benjamín, relación que detecté debido a un montaje que esa persona hizo de él con una foto de ella (foto que Sonia me había enviado en el pasado).
De acuerdo a palabras de Sonia, fue la tristeza de perderme y el apoyo que Benjamín le dio lo que los “acercó” con lo que iniciaron una “relación” que más adelante, vía contacto con el propio Benjamín, pude averiguar que fue muy similar a la que “tuvimos” pues en ningún momento la conoció ni la vio en video.
-6 abril 2018-
El 6 de abril de 2018 Sonia me dice que había iniciado otra relación a distancia, esta vez con un individuo llamado Joaquín, relación que este individuo publicó en su perfil el 3 de abril de 2018.
Sonia juraba que conocía a Joaquín desde que estaba en Ramos Arizpe, decía que –“ya me gustaba desde antes”.
Durante 2018 continuó la comunicación, la “amistad” continuaba de un modo bastante tóxico.
-29 agosto 2018-
En fecha mencionada (siendo además el primer aniversario de la “muerte” de su hermana), Sonia me comenta que un amigo le estaba ayudando para conseguir trabajo en una empresa de Ramos Arizpe, notificando que el 15 de septiembre de 2018 acudiría a la entrevista.
-20 septiembre 2018-
Sonia no acude el 15 de septiembre, sin dar motivos de ello, sin embargo me comenta que ese fin de semana, que sería el viernes 21 de septiembre de 2018, iría para Saltillo, que me avisaría en caso de que fuera posible vernos.
-23 septiembre 2018-
Sonia me comenta que ya se encontraba en Monterrey, añadiendo que había llegado desde el 22 de septiembre. Ese mismo día me dice que no iba a ir a Saltillo y que se regresaría a Atlanta el 24 de septiembre de 2018.
-1 diciembre 2018-
La comunicación continuó de forma más o menos continua, sin ser ésta una “relación” hasta el 1 de diciembre de 2018, fecha en que la “felicité” por su cumpleaños, igual que ella había hecho en el mío de ese año. Tras unos intercambios de saludos terminó todo contacto.
En febrero de 2019 me comunico con Benjamín vía Facebook, a fin de preguntarle si él en algún momento pudo conocer a Sonia. Benjamín me refiere que no la llegó a conocer en persona ni a ver en video, sin embargo en aquel momento parecía convencido de la existencia de Sonia y, de hecho, me comentó que esperaba verla algún día, suponiendo que ella pudiera venir o él ir a Atlanta, indicando que sería Mayo de 2019 un momento en que Sonia habría de acudir.
Tras esa comunicación y sin tener algún comentario de su parte, Sonia me bloqueó de Facebook. Posterior a ello recibí varias solicitudes de amistad de diferentes mujeres desconocidas, destacando a Karina Castillo, quien se comunica conmigo en diferentes ocasiones.
-27 marzo 2019-
Realizo contacto vía Messenger con la “señora bonita” con quien tanta conversación mantenía Sonia en el pasado. En la misma ella comenta que en ningún momento la conoció personalmente, pese a ello se expresa tiernamente de ella y añade que Sonia sigue planeando su regreso a Ramos Arizpe.
En marzo de 2019 una persona publica un montaje similar al de Benjamín, con una foto de Sonia. Al revisar más a profundidad me fue posible encontrar que, en algún momento de marzo de 2019, ambos iniciaron una relación.
Dicha relación está plagada de interacciones entre ambos vía Facebook, sin embargo no existe (al menos disponible hacia mí) una fotografía en que ambos aparezcan juntos.
Conclusiones
Al momento el misterio de la identidad de Sonia Judith López Treviño se mantiene en mi vida. Ya tiene más de un año en que no ha habido comunicación, sin embargo soy una persona curiosa que necesita descubrir la verdad de las cosas (no he podido olvidar otro Catfish, mucho más viejo, que viví y que puedes encontrar aquí). El objetivo del presente trabajo es el de lograr un verdadero cierre en cuanto a esta experiencia que viví durante casi dos años.
No puedo negar que, de algún modo, me enamoré de la idea de Sonia durante los primeros meses de 2017. En el tiempo en que la “relación” y la persona parecían una posibilidad real, de verdad me hice ilusiones respecto a esta mujer que, aparentemente, tanto me quería pese a jamás haberme visto. Su presencia se convirtió en un fantasma que me seguía a todos lados y su “existencia” llegó a oídos de mi familia y amigos. Inicialmente todos fueron comprensivos y esperaban que la relación fuera verdadera, incluso mi mamá llegó a tener contacto vía Facebook con ella. Con el paso del tiempo y tras las múltiples tragedias que Sonia vivía y que yo les contaba, la preocupación respecto a la identidad de esta persona fue creciendo, no obstante también les era sumamente divertido investigar y explorar las diferentes probabilidades de esta situación romántica en la que me había visto involucrado.
Hoy no tengo una respuesta, sin embargo conservo las mismas dudas de hace años. ¿Es Sonia Judith López Treviño una persona real? ¿Quién era realmente esa persona con la que yo hablaba? ¿Quién es la chica de las fotografías? Este trabajo tiene el objetivo de acercarme, algún día, a la respuesta que estoy buscando para desentrañar este Catfish.
Si alguno de ustedes, queridos lectores, sabe algo al respecto, agradecería mucho su apoyo en cuanto a la identificación de esta persona. Si bien la “relación” que tuvimos fue virtual, el dolor y angustia fueron muy reales y afectaron mi vida, a mi familia, y mis relaciones con amigos y amigas, dañándome de un modo que, todavía, no ha sanado del todo.
Aunque también me dio la posibilidad de una investigación interesantísima para titulación sobre este tema del Catfish…
Un saludo a todos y gracias por leer este largo texto. De nueva cuenta, si alguien puede aportar datos nuevos que clarifiquen esta investigación de Catfish, lo agradecería mucho.
Actualización julio 2021
¡Era un Catfish! He localizado a la chica a la que se le robaron las imágenes, me he puesto en contacto con ella y, efectivamente, no me conocía ni tenía idea sobre lo que «Sonia» hacía. Más adelante la historia de la investigación.
El misterio de la chica de las fotos será próximamente revelado. Mantente en sintonía
Hola, Jorge
Tengo una Página en Facebook a la que tu historia le vendria muy bien, si te interesa hacer alguna colaboracion con nosotros porfavor contactame.
Saludos
Hola, platícame más al respecto a [email protected]