Por fin comenzamos a acercarnos al final de este espantoso 2020, sin embargo los inicios de cada año no suelen ser buenos tampoco y no es sino hasta que estamos por finalizar que el mundo comienza a verse más positivo. Cuando el sol se pone más temprano y el viento comienza a refrescar es que te das cuenta que la vida merece la pena vivirse.
Usualmente para mí la buena vibra comienza a partir del final de septiembre, sin embargo este año requiere positividad anticipada así que, en vez de comenzar a festejar El Último Trimestre del Año (lee el artículo aquí), cambiémoslo al último cuatrimestre del año.

De niño la felicidad llegaba precisamente con esta temporada, siendo yo originario de Monterrey, que a falta de una palabra mejor, es un maldito caldero hirviendo durante primavera y verano; la sensación del viento de septiembre llegaba a curar las heridas que julio y agosto nos dejaban anualmente. Pero ese viento fresco no llegaba sólo, venía acompañado de las fiestas patrias (en México), que se convertían en divertidas kermeses escolares y añorados días de asueto (lee el artículo aquí).
¿Y eso qué tiene qué ver con el Pan de Muerto de Sams?
Pues que gracias al deseo por explotar la nostalgia, ciertas cadenas comerciales comienzan a inundar del espíritu festivo un poco antes. Así, mientras que en mi infancia septiembre era “el mes patrio”, ya en mi adultez comienza a ser también “mes patrio del Halloween navideño”; y eso comienza con el Pan de Muerto.

Pero primero comencemos con explicar ¿qué es el Pan de Muerto?
Para aquellos que no sean mexicanos (desconozco si en otros países es un alimento tradicional), el Pan de Muerto se hace con los restos de personas que han fallecido, mismos que son desenterrados de forma clandestina de varios panteones, molidos y preparados como pan, surgiendo sus huesos cobre la cobertura del alimento una vez han sido terminados…
Bueno la verdad es que no es cierto, ¡pero eso era lo que yo pensaba del Pan de Muerto cuando era niño! Por eso no aceptaba probarlo, me daba asco porque pensaba que estaba hecho de gente muerta.
La realidad es que el Pan de Muerto es un pan dulce que se utiliza en México como parte de los festejos por el Día de Muertos, el 2 de noviembre; es un pan muy sabroso, espolvoreado con azúcar, el cual tiene diferentes recetas dependiendo de la región del país. El que yo conozco tiene un dejo de naranja.

Posiblemente a partir de finales de agosto, pero seguro desde inicios de septiembre, el Pan de Muerto es encontrado a la venta en diferentes centros comerciales a los que no les importa que el Día de Muertos esté a dos meses de distancia y nuestros niveles de glucosa por los cielos, y honestamente a nosotros tampoco nos importa porque inmediatamente comenzamos a comprarlo.
Cada tienda o panadería maneja una receta particular, aunque en el norte de México siempre he sentido ese saborcito a naranja, por lo que, para mí, el Pan de Muerto es un pan de naranja con azúcar.
¡Y es delicioso!
Pero de entre todos los Panes de Muerto, el que más me gusta es uno totalmente comercial, el de Sams.
Qué curioso que una franquicia estadounidense es la que, en mi opinión, hace el mejor Pan de Muerto; y es que he probado panes de panificadoras tradicionales y otras cadenas comerciales, y ninguno tiene esa sensación del de Sams.
El Pan de Muerto de Sams es grande, es fresco, es esponjoso; tiene una textura de pan como refrescante, difícil de describir; al comerlo no te sientes “empachado” (palabra de abuelas mexicanas para referirse a una sensación desagradable, como indigestión, pero con chile y tortilla, porque en México todo tiene chile y tortilla).
Además tiene una textura sumamente agradable al paladar, dulce pero sin ser empalagoso, eso pese a la cantidad de azúcar que se carga. Si bien los “huesitos” sí están algo duros y, la verdad, yo se los quito; además de que el pan “suda” por cómo se derrite el azúcar en el calor, por ello necesitas comértelo en uno o dos días máximo.
No sé cómo lo coman otras personas pero yo disfruto muchísimo del Pan de Muerto acompañado por chocolate caliente Abuelita (sólo me gusta ese). Chopeado en el chocolate se convierte en una delicia, sin embargo también es delicioso comerlo sin chopear, por separado del chocolate.
Ahora que si de verdad amas el chocolate, el Pan de Muerto de Sams también tiene una versión de chocolate, la cual es también deliciosa, si bien no sabe realmente a Pan de Muerto sino a un exquisito pan de chocolate, su sabor realmente merece ser probado.

No, este no es un artículo patrocinado, Sams no me ha pagado un peso por hablar de su Pan de Muerto; la razón por la que decidí escribirlo es que realmente AMO ese Pan de Muerto de Sams, comerlo es para mí una tradición del último tetramestre del año, puesto que comienzo a buscarlo apenas me entero que ya está a la venta.
Para mí, y gracias a la codicia de Sams, el Pan de Muerto de Sams es el encargado de inaugurar la mejor época del año, una vez ese delicioso pan llega a los estantes sabes que lo mejor está por venir, y automáticamente tu estado de ánimo se mejora.
Si no lo has probado no tardes y ve a probarlo, sólo lo venden entre septiembre e inicios de noviembre, y como además hablamos del 2020, quién sabe si podremos volverlo a comer alguna vez.
Siempre he amado el pan de muerto, especialmente el del Sams tambien, cada año lo espero con ansias solo por comerme tantos como pueda mientras dura la temporada. Tambien he probado de muchas cadenas y tiendas y este es de mis favoritos. El año pasado probé por primera vez el de una panaderia llamada Petit, aqui en Guadalajara, y la verdad que dio batalla también, este año viene el desempate, jejeje.