La serie Metal Gear existe en los videojuegos desde mediados de la década de los 80´s, cuando Solid Snake no era más que una copia de Michael Biehn y el juego optó por evitar la acción directa debido a limitaciones técnicas. Mundialmente no fue un éxito y eso es la razón por la que la mayor parte de nosotros no supo del juego hasta que explotó su fama en aquel título de dos discos para PS1.
Aunque Metal Gear existía en occidente desde la era de 8 bits, yo nunca lo jugué y realmente no tenía conocimiento del juego. En Japón fue un éxito relativo en el MSX pero en nuestra zona no tenía mucho qué hacer ante los juegos de Ninja Gaiden, Double Dragon y Contra, nosotros queríamos acción y Metal Gear ofrecía algo que no a todos nos llamó la atención.
Toda la generación de 16 bits ignoró tanto a la serie como a su creador, Hideo Kojima. En cada CES, en cada E3, Konami mostraba títulos como Las Tortugas Ninja Tournament Fighters, Sunset Riders, Zombies Ate My Neighbors, Drácula X, etc. Nunca leí nada relacionado a dicha serie en Club Nintendo salvo algunos S.O.S. o Mariados en que dedicaban una página o dos a pasar cierto reto específico del título. Nadie volteaba a ver ni a Kojima ni a esta serie y Konami gozaba de grandes éxitos sin tener entre ellos a esta saga.
En 1998 apareció en los folletos de Toys´R Us una portada de un juego que me pareció horrible, era una simple portada blanca con las letras Metal Gear Solid, Tactical Espionaje Action, eso era todo. No había estado tan decepcionado de una carátula desde el Black Album de Metallica, y ese al menos tenía una víbora por algún lado (analogía no intencional). El título era para PS1 y llegó en una época en que yo era aún NFan declarado por lo que no tenía esa consola y me aferraba al Nintendo 64 con todas mis fuerzas (ya sabemos cómo fue eso), al final sencillamente ignoré el título pues ni la portada me era interesante.
Y ¿qué más podría haber hecho? El juego no llegaba para una consola Nintendo así que en Club Nintendo ni se le mencionó, GamePro en español tenía unos años de haber desaparecido y el internet era tan caro que sólo podía darme el lujo de usarlo para ver pr0n (prioridades primero). Aunado a que era secuela de un juego que no fue muy relevante para muchos videojugadores occidentales y que tenía al lado títulos como Final Fantasy VII o Resident Evil, Metal Gear Solid no fue algo que los no iniciados tuviéramos muy presente.
Pero el tiempo pasó y el Nintendo 64 me decepcionó (historia aquí), por lo que, por recomendación de mi amigo Luis que también se sentía traicionado por el N64, mágicamente pude hacerme de un Playstation 1 (en aquel tiempo sólo le llamábamos Playstation)… con chip claro está, y pude hacerme de algunos juegos que llamaban la atención de mi juvenil mente videojugadora, sedienta de sangre y temas maduros que el N64 simplemente no brindaba… Aún así Metal Gear Solid no pasaba por mi mente y sólo recordaba una horrible portada blanca que vi en algún folleto de una juguetería.
Pero las recomendaciones de los amigos pesan y Luis me aseguraba que el juego era extraordinario por lo que lo compré (pirata claro está) y WOW, una experiencia placentera que jamás en mi vida había tenido (y no, el sexo llegaría muuuuuuuuucho después). Metal Gear Solid me dejó helado por su trama, personajes y, especialmente, sus actuaciones de voz. Sentía que estaba jugando una buena película de acción, me involucré totalmente en el juego y me sentí un poco decepcionado al terminarlo relativamente rápido, pese a ser de dos discos.
Metal Gear Solid fue quizá el primer juego en hacernos sentir como espías. Antes había jugado Goldeneye y Mission Impossible en el N64 y había algunas escenas en que debías pasar desapercibido (en especial en el segundo juego) pero nada como en MGS. Los personajes eran reconocibles, tenían personalidad, las escenas no sólo eran pláticas sino que había acción y cada que creías que sabías cómo funcionaba el juego algo te hacía darte cuenta que no era así (Spoiler, tú activaste sin querer al Metal Gear Rex).
Gracias a Metal Gear Solid Hideo Kojima se convirtió en alguien pues nadie hablaba de él antes. El título fue pieza clave del éxito del PS1 y es quizá el responsable de que los juegos invirtieran más de dos pesos en el doblaje (pues ninguno había logrado antes la calidad de MGS). Era un creyente y la promesa de la segunda parte en el PS2 fue suficiente para decidirme por esa consola (bueno, y por Final Fantasy, Resident Evil y Suikoden)
Metal Gear Solid 2 apareció en el PS2 en noviembre de 2001 y yo, al no tener la consola, tuve que esperar un poco para poder jugarlo. Sin embargo ya había visto trailers, eran los únicos que me interesaban descargar (streaming en aquel tiempo? qué es eso?) y que reproducía con QuickTime. Se veía excepcional, grandes gráficas, más formas de juego y enfrentar al nuevo Metal Gear sobre un barco. Para esas alturas ya era comprador de la revista PlayFan (revista hermana de Atomix y que era producida por el actual amo de casa, Carqui)y de la no muy buena Playstation Power, por lo que por fin tenía conocimiento del juego antes de comprarlo. Hojeaba las revisiones y previos de esas revistas e imaginaba lo genial que habría de ser. Cuando por fin lo pude tener, me encontré con un título tan bueno como el anterior pero gráficamente muy superior y con muchas cosas más para hacer. Sí, Raiden era un personaje indeseable pero el juego no se vio tan afectado pues ambos personajes se controlaban igual. Para cuando terminé el juego, no miento, estaba temblando.
Sons of Liberty fue un juego que a mí me gustó y es. hasta ahora, el juego de la saga que más copias ha vendido (más de 7 millones). Sin embargo mucha gente criticó el juego por su historia extraña y principalmente por Raiden. Sin duda el nombre de Metal Gear se vio negativamente afectado pues la recepción no fue tan positiva.
En el 2004 nos vimos con un extraordinario año en el mundo de los videojuegos con títulos como GTA San Andreas, Halo 2 y Metroid Prime Echoes. Ese mismo año llegaría la tercera parte de la saga, misma que levantaba mucha polémica pues, aunque no lo creas, en aquellos años no sabíamos que jugaríamos con el verdadero y original Big Boss.
MGS3 fue un juego impresionante, gráficamente impecable, con un sistema de juego aún más profundo que antes y una historia y personajes al nivel del primer juego de la serie. El tercer juego nos dio mucha más libertad de movimiento al sacarnos de los espacios cerrados en favor de una jungla, con diferentes caminos para recorrer. En cierta medida se sentía casi como un juego de mundo abierto y, de hecho, Hideo Kojima pretendía originalmente hacerlo así pero el PS2 no daba para tanto.
El también conocido como Snake Eater fue un título relevante a pesar de lo albureable de su nombre, permitió una forma de juego más versátil, tomando como ejemplo lo anteriormente logrado por Splinter Cell, que había dejado un poco anticuado el modelo normal de MGS. Si bien aún utilizaba la cámara Top View que caracterizó a esta serie durante sus inicios, distintas formas de jugar (como apuntar en primera persona) nos daban una mejor perspectiva del juego… si tan sólo la cámara hubiera sido diferente…
Pude obtenerlo el mismo año de su estreno y me topé con el mejor MGS que se había creado. La primera vez que lo puse jugué casi una hora en la misión principal y de pronto, tras un cinema… BOOM! Una intro cantada titulada Snake Eater al más puro estilo de una película de James Bond. Los ojos se me humedecieron y, de ser mujer, la humedad estaría en más lugares. De pronto caí en la cuenta: «Apenas había jugado una introducción» Me quedaba mucho por delante, y no estaba equivocado, MGS3 fue el juego más largo de la serie, tomándome 19 horas para completarlo en mi primer juego.
Era grandioso, súbitamente Big Boss había dejado en el olvido a Solid Snake e incluso Ocelot había adquirido una nueva personalidad que lo alejaba de ser el achichincle que conocíamos y se volvía un verdadero antagonista con tintes de antihéroe. Fue mi juego favorito del PS2 y uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos, pese a eso fue un fracaso comercial pues vendió poco más de 3 millones de copias y puso a Konami en una mala situación. MGS3 fue destrozado por Halo 2 y San Andreas aún y cuando, a mis ojos, era mucho mejor.
En el 2008 Konami no quiso repetir el error de lanzar un título tan cerca de los lanzamientos de otros titanes por lo que el cuarto juego de la serie no llegaría en fechas decembrinas sino en el verano. Así Metal Gear Solid 4 Guns of the Patriots llegaría exclusivamente al PS3 aquel año por lo que yo, en aquel momento poseedor sólo de un Xbox 360, compré casi un año antes mi PS3 sólo para poder jugar ese juego.
Durante los E3 de 2005 en adelante vimos constantemente trailers que mostraban lo que este nuevo juego en la serie podría hacer. Sabíamos que iba a continuar con lo hecho en el segundo juego y que se iba a ver sorprendente. Al ver a Snake viejo y con un parche en el ojo muchos pensamos que volveríamos a jugar con Big Boss pues, sería estúpido usar el cliché de que los clones envejecen más rápido… pero usaron el cliché. No era Big Boss el héroe del juego sino un Solid Snake envejecido por conveniencia y para fregar a los diseñadores del juego. Como sea y pese a ese bigotito ridículo, estaba muy emocionado por MGS4.
Lo compré el día de lanzamiento y lo puse tan pronto llegué del trabajo. Se sentía diferente pero un diferente bueno. Los gráficos destruyeron mi percepción de calidad, eran extraordinarios, y las actuaciones de voz tan buenas como antes. Los cinemas y la historia me dejaban emocionado, esperando ver más. Así crucé la primer escena… ¿escena?
Resultaba que, a diferencia de los juegos anteriores que casi se sentían como un mundo abierto, pues debías estarte paseando por un gran escenario que se iba abriendo poco a poco, este nuevo Metal Gear optó por un sistema de juego mucho más lineal y llevaron a Solid Snake a diferentes escenarios, los cuales se interconectaban por aburridos cinemas en un avión. Eso, combinado a un sistema de compra de armas y municiones, hizo que el juego se sintiera diferente, muy diferente, menos stealth y más… arcade.
La segunda escena fue interesante, un regreso a la grandiosidad de MGS3 pero con todo el poder del PS3, pensé que si seguían por ese camino las cosas estarían bien pese a que el juego fuera por escenas. Por desgracia los tres episodios siguientes removieron por completo las cosas que hacían grande a MGS, haciendo inútiles todos los movimientos que habían dado a Snake, poniéndolo en mundos vacíos donde sólo debía avanzar, casi sin exploración o sin táctica. Salvo al enfrentamiento de Rex vs Ray, el juego me dejó muy decepcionado.
MGS4 fue un juego que trató un acercamiento diferente y, a mi gusto, fracasó. No era uniformemente divertido, con dos buenas escenas iniciales y tres muy malas al final, así como cinemas interminables y mal dirigidos que, cuando parecía que llegaban al clímax, volvían a continuar. MGS4 era como una película en que de vez en cuando te dejaban jugar un poquito, le quitó el control a los jugadores (a veces literalmente pues podías dejarlo minutos enteros en el suelo sin necesitarlo). Añade a eso personajes melosos y conceptos ridículos (Raiden sin brazos deteniendo con el poder de su columna vertebral un barco entero… pff!) y realmente MGS4 me dejó francamente decepcionado pues, en mi caso, no sólo me costó los 800 pesos del momento (ahh la belleza de 2008) sino los 8 mil del PS3.
En 2010 aparecería Peace Walker para el PSP. Al haber llegado a un final con MGS4, Peace Walker retomaba las aventuras del pasado, con Big Boss de protagonista, y cimentaba los hechos que más adelante darían cabida a los sucesos de MGS1, 2 y 4. El título estuvo muy disminuido por ser para una portátil pero fue bastante bien recibido. La versión HD para PS3 y 360 fue una buena oportunidad para que los que no jugamos portátiles conociéramos el juego.
Aunque su historia es muy relevante para la saga, no me logró enganchar debido al formato de sus cinemas, que eran como una especie de cómic pobremente animado. Jugué un par de horas y rápidamente pasé a otras cosas.
En febrero de 2013 aparecería un SpinOff de la serie, Metal Gear Rising Revengeance. Un título protagonizado por el odiado Raiden y que cambiaba el sistema de juego stealth en favor de una acción estilo Devil May Cry. El juego no fue dirigido por Hideo Kojima ni programado por su equipo y el resultado final fue un título que, sin ser malo, carecía de alma y estilo. El sistema de juego no era malo y los diseños de personajes estaban bien pero el mundo estaba vacío, la interacción con el escenario casi nula y la historia bastante ridícula. Salvo una batalla final bastante difícil, el juego no aportó nada nuevo a la mesa aunque si saliera una secuela probablemente lo jugaría pues tiene cosas a favor.
En el año 2014 obtendríamos el tan ansiado Metal Gear Solid Ground Zeroes. Un juego que originalmente fuera presentado como el próximo juego de MGS pero que, por alguna razón, fue modificado para ser un simple prólogo.
Ground Zeroes fue un cambio importante para la serie, dejando de lado las historias de ciencia ficción (bueno, bajándole al tono más bien) y eliminando gran parte de los cinemas en favor de una mayor jugabilidad. Ground Zeroes utilizó pocas cinemáticas y se enfocó en dar libertad de movimiento al jugador. Continuaron la historia de Big Boss, que ya había eclipsado al propio Solid Snake y sirvió de entremés para el verdadero quinto juego, The Phantom Pain el cual, por si no te has dado cuenta, ¡SALE EN 2 DÍAS!
Así el tiempo siento que me ha dado la razón, Metal Gear Solid 3, el mayor fracaso comercial de la serie, es el juego sobre el que se basaron para continuar la trama en Peace Walker, Ground Zeroes y en el próximo Phantom Pain. Big Boss, el villano original, se ha convertido en el verdadero héroe de la serie (un caso similar al de Darth Vader) y, aunque hace años que está «muerto» pues siempre revive de algún modo, dejó en el olvido a Solid Snake (¿Solid quién?)
Metal Gear Solid es una serie más que relevante, es quizá la más sólida (nuevamente, analogía no intencional) de las franquicias de videojuegos en el mundo pues, aunque tenga altibajos, ninguno de sus juegos ha sido «malo» y si acaso el peor defecto que ha tenido es no darnos más de Ground Zeroes (la única queja que hay es que es corto). Ahora llega el quinto y último juego de la serie, último al menos para Hideo Kojima. ¿Qué le espera a Metal Gear Solid en el futuro sin Hideo Kojima? No lo sé, por ahora debemos limitarnos a disfrutar el nuevo juego, que ya no puedo esperar para jugar.
La saga de Metal Gear es desde mi punto de vista lo más cercano al Padrino en lo que se refiere al aspecto epico de narración. Lo malo es que la serie propone expectativas tan grandes que no terminan de ser cumplidas del todo en muchos de los juegos.
– MGS 1: El juego es esencia un remake en 3D del Metal Gear 2 de MSX. Cómo ese juego nunca nos llego en su momento jamás nos dimos cuenta, pero aún ahora muy a pesar de que es mi juego favorito de la saga, este envejeció mal y los controles se sienten toscos y poco responsivos
– MGS 2: Una gran mejora en cuanto a gameplay, pero la historia se paso de la raya al ser demasiado meta-textual, aún mucho más de lo que serían los juegos posteriores.
– MGS 3: No tengo quejas de este. Es el juego más sólido de Kojima. Buena historia, buena música, las mecanicas de juego se mejorarón un poco y hay muchisimo contenido
– MGS 4: El más flojo de la serie. Un juego de acción más que otra cosa
– MGS 5 TPP: Me gusto muchisimo, pero las partes que se desarrollan en Afganistan, no son tan interesantes como las de Africa
– Metal Gear Rising: No es el mejor Hack-n-slash de PlatinumGames como MadWorld o Bayonetta, pero es mucho muy superior a los últimos dos Devil May Cry y es un juego muy solido muy a pesar de las 7 horas que dura (con todo y los DLC’s)