Esta es una aseveración que de verdad no quería hacer, y es que el género de aventuras al estilo Metroid es uno de mis favoritos. Lógicamente que, cuando Koji Igarashi anunció que realizaba un sucesor espiritual a Castlevania Simphony of the Night (uno de los mejores juegos del género) mis expectativas se fueron muy alto. Y aunque aún no lo acabo, tras varias horas de juego puedo decir que…
Está sobrevaluado.
Los juegos de aventura a la Metroid me gustan mucho y he jugado bastantes de ellos. Jugué y terminé todos los Castlevania del estilo en GBA y NDS, así como los Metroids de GBA (aún me gustaría jugar el remake de Metroid 2 en 3DS). Por eso Bloodstained estaba tatuado en mi mente, esperando el momento en que el juego saliera a la venta, debía ser genial.

¿Y cómo no habría de serlo si es dirigido por el creador de los mejores Castlevania? (a mi gusto).
Incluso salió el Bloodstained de 8 bits, Curse of the Moon, y lo acabé, me gustó, se sintió… bien (aunque no es del género). Ese juego elevó incluso más las expectativas que tenía pues se trataba de apenas un tentempié al plato fuerte.

Finalmente Bloodstained salió a la venta y la crítica se desvivió en halagos, vi los reviews, vi los 9 de calificación que le pusieron, los comentarios de increíble, excelente. Todo ello solidificó aún más mis expectativas.
Luego lo jugué…
No me malentiendas pues Bloodstained no es malo, sólo es muy mediocre. El juego se siente amateur, poco propositivo, cero innovador. Los gráficos son planos, simples, una copia de los juegos de Castlevania que antes hiciera. Los diseños de personajes rebuscados pero sin carisma, sin ángel. El diseño de niveles es básicamente una versión disminuida de Simphony of the Night.

El gameplay en sí da poco para sentirse fresco. Al igual que en todos los juegos del género el personaje se mueve bien, salta y ataca, pero su progresión de habilidades no resulta muy gratificante. La absorción de fragmentos suena bien en comienzo pero la mayoría se comportan de forma muy similar entre ellos (arrojar algo) y sólo los fragmentos de uso indispensable para avanzar se sienten algo frescos, más no lo suficientemente divertidos.
El sistema de recolección de fragmentos se parece mucho a la absorción de almas en Aria of Sorrow y Dawn of Sorrow, sólo que en Bloodstained las habilidades que se obtienen son menos creativas y menos útiles.
Como es de esperarse viajarás a través de un castillo con diversas variantes, encontrarás cuartos secretos y recolectarás ítems y equipo que te ayudará a avanzar. Como es lógico te vas a topar con brechas que no puedes alcanzar hasta que obtienes la habilidad adecuada, siendo esa habilidad usualmente algún doble salto o alguna manera de tele transportarte, aspectos ya vistos en otros juegos similares.

Si bien en un comienzo la dificultad sí da un poquitín de reto (los dos primeros jefes me mataron en varias ocasiones), conforme vas avanzando y ganando niveles el juego se vuelve mucho más sencillo; derroté a varios jefes (por ejemplo el dragón de dos cabezas, el tren y el personaje que te da la posibilidad de rebotar en las paredes) literalmente sin necesidad de evadir sus ataques y sólo espameando el botón de ataque más la habilidad del escudo poltergeist, eliminándolos con casi cero esfuerzo y gastando apenas un puñado de pociones para recuperar mi energía.
La música es muy buena, muy en el estilo de los Metroidvanias, siendo ese aspecto lo más destacado del juego aunque no por ello le da personalidad pues es bastante genérica, se vuelve un Castlevania más.
En este mundo de Hollow Knight y Ori and the Blind Forest, un juego de este género que desee sobresalir debe hacer mucho más. Bloodstained no hace NADA para acercarse a esos dos, cuya aproximación al género dotó de creatividad y sentimiento a la exploración del mundo y a la narrativa del mismo. Mientras que esos títulos crearon mecánicas nuevas para jugar y progresar en el juego, Bloodstained se conforma con ser un Metroidvania más, y lo que es peor, es también el peor Metroidvania (hablando de los verdaderos Metroidvania, los seis de Igarashi).

Este género es uno de mis favoritos y uno que se presta a desarrollos de personajes que nos den nuevas formas de jugar y de mezclar nuestras habilidades. Bloodstained es un juego que se ubica en la mediocridad de la lista, inferior a la mayoría de los títulos que he jugado. Así es, incluso el poco valorado Strider es MEJOR que Bloodstained, al menos es más original y la calidad gráfica es casi igual.

Bloodstained debió ser mejor, y a los 1200 pesos que vale (Hollow Knight y Ori se lanzaron a la mitad de ese precio) es todavía una desilusión mayor. Lo peor de todo es la fanfarria que diversos medios especializados le han dado, ubicándolo como un gran juego cuando realmente es uno más del montón, lejos de los «Top Tiers» como Hollow Knight y Ori e incluso inferior a juegos como Strider y Guacamelee. Yo lo jugué con Gamepass y que bueno porque gastar 1200 por ese juego sería un error.
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